El desastre de Love Canal, un suburbio de Niagara Falls, en el extremo noreste de los Estados Unidos, ha sido uno de los dramas de intoxicación con residuos industriales más ocultos de todos los tiempos. Tanto que los diarios europeos hablaban de "desastre ambiental" en 1980, cuando casi nadie usaba esos términos en medios periodísticos, y el presidente James Carter debía declarar la emergencia federal para evacuar a prácticamente una ciudad entera situada sobre una montaña de desechos tóxicos.
Love Canal fue construido en los años cincuenta sobre un paraje en el que habían enterrado cerca de 22.000 toneladas de residuos químicos que incluían productos cancerígenos y dioxina -una sustancia defoliante utilizada en la guerra de Vietnam y causante de la muerte de centenares de animales en la localidad de Seveso, de la que tuvieron que ser evacuados numerosos habitantes tras la explosión en una fábrica-. En 1942, una filial de Occidental Petroleum, Hooker Chemical and Plastics Corporation, realizó vertidos químicos en la zona de Love Canal. Pero sin originalidad. Seguían las prácticas de otras empresas y hasta del Ejército norteamericano que en los años veinte usaban ese sitio como vertedero químico.
Posteriormente, la compañía se trasladó. Ante la expansión del pueblo, la comunidad local necesitaba un predio para una escuela y amenazó con expropiarlo. Hooker Chemical se lo vendió al consejo escolar local en el simbólico precio de un dólar. Su módico valor ocultaba una trampa: la empresa jamás advirtió sobre la bomba química que dejaba enterrada.
La escuela se edificó. Lógicamente, la fue rodeando un barrio de clase media en las tierras adyacentes. De pronto, las familias se empezaron a enfermar. Los casos de cáncer arreciaban sin que apareciese la causa. El agua corriente, obtenida de napas próximas, contenía sustancias peligrosas. A mediados de los 70, las primeras doscientas familias fueron evacuadas. Uno de cada tres análisis indicaba la presencia de alteraciones genéticas por la presencia de sustancias altamente tóxicas.
En 1978 otras mil familias fueron trasladadas de un barrio que jamás volvería a ser habitado: se comprobó la presencia 82 productos químicos contaminantes. El Departamento de Sanidad comprobó que una de cada tres mujeres había tenido abortos espontáneos, un porcentaje muy superior al normal, y que uno de cada diez recién nacidos tenían malformaciones. Finalmente, se estudió el subsuelo. Se hallaron veintidós mil toneladas de residuos peligrosos, entre ellos dioxina, una sustancia que el ejército estadounidense usó ilegalmente en Vietnam.
El descubrimiento de lo que la empresa había dejado enterrado provocó un escándalo que provocó la intervención del presidente Carter, quien declaró la emergencia federal en la zona. Las madres de Love Canal, desesperadas, habían tomado de rehén a dos funcionarios del servicio de protección ambiental porque no les daban respuesta al pedido de evacuación. Love Canal quedó deshabitado y Niagara Falls consiguió un nuevo sitio de visita, además de las Cataratas. Se trataba de uno de los cincuenta mil depósitos subterráneos de residuos químicos, según la denuncia de una diputada demócrata de ese momento. "Bombas retardadas que esperan su estallido", las definió.
Cicatrices es una sección del programa Ambiente y Medio que se emite todos los sábados a las 16 por la Televisión Pública Argentina
LEA MÁS:
Cambio climático: por qué la Argentina sufre tanto las catástrofes naturales