Nasser Al-Attiyah, piloto de Team Toyota Gazoo Racing, comenzó el Dakar con el pie izquierdo. A pesar del triunfo en el primer tramo de la competencia, que unió Asunción (Paraguay) con Resistencia (Chaco, Argentina), una pérdida de aceite combinada con el intenso calor causó un incendio en el sector delantero izquierdo de la Hilux. “Sentí el olor a humo y fuego durante los últimos 10 kilómetros“, había detallado el qatarí.
En el viouvac, el vehículo quedó en manos de los mecánicos, quienes lograron reparar el rodado en tiempo récord. Sin embargo, en la tercera etapa impactó la camioneta contra una roca para que el abandono sea inevitable. “Se acabó la partida para nosotros. Ha sido un día malo”, expresó el príncipe luego del accidente.
El ex campeón no podrá recuperar la corona que había conquistado en 2015. El subcampeonato de la edición pasada le había dejado la sensación insaciable de la búsqueda de la revancha, pero en 2017 la naturaleza lo superó.
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