Pese a que las protagonistas indiscutibles del Mundial de fútbol femenino son las 23 jugadoras de la selección española, el foco social y mediático se ha puesto sobre un hombre: Luis Rubiales. El beso que el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) dio a una de sus jugadoras, Jenni Hermoso, durante la entrega de medallas, ha generado un aluvión de críticas y peticiones de dimisión. Por el momento, Rubiales se aferra al cargo, y no es para menos: su salida de la institución le supondría perder un sueldo astronómico y una ayuda nada desdeñable para el pago de la vivienda.
El domingo 20 de agosto será para siempre un día señalado en el calendario para el fútbol español. La selección femenina se alzaba con la victoria en el Mundial de fútbol celebrado en Sídney, ganando por un gol de Olga Carmona a la todopoderosa Inglaterra. Un momento único que se veía empañado por un nuevo escándalo: el beso que Luis Rubiales le plantaba a Jenni Hermoso. El resto de la historia es por todos conocida.
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Desde ese preciso instante, el mundo político y deportivo comenzó a pedir la cabeza del presidente de la RFEF, y no solo por su actuación con Hermoso, también por las bochornosas imágenes en las que se le veía agarrándose la entrepierna -a dos asientos de la reina Leticia-, portando a jugadoras como si de un saco de patatas se tratase o propinando besos a diestro y siniestro a varios miembros de la plantilla.
Pese a que las disculpas eran sencillas, y muy necesarias, Rubiales tardó más de 24 horas en pedir perdón, después de entrar en un programa de radio español a responder con calificativos nada amigables a todos aquellos que opinaban que su comportamiento no era propio de una persona con el cargo que él ostenta.
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Tras el video en el que pedía disculpas -ante el aumento de voces que pedían su dimisión- el máximo responsable de la Federación ha guardado silencio absoluto. Y no es para menos: la salida de la institución supondría a Rubiales decir adiós a su salario de 700.000 euros anuales, al que se suma una ayuda a la vivienda de 3.000 euros al mes.
Concretamente, en 2022, el sueldo de Luis Rubiales por su papel al frente de la Real Federación Española de Fútbol fue de 675.761,87 euros brutos (371.669,03 euros netos). A esta cuantía, que aumentó en 41.000 en comparación con 2021, hay que añadirle la ayuda a la vivienda de 3.000 euros al mes que percibe, lo que suponen otros 36.000 euros al año. Pese a estas cifras desorbitadas, Rubiales afirmó que no era para tanto. “El presidente de la RFEF es de los que menos ganan tanto cuantitativa como profesionalmente”, defendió en su día.
En caso de que no dimita, ¿se puede cesar a Luis Rubiales?
El escándalo social derivado de su comportamiento durante esta importantísima cita deportiva ha empujado a la RFEF a convocar con carácter de urgencia una asamblea para este mismo viernes. Se desconoce si Rubiales tiene la intención de cesar en el cargo, pero, en caso de que no lo haga, existen varias vías para cesarle.
Una de las opciones para que Rubiales sea cesado de su cargo es que el Consejo Superior de Deporte (CSD) abra un expediente disciplinario y este sea elevado al Tribunal Administrativo del Deporte. Esto es lo que están intentando conseguir tanto Miguel Galán, presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol de España (CENAFE), que fue el primero en presentar una denuncia ante el CSD; y Sumar, que ha seguido el mismo ejemplo y también ha presentado una denuncia ante la misma institución. Si finalmente el caso se elevara al Tribunal, el presidente de la RFEF podría ser suspendido temporalmente hasta que concluya el proceso y el juez se pronuncie de forma definitiva. Lo que está claro es que está en manos del CSD iniciar el proceso contra Rubiales.
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Otra posibilidad para cesar a Rubiales es que los miembros de la Real Federación Española de Fútbol consideren que la actuación del presidente vulnera el protocolo de actuación de la RFEF para comportamientos relacionados con la violencia sexual. Un protocolo que Xavier Estrada Fernández, exárbitro, ha solicitado que se ponga en marcha tras presentar una denuncia contra Rubiales.
Para poder presentar una moción de censura, un tercio de los miembros que componen la Asamblea General de la RFEF, como mínimo, deben ponerse de acuerdo para presentarla, donde se debe incluir, además, un candidato para sustituir al presidente. Una vez presentada, debe ser aprobada por mayoría absoluta para que se salga adelante. Por último, también podría ser la propia jugadora de la selección española quien denunciara a Luis Rubiales, alegando que el beso no fue consentido. De esta forma, se abriría un proceso por la vía penal, lo que podría acelerar el cese del presidente de la RFEF.
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