El concepto es "mantener la misma calidad de vida y la misma capacidad de producción en las industrias consumiendo menos energía". El textual corresponde a la subsecretaria de Ahorro y Eficiencia Energética, Andrea Heins. Resumió, analizó y expuso el cronograma de proyecciones de una entidad joven y promisoria, dependiente de la Secretaría de Planeamiento Energético Estratégico del Ministerio de Energía y Minería, nueva área del gobierno inaugurada en diciembre de 2015.
"No podemos medir el ahorro en términos absolutos porque la demanda energética será mayor por la proyección del crecimiento económico y demográfico. Pero lo que sí podemos hacer, con políticas de eficiencia energética, es limitar ese crecimiento de la demanda para que cada vez necesitemos menos energía en los mismos bienes y servicios", argumentó la funcionaria en relación al primer objetivo tangible de la subsecretaria que preside: reducir el consumo un 5,7% para 2025.
En relación a este propósito madre, se lanzó el Programa Nacional de Educación para la Eficiencia Energética, en mancomunión con directores de educación a nivel nacional, provincial y académicos. La intención es incorporar la eficiencia energética en la currícula educativa, concientizar valores, formar consumidores responsables y educar en materia preventiva. "Eficiencia no es bajar el consumo, que es algo que no se puede lograr en un país con crecimiento económico y mayor demanda, sino que es cuidar y valorar los recursos", explicó la ingeniera Andrea Heins.
"No es un tema coyuntural, va más allá de las crisis energéticas que tenemos. Por eso la educación es la manera de asegurar el largo plazo de nuestro propósito". Para aplicar la misión de la subsecretaría, el programa con vías a 2025 tiene cinco metas precisas: capacitar 5.000 docentes y proveer soporte para dictar 160 cursos en plataformas online; fortalecer la gestión con 150 funcionarios idóneos más el impulso conjunto de todas las provincias; promover la innovación con más de 250 autodiagnósticos; incentivar la formación en Educación Superior con cinco programas de gestión energética y diez cátedras sobre eficiencia además de incorporarla a los planes de estudio; y promover la investigación aplicada a través de dos convocatorias nacionales.
En la #JornadaNacionalEE, presentamos el Programa Nacional de Educación para la Eficiencia Energética. #ArgentinaEficiente pic.twitter.com/b33FYRJEkQ
— Argentina Eficiente (@Eficiencia_Ar) 16 de diciembre de 2016
Para acompañar esta temática de concientización, formación y promoción en niveles educativos de eficiencia energética, la subsecretaria de Ahorro y Eficiencia Energética, Andrea Heins, confirmó la realización en 2017 de un censo domiciliario con la consigna de recoger datos sobre cómo se usa la energía en los hogares. La premisa es realizar un diagnóstico a nivel país para precisar cuáles son los patrones y hábitos de consumo. "Apuntamos a tener una visión desde el plano técnico, para saber dónde están las oportunidades de mejora. Conociendo en qué y cuánto se usa la energía, nos va a permitir diseñar mejores políticas públicas", sostuvo la funcionaria.
A su vez, admitió que la demanda residencial apenas concentra el 26% del total del consumo energético en el país. El resto del gasto corresponde a la industria y otras actividades productivas, el comercio, el transporte y los servicios públicos. Sin embargo resaltó la importancia de entender la dinámica habitual en los hogares argentinos. Y subrayó la necesidad de operar sobre la matriz generacional del país con una propuesta sólida de integración en la educación formal. Consideran que la escuela genera sensibilidad y nuevos hábitos en orden a la eficiencia energética y que la Argentina es líder regional en investigación sobre estrategias sustentables.
LEA MÁS:
El Gobierno conformó un "consejo de notables" para asistir al ministro de Energía
La ciudad de Las Vegas ya se abastece en un 100% con energías renovables