El cambio climático no discrimina víctimas. Sus consecuencias son heterogéneas, globales, impacta a cualquier economía, región, paisaje, cultura y sociedad. Desde la más feroz incidencia hasta procesos de cambio minúsculos, imperceptibles pero que en materia de frecuencia multiplican sus efectos. El calentamiento global, por ejemplo, transformará los patrones de duración de los viajes en avión.
Vuelos más extensos y vuelos más cortos. Es el resultado de un estudio de la Universidad de Reading, en el Reino Unido. En su investigación, concluyó que por acción y efecto del cambio climático un enorme porcentaje de viajes aéreos modificarán su tiempo de vuelo.
Los científicos establecieron los nuevos estándares tomando como ejemplo las rutas aéreas entre Nueva York y Londres. Desde la capital británica hacia la Gran Manzana, un vuelo regular tarda ocho horas: según los cálculos del equipo el trayecto se extenderá en promedio cinco minutos y 18 segundos más. La causa a esta reconfiguración en la duración de los vuelos es el cambio climático y sus efectos. La razón específica es el aumento de la velocidad de los vientos sobre el Océano Atlántico, lo que no solo afectará la dinámica del avión sino que además provocará más turbulencias, el principal miedo de quienes sufren aerofobia.
El trayecto de regreso de Nueva York a Londres demandará menos tiempo en consonancia con el grado de incidencia en el incremento en la velocidad de los vientos oceánicos. El principal efecto en las horas de vuelo intervendrán los viajes transoceánicos, sólo los que vayan de este a oeste y viceversa, mientras que los que viajen de norte a sur y en dirección contraria no deberían sufrir alteraciones en las rutas aéreas.
Paul Williams, uno de los científicos atmosféricos que trabajaron en la investigación de la universidad estadounidense, concluyó que ya se iniciaron programas computacionales para que con el diseño de algoritmos e información climática se puedan acordar nuevas rutas que optimicen el tiempo de vuelo y el combustible, otro factor clave en la concientización del cambio climático. En el estudio, los especialistas calcularon la contribución de los viajes en avión a la emisión de dióxido de carbono: cerca de 70 millones de kilos de CO2 son emanados a la atmósfera por viajes aéreos.
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