Un estudio asegura que existen químicos tóxicos en los asientos de los vehículos: cuáles son los riesgos

Los investigadores encontraron que la mayoría de los autos contienen retardantes de llama que podrían ser perjudiciales para los usuarios

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Profesionales de emergencia cuestionan la eficacia de los retardantes de llama en coches, señalando un mayor peligro en situaciones de incendio. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Profesionales de emergencia cuestionan la eficacia de los retardantes de llama en coches, señalando un mayor peligro en situaciones de incendio. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En un reciente estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology, investigadores han alertado sobre la presencia significativa de retardantes de llama en el interior de los vehículos, sustancias químicas altamente tóxicas que podrían representar un grave riesgo para la salud pública, especialmente para aquellos que pasan mucho tiempo dentro de los coches.

La investigación, liderada por Rebecca Hoehn de la Universidad de Duke, encontró que el 99% de las muestras de aire interior de los vehículos contenían al menos un retardante de llama considerado por el gobierno de Estados Unidos como un carcinógeno o potencial carcinógeno, junto con otros retardantes vinculados a trastornos reproductivos y problemas neurológicos, como la reducción del coeficiente intelectual en niños.

The Guardian explicó que los retardantes de llama se incorporan en la espuma de los asientos para cumplir con las regulaciones implementadas en la década de 1970 por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de Estados Unidos, que requieren que los fabricantes de automóviles incluyan estas sustancias para prevenir la ignición y propagación de incendios.

Sin embargo, la efectividad de estos químicos ha sido sobreestimada, mientras que su toxicidad no fue debidamente comprendida en ese momento. Según Patrick Morrison, director de la división de seguridad de la Asociación Internacional de Bomberos, estos retardantes hacen “poco para prevenir incendios en la mayoría de los usos y, en vez de ello, hacen que los incendios sean más humeantes y tóxicos para las víctimas y especialmente para los primeros respondedores”.

CBS News señaló que, a pesar de que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras informó estar revisando el informe, este hallazgo ha generado llamados para que se reevalúen los estándares federales de inflamabilidad de los vehículos, siguiendo el precedente de la revisión de estándares para muebles tapizados en 2021, la cual eliminó los retardantes de llama.

Esta medida es apoyada por los investigadores del estudio y profesionales en la materia, quienes consideran urgente la necesidad de adaptar las regulaciones a los conocimientos actuales sobre la toxicidad de estos compuestos.

La investigación también reveló que las concentraciones de químicos tóxicos son de dos a cinco veces más altas en verano que en invierno, dado que a temperaturas más cálidas, los químicos se liberan más fácilmente de los materiales del coche. Este fenómeno aumenta la urgencia de encontrar soluciones, pues indica que la exposición puede variar significativamente dependiendo de la estación del año.

En respuesta a estos hallazgos, se recomienda a los conductores ventilar los automóviles al entrar por primera vez y lavarse las manos después de estar en un coche para minimizar la exposición. Si bien estas medidas pueden ayudar a reducir los riesgos, la solución definitiva reside en la eliminación del uso de retardantes de llama en los automóviles, una práctica que ya ha sido cuestionada y regulada en el caso de los muebles en algunos estados del país.

 Las sustancias incorporadas en los asientos como medida de seguridad ahora son motivo de preocupación por sus efectos adversos en la salud. (Jim Wilson/The New York Times)
Las sustancias incorporadas en los asientos como medida de seguridad ahora son motivo de preocupación por sus efectos adversos en la salud. (Jim Wilson/The New York Times)

La Asociación Internacional de Bomberos, que representa a más de 344.000 bomberos y trabajadores médicos de emergencia en Estados Unidos y Canadá, señaló que la mayoría de los incendios de automóviles son el resultado de incendios en el motor o accidentes, y no provienen del interior del vehículo.

Estos profesionales enfatizaron que los retardantes de llama no solo son innecesarios en muchos casos, sino que representan un riesgo para su salud al inhalar los humos tóxicos durante la extinción de incendios.

La sorpresa que expresó Veena Singla, una de las voluntarias del estudio, al descubrir la presencia de “químicos tóxicos” dentro de su automóvil híbrido, refleja la falta de conciencia general sobre esta problemática.

Los resultados de la investigación, que detectaron retardantes de llama en cada coche examinado, con TCIPP, un compuesto que libera humos tóxicos cuando se descompone por el calor, encontrado en el 99% de los coches, resaltan la necesidad de informar mejor al público y reconsiderar las normativas de seguridad vehicular.

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