Los clásicos que no deben faltar en ninguna biblioteca

Desde “Jane Eyre” a “Retrato de una dama”, cinco libros clásicos incluidos en la prestigiosa colección de Penguin.

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La colección de clásicos de
La colección de clásicos de Penguin es muy elogiada por sus traducciones cuidadas y sus estudios preliminares. (iStock)

La historia de la colección Penguin Classics podría tranquilamente pertenecer a una novela clásica. Luego de algunos fracasos comerciales con ejemplares ilustrados de textos clásicos, el éxito llegaría por un camino curioso. E. V. Rieu era en la Inglaterra de los años 40 un editor y especialista en lenguas clásicas distinguido académicamente pero poco conocido. Le tocó prestar servicios en la Segunda Guerra Mundial, pero las horas ociosas que logró robarse las pasó corrigiendo una traducción de la Odisea. "Empecé a trabajar en la Odisea tres años antes del comienzo de la Segunda Guerra y completé el primer borrador mientras Francia caía", contaría luego. Recién en 1944 pudo terminar el trabajo, y aún así, las últimas revisiones las hizo entre explosiones de v1 y v2 y el ruido de cristales que se quebraban. Rieu se puso a trabajar en Homero como escape, pero no de la realidad sino de la irrealidad que rodeaba al mundo en ese momento. "El supremo realista", lo llama, y ya se puede leer allí el germen de lo que él entendía por literatura clásica, lo que un clásico tenía que hacer: no evadirnos de la realidad sino mostrarla en una luz distinta, reconducirnos hacia ella cuando el sentido parece estallar.

Ignorando las dudas de sus colegas, el entonces editor de Penguin Allen Lane no solamente publicó la traducción sino que le propuso a Rieu encargarse de una nueva colección de clásicos. La Odisea de Rieu fue un éxito absoluto (fue por muchos años, hasta la aparición de El amante de Lady Chatterley, el título más vendido de Penguin), probablemente basado en la inspiración que luego impulsaría todo el resto de la colección Penguin Classics: traducciones claras y amables, libres de arcaísmos o construcciones que las ataran mucho al idioma del que venían, que les permitieran a los lectores angloparlantes contemporáneos acercarse a obras producidas en tiempos o lugares lejanos pero que tenían esa magia que las hacía, si no eternas, obras sobrevivientes al paso del tiempo.

El año pasado, en ocasión de los 80 años de la vieja Penguin (que se fusionó con Random House dando lugar al grupo editorial actual, Penguin Random House), se lanzó para el mercado hispanoparlante el sello Penguin Clásicos, que toma su espíritu (y gran parte de sus prólogos y estudios preliminares) de la Penguin Classics original. Una parte importante del catálogo desembarcó en la Argentina en 2016, incluyendo algunos clásicos especialmente editados para la versión en español de la colección como El conde Lucanor o La vida es sueño. Para 2017 se prevé la edición de clásicos nacionales como el Martín Fierro o El matadero, con cuidados estudios preliminares como los que caracterizan al resto de la colección. Mientras tanto, recomendamos algunos de los títulos que ya están en el catálogo y no deberían faltar en ninguna biblioteca.

Jane Eyre se publicó por
Jane Eyre se publicó por primera vez en 1847

Jane Eyre, de Charlotte Brontë

Más allá de la riqueza inagotable de ciertos clásicos, no todos resisten el paso del tiempo con la frescura y la templanza de Jane Eyre, una de las novelas de iniciación más grandes de todos los tiempos y pionera en la larga tradición de escritoras mujeres que se desarrollarían en ese subgénero. Charlotte Brontë y su hermana Emily fueron ya a muy poco de su muerte figuras de culto, tanto por las circunstancias sombrías en las que se desarrolló su infancia como por la curiosa casualidad de que dos de las novelas más interesantes de la Inglaterra del siglo XIX (Jane Eyre y Cumbres borrascosas) provinieran de la misma familia. Dos siglos después, generaciones de jovencitas siguen fascinándose con esta novela que no tiene ni amor ni locura ni muerte que envidiarle a Horacio Quiroga. La edición cuenta con notas e introducción de la escritora Stevie Davies, que ilumina las capas de significados literarios, sociales y hasta políticos de la novela mostrándola en todo su carácter revolucionario.

Richard Ford seleccionó los relatos
Richard Ford seleccionó los relatos de Chejov que componen “Cuentos imprescindibles”

Cuentos imprescindibles, de Anton Chejov

El padre del cuento norteamericano no es un norteamericano, y los norteamericanos mismos lo saben: no hubiera habido Carver ni Cheever, ni Hemingway ni Moore, sin los relatos del ruso Chejov. En esta preciosa y precisa selección un gran escritor de cuentos se hace cargo de la edición: es nada más ni nada menos que Richard Ford quien eligió y prologó los cuentos que integran este volumen. Ford reconoce en su texto que él llegó tarde a Chejov, que lo mamó primero de sus seguidores americanos, pero que cuando intentó leerlo de joven no había logrado entender su magia, y no volvió intentarlo justamente hasta que se dispuso a armar la selección para Penguin Classics. Chejov, dice Ford, a pesar de su aparente simpleza, es un escritor para adultos: su literatura se vuelve más útil a medida que maduran los sentimientos. Relatos que hoy son casi literalmente el estándar del género como "La dama del perrito" o "Después del teatro" son algunos de los imperdibles que aparecen en el volumen.

Macbeth tal vez sea una
Macbeth tal vez sea una de las cuatro o cinco obras más importantes de la literatura occidental

Macbeth (edición bilingüe), de William Shakespeare

Es prácticamente un chiste performativo ponerse a explicar la importancia de Macbeth, tal vez una de las cuatro o cinco obras más importantes de la literatura occidental. Una historia inmortal que se sigue reversionando y trabajando en los productos más disímiles (la serie House of Cards, tal vez, sea uno de los más populares de los últimos tiempos, pero también vale pensar en Sleep No More, obra silenciosa de danza-teatro ya histórica en el under neoyorquino), una escritura que aún hoy se lee vibrante, provocativa, oscura y viva: por eso, y aquí va la recomendación, es que vale la pena tener en casa una edición bilingüe de esta obra, aunque más no sea para apreciar la música de algunos fragmentos. Entre las ediciones bilingües que se encuentran en Argentina difícilmente haya rival para la de Penguin Clásicos en la relación precio-calidad, tanto desde la encuadernación y el diseño, que acomoda los dos idiomas claramente a la vista, como por la traducción rítmica y ajustada de Agustín García Calvo. Una buena adición para cualquier biblioteca.

Lewis Carroll, el creador de
Lewis Carroll, el creador de Alicia

Alicia en el país de las maravillas / A través del espejo / La caza del Snark, de Lewis Carroll

De los clásicos que fueron inicialmente escritos para niños, los relatos de Lewis Carroll son algunos de los que mejor resisten a la lectura adulta. De hecho, como propone la especialista Nina Auerbach en el estudio incluido en este volumen, los lectores adultos pueden encontrar en estos textos una interesantísima ventana a la infancia victoriana y al mundo en el que Lewis Carroll vivía en general, a partir de los ojos de esta nena cuyas historias inverosímiles ponen en evidencia y en cuestión las reglas de su tiempo. Las ediciones de Alicia tienen que ser hermosas, y esta no es la excepción, a pesar de que se trate de una edición de bolsillo: incluye las célebres ilustraciones originales de John Tenniel y su tapa tiene un colorido atractivo y elegante, apta para bibliotecas de damas y caballeros de todas las edades. Además de "Alicia en el país de las maravillas" y "A través del espejo" se incluye en el volumen el bellísimo poema protovanguardista "La caza del Snark" y una serie de cartas del autor a modo de apéndice.

Nicole Kidman en la adaptación
Nicole Kidman en la adaptación de “Retrato de una dama”

Retrato de una dama, de Henry James

Retrato de una dama probablemente sea, de los cinco libros presentados en esta nota, el menos leído en nuestro país. Tal vez porque uno de sus grandes temas, la obsesión de Henry James con el choque entre el nuevo mundo norteamericano y el viejo mundo europeo, nos es relativamente ajeno. Sin embargo, muchos otros de los motivos que explora la historia de Isabel Archer pueden resonarnos más de cerca: el matrimonio, la relación con el dinero y las dificultades tanto de identificar el propio deseo como de seguirlo. Y más allá de todo eso, Henry James es un autor fundacional en lo que respecta a la estructura, el ritmo y el tono de la novela contemporánea; esta amorosa edición, traducida con soltura por Ana Eiroa y con epílogo de Philip Horne, máxima autoridad sobre Henry James y responsable de la biblioteca del autor en Penguin Classics, es una excusa maravillosa para familiarizarse con esta novela imperdible.

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