Paso a paso: cómo avanza la reconversión del Ecoparque porteño

Mientras los animales empiezan a volver a sus hábitats naturales y las autoridades eligen los mejores proyectos, el Ecoparque sigue su curso de transformación. Cuáles son las ideas que se llevarán a cabo

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El mítico zoo porteño se convirtió hace unos meses en un Ecoparque interactivo
El mítico zoo porteño se convirtió hace unos meses en un Ecoparque interactivo

Del corazón del barrio porteño Palermo al refugio "Güirá Oga" en Puerto Iguazú, Misiones. Hace pocos días, 33 animales fueron trasladados de la Ciudad de Buenos Aires a su zona geográfica originaria en el marco de un programa de reconversión del Ecoparque. Cuatro mamíferos -dos monos carayá negro y dos coatíes grises- y 29 aves -guacamayos, cotorras, teros, aguiluchos- encarnaron la segunda etapa de ejemplares liberados, reintroducidos al hábitat del que nunca debieron irse.

La recolocación de este grupo de animales integra el compromiso de transformación histórica que vira de un zoológico tradicional hacia un Ecoparque interactivo. Un programa que contribuya a la conservación de la biodiversidad mediante encuentros recreativos y educativos, que bregue también por la promoción de proyectos de investigación científica, acciones de rescate y rehabilitación de fauna silvestre. Estos 33 ejemplares -que se completan con otros 13 rehabilitados en el Centro de Recuperación de Especies de Temaikén (CRET)- fueron víctimas del tráfico ilegal, rescatados por la Dirección Nacional de Fauna Silvestre y restituidos por el equipo de veterinarios del Proyecto Ecoparque.

El mono carayá negro fue uno de los animales trasladados del zoo a su hábitat natural
El mono carayá negro fue uno de los animales trasladados del zoo a su hábitat natural

Esta devolución en concepto de conservación, biodiversidad y fauna autóctona de especies en cautiverio integra el plan maestro de reconversión del Ecoparque. La primera gestión del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del proyecto, era disminuir la cantidad de animales en exhibición. Reducir esa cifra significaba la reintroducción en hábitat salvaje de los animales sin peligro de supervivencia. La transición es parte de una reformulación del paradigma. Andy Freire, ministro responsable del Ecoparque, abordó en diálogo con Infobae este cambio teñido de evolución: "La gran diferencia es la manera en que educamos a la familia respecto de lo que es el bienestar animal, el medio ambiente, las energías alternativas, la flora y fauna. Históricamente un zoológico victoriano de 1885 tenía como premisa que la manera de educar a nuestros hijos era poner animales en cautiverio y exhibirlos. El Ecoparque tiene como premisa mostrar que existen tecnologías como la interactividad, proyectores 3D, capaces de educar transmitiendo valores similares pero con métodos distintos".

El Ecoparque se integrará al Jardín Botánico y Parque 3 de Febrero, generando un “auténtico Corredor de Biodiversidad”

En esta primera etapa, está en curso una evaluación de la salud y estado de cada uno de los casi 1.500 animales. La intención final es que no haya ninguna especie habitando el predio de forma permanente. Está en pleno proceso de reinserción de animales a sus hábitats naturales, siempre bajo un plan coordinado y responsable de reintroducción. Habrá ejemplares que por haber vivido largos años en estado de cautiverio su devolución al ecosistema originario implicaría un alto riesgo tanto para su vida como para la de las comunidades de especies silvestres con las que se relacionarán. La última generación de esta clase de animales permanecerá en el parque como una especie "exótica", que no se podrá reproducir ni compartir espacio con otro ejemplar similar. Sólo se recibirán especies autóctonas que precisen rehabilitación.

Se recibieron más de 31.000 planes, ideas, propuestas para realizar con el establecimiento
Se recibieron más de 31.000 planes, ideas, propuestas para realizar con el establecimiento

Freire explicó este proceso: "La idea es que no haya animales de manera permanente. Trataremos de trasladar a todos los animales que podamos hacia hábitats que nos aseguren que no haya riesgo de vida. La intención es que vayan a espacios que les den una mejor calidad de vida de la que tienen hoy para mantener así todos los proyectos de rehabilitación animal que hayan sido rescatados del tráfico de animales o de alguna inundación en el litoral para luego ser reinsertados en su medio ambiente. Queremos que eso sea lo que eduque a la familia". Para ejemplicar: dos de las tres elefantes hembras que viven en Palermo, Kuki (de 34 años) y Pupi (de 32) podrían ser sometidas a largos traslados hacia santuarios asiáticos, mientras que por su avanzada edad, Mara (de 52 años) probablemente permanezca definitivamente en el rediseñado hábitat porteño.

Manuel Jaramillo, director del Departamento de Conservación y Desarrollo Sustentable de la Fundación Vida Silvestre, expresó su sensaciones en relación a la transformación de este espacio. Valoró la actualización de un recinto que soportaba concepciones anticuadas, lamentó el escaso asesoramiento profesional de universidades, centros de investigación y ONGs conservacionistas que solicitaron las autoridades y analizó el rol orgánico de los zoológicos: "Compartimos el sentimiento que mucha gente tiene en relación al sufrimiento que los animales tienen en los zoológicos pero creemos que de alguna forma es por la mala gestión de estos establecimientos. De ninguna forma creemos que haya que ir a buscar animales para encerrarlos adentro pero a la vez consideramos que muchas especies necesitan estos espacios por culpa del accionar de la especie humana que les quita hábitat y que los trafica. Hay animales que precisan de zoológicos, de centros de recría, de los centros de recuperación para vivir y para contribuir a la conservaciòn de sus parientes". En diálogo con Infobae, resumió: "No hay que ir a crear zoológicos, sino que hay que administrar eficientemente los que ya existen transformándolos en centros de recuperación para favorecer la conservación de la especie en su estado natural".

El Zoológico porteño fue cerrado en julio tras 140 años de historia

La renovación del establecimiento consistirá en la instalación de espacios dedicados a la educación ambiental, mediante experiencias recreativas e inmersivas basadas en la tecnología y enfocado en la familia. Para ello habilitarán una clínica de recuperación y liberación de animales heridos o víctimas rescatadas del tráfico ilegal. Con estas innovaciones buscan concentrar la atención de ONG y emprendedores para realizar proyectos en conjunto.

Andy Freire junto a Horacio Rodríguez Larreta en la reapertura del establecimiento (NA)
Andy Freire junto a Horacio Rodríguez Larreta en la reapertura del establecimiento (NA)

El 16 de julio, el Zoológico se transformó oficialmente en un Ecoparque. El cambio será esporádico, paralelo, a puertas abiertas. El establecimiento volvió a abrir con algunos cambios que responden a su reconversión: un espacio que postule conceptos de sustentabilidad, educación ambiental y conservación. Está prohibido alimentar a los animales y sólo podrán ingresar un total de 2.000 personas por día -antes el Zoológico recibía a entre 10 mil y 30 mil personas-, de miércoles a domingos, entre las 10 y las 17. "Visitas conscientes" es el lema con el que reciben a los visitantes.

Para la segunda etapa de reconstrucción del antiguo Zoo porteño, se llamó a un concurso internacional para que arquitectos y urbanistas presentaran sus ideas. En paralelo, también impulsaron un proceso de generación de instancias de participación ciudadana, para escuchar las propuestas e inquietudes de los vecinos. Se espera que a fin de año finalice este sistema participativo para definir el plan general a implementar. Hasta la fecha se han recibido más de 31 proyectos para desarrollar en el Ecoparque.

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