En 2007, las olas de calor en Europa mataron a 70 mil personas. En 2010, 10.860 rusos murieron por causas directas o indirectas de las elevadas temperaturas. Antes, en 1995, en Chicago otras 739 murieron a costa del calor estrepitoso. La acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera proporcionan el calentamiento global: una problemática que también puede traducirse en su sentido más literal. Recientes estudios determinaron que un tercio de la población mundial sufre olas de calor mortales. Y las predicciones son dramáticas.
Geógrafos de la Universidad de Hawái aseguraron que las muertes asociadas al calor aumentaron ostensiblemente desde 1980 por causas relativas al cambio climático. En el informe publicado en la revista Nature Climate Change, analizaron condiciones de calor y humedad en los casos mortales en pos de establecer un umbral de resistencia del cuerpo humano. La investigación recabó información de 1.900 muertes en olas de calor en 164 ciudades de 36 países durante las últimas cuatro décadas.
El estudio develó que el 30% de la población está expuesto a condiciones climática que superan el umbral mortal por al menos 20 días por año. Y avizoró un panorama dramático para el futuro: estima que hacia el año 2100 el porcentaje llegue al 48% en el escenario más optimista de reducción de emisiones contaminantes. En caso de que el mundo experimente un ritmo de emisiones crecientes, el 74% de la población mundial vivirá amenazada por el exceso de calor.
Una temperatura constante de 35 grados durante tiempo prolongado es suficiente motivo para que el calor revista categoría de mortal. El biogeógrafo Camilo Mora, autor responsable de la investigación, fue drástico: "Estamos convirtiéndonos en prisioneros de nuestras propias casas para poder sobrevivir a estas olas de calor". Agregó que los más pequeños y los ancianos sufren más el calor porque conservan altas temperaturas en su cuerpo y sudan menos; y que las regiones tropicales, naturalmente húmedas y calurosas, son las más susceptibles a enfrentarse con olas de calor.
Para que casi el 80% de los habitantes del mundo no se enfrenten a olas de calor potencialmente mortales, existe un plan de acción urgente. "Consumir menos, emitir menos gases de efecto invernadero y plantar árboles para refrescar las ciudades", el consejo de las autoridades que realizaron un vasto estudio sobre la mortalidad del calor y la condición de "inhabitabilidad" del planeta.
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