"Si puedes cambiar una calle, puedes cambiar el mundo". Janette Sadik-Khan engendró esta metáfora para darle sentido a su lucha: es una de las principales voces en la política de transporte urbano. Editó un libro que se llama "Street Fight" porque los contenidos, temáticas y visiones que en él publica suponen una pelea callejera contra los paradigmas establecidos. Fue Comisionada de Transporte de Nueva York durante la alcaldía de Michael Bloomberg de 2007 a 2013. Fue responsable de una de las revitalizaciones urbanas más significativas del nuevo siglo. Dijo: "Las estrategias que implementamos no son anti-auto. Fueron pro-elección, porque le dimos a la gente más opciones para moverse".
Por eso, Janette Sadik Khan peatonalizó Times Square. Lo que empezó siendo una prueba piloto en 2009, fue adoptada de manera permanente desde febrero de 2010. Convirtió un caos de tráfico en el living de la ciudad más cosmopolita del mundo. La intersección de la Avenida Broadway y la Séptima Avenida en Manhattan se humanizó: el pulmón cívico de la ciudad se rejuveneció con la incorporación de diez hectáreas de espacio público en el ecosistema neoyorquino.
Acumuló casi 650 kilómetros de carriles para ciclistas, por primera vez en el continente protegió las bicisendas de estacionamientos, instauró el más grande sistema de bicicletas públicas, multiplicó las plazas, incorporó 60 nuevos espacios verdes en toda la ciudad, incluyendo algunas históricas que estimularon la recuperación económica de la zona. "No se trata de un juego que no aporta nada entre espacio público y autos. Los autos no hacen compras y la gente sí. Encontramos que había beneficios económicos", expresó. Las ciclovías quitándole lugar a las calles fue una medida controversial que acuñó el sentido de su "lucha callejera", que luego inspiró el título de su libro.
“El futuro de nuestras ciudades sólo está limitado por la imaginación, no por los diseños de la ingeniería”
Trabajó con la Autoridad Metropolitana de Transporte para dar inicio a las primeras seis líneas de colectivos rápidos de la ciudad. Supervisó, analizó y rediseñó cientos de intersecciones: contribuyeron a reducir a números históricos las muertes de tránsito en Nueva York. Creyó que era necesario alterar el paradigma urbanístico reinante por uno conciencia que le devuelva la dignidad al peatón. "La guía de diseño para nuestras calles tiene 50 años de antigüedad. Han sido diseñadas para que la gente se mueva dentro de las ciudades. Fundás una ciudad, le agregás algunas calles y semáforos, sacás del medio a los fastidiosos peatones. Entonces tienes una calle que todos los ingenieros festejan, con autos moviéndose muy rápido. Eso sí, no trates de cruzar esa calle. Pero no tiene que ser de esta manera. Podemos reimaginar, rediseñar y reclamar nuestras calles", alentó.
En 2008, experimentó su sueño final: la reconquista humana de las calles en detrimento de la selva de ruedas y motores. Fundó el programa "Summer Streets", una iniciativa que liberó de autos una ruta de once kilómetros durante tres sábados seguidos en el verano estadounidense. Abrió la calle a peatones y ciclistas en el corazón de una ciudad y una sociedad con una arraigada y profunda cultura del automóvil. El interés despertado por la población respaldó la misión de Sadik-Khan de pensar urbes más habitables, revalorizar los espacios al aire libre e impulsar la sustentabilidad del transporte.
"Las calles son el medio para llegar de un lugar a otro, pero también son destinos en sí mismas. Por muchos años las hemos diseñado solamente para los automóviles y nos hemos olvidado de todas las maneras en que pueden ser usadas. Son para los peatones, no para los autos", certificó. Como las ideas son de todos y no son de nadie, las de Janette Sadik-Khan proliferaron. Su visión de recuperar, humanizar y salvar las calles está en plena etapa experimental en las principales ciudades del mundo. La tapa de su libro que brega por una revolución urbana distingue tres actores: un taxi, una bici y un peatón que en la foto develan la velocidad y fuerza de su movimiento. Es una pelea callejera que ya ganó. El Times Square peatonalizado es la victoria de una nueva forma de entender la movilidad. Porque "Si puedes cambiar una calle, puedes cambiar el mundo".
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