Kazajistán, país transcontinental, con gran parte de su territorio situado en Asia y otra fracción en Europa, tuvo que pagar en el último tiempo las consecuencias de la caza furtiva y la deforestación, una de las cuales fue la desaparición de reservas de animales oriundos del país. Ahora, el país firmó un ambicioso plan para reintroducir los tigres salvajes en su territorio casi siete décadas después de su desaparición.
El acuerdo, alcanzado con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), establece que ese país de Asia central introduzca gradualmente tigres Amur -pariente muy cercano del tigre del Caspio- que desapareció de la región de Ili-Balkhash, en el sureste, a mediados del siglo XX. El fondo aportó en este sentido 10 millones de dólares al proyecto que hará de Kazajistán el primer país en reintroducir una población de grandes felinos en un territorio después de que esta se hubiera extinguido.
El representante ruso de WWF, Igor Chestin, mostró su satisfacción con el acuerdo y dijo que se trataba de un "acontecimiento de importancia global", aunque advirtió que reintroducir los tigres en un territorio tomará tiempo. "Pasarán años antes de que los tigres aparezcan en este territorio porque necesita ser preparado especialmente", explicó Chestin.
El ministro de agricultura kazajo, Askar Myrzakhmetov, afirmó que los trabajos para "proteger especialmente el área natural, donde se planea restaurar la población de tigres" empezarán a principios del próximo año. "De hecho, estamos hablando de restaurar un ecosistema completo, donde esta especie será reintroducida", indicó.
Se cree que el tigre del Caspio desapareció a mediados o a finales del siglo XX. La población de tigres salvajes cayó en picada en el siglo pasado, de 100 mil a los 4 mil que viven en una docena de países en la actualidad. En 2016, el WWF declaró a los tigres "virtualmente extinguidos" en Camboya, donde el último avistamiento de un tigre se remonta a 2007.
Según un artículo científico sobre este programa, los tigres del Caspio vivían en una zona que, en la actualidad, abarcaría 13 países, con Turquía y China en sus extremos, hasta finales del siglo XIX. La Unión Soviética fue uno de los actores que aceleró la extinción con el desarrollo de la agricultura, que comportó la deforestación de parte del hábitat boscoso de los felinos, así como con sus presas, principalmente jabalíes y ciervos. La destrucción fue rápida, la construcción será lenta.
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