El 5 de junio es para la reflexión. Un llamado a la concientización de los efectos negligentes del hombre sobre su hábitat natural. Es el Día Mundial del Medio Ambiente: una jornada que brega por la protección, la conservación del planeta, que estimula la acción responsable en términos sociales, culturales, políticos y corporativos y que promueve la incorporación de todo el mundo a comportamientos que alivien los castigos a la madre tierra.
Las formas de celebrar o conmemorar una efeméride de resonancia mundial se multiplican por cada país y por cada año, pero su identidad es inmutable: educar y concientizar sobre la actitud personal frente al medio ambiente. Repensar el efecto, el impacto que cada acto replica en la tierra es la propuesta de las Naciones Unidas para promover la sensibilización y la adopción de conductas piadosas al hábitat.
El Día Mundial fue establecido por la Asamblea General de la ONU como una medida para recordar y homenajear la conferencia celebrada el mismo día en 1972 en Estocolmo, Suecia. Aquel 5 de junio se aprobó la formación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y desde entonces se ha convertido en una plataforma internacional de difusión pública de educación ambientalista.
Para la edición 2016, se hace hincapié en la lucha contra el comercio ilícito de fauna y flora silvestres. Bajo la consigna "Feroz por la vida" ("Go Wild for Life"), se fomenta la divulgación de una plaga que erosiona la biodiversidad, socava las economías, la seguridad, las comunidades y amenaza la supervivencia de cientos de especies que integran el preciado patrimonio natural. No resulta antojadizo que la movilización haga base este año en Angola, una nación que conserva los vicios de una guerra civil de casi dos décadas y que apuesta por una reconstrucción social amparándose en políticas de conservacionismo: salvaguardar su vida silvestre rica, uno de sus programas baluartes.
La ONU, de manera indirecta por sus programas anexos, invita hoy a la movilización práctica y conceptual contra el flagelo de la comercialización ilegal de la vida silvestre. Las nueve especies más amenazadas en el mundo por la pérdida de hábitat natural, la caza indiscriminada y efectos relacionados con el cambio climático son apenas una postal del contexto general que azota a la biodiversidad del planeta. El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente, un día dedicado a exacerbar la necesidad de propagar campañas de protección y programas de conservación.
Las nueve especies en peligro de extinción
Atún rojo
El atún rojo (Thunnus thynnus) se utiliza en el mundo de la gastronomía para el sushi. Está en peligro de desaparecer por la sobrepesca, que ha reducido su población en un 85% en los últimos años. Es un pez migratorio de gran tamaño que navega las aguas del este y el oeste del Atlántico y el mar Mediterráneo. La prohibición temporal del comercio internacional del atún rojo podría permitir la recuperación de esta especie sobreexplotada. Los organismos de conservación solicitan el cese de estas prácticas de pesca no sostenible hasta que el animal demuestre signos de recuperación.
Leopardo de las nieves
Este felino (Panthera uncia) vive en torno a la cordillera del Himalaya, donde se presume que habitan menos de cinco mil ejemplares. Su amenaza se explica por la invasión de su hábitat en los países de China, Pakistán, India y Nepal. Su piel es cotizada para comercializarla en el mercado negro, y como suele alimentarse de animales de granja, es abatido por la acción humana.
Tortuga laúd
La tortuga marina más grande del mundo y uno de los reptiles más longevos de la tierra. Las últimas estimaciones sugieren que la población está declinando: en el océano Pacífico se calcula que quedan 2.300 hembras. Sobre el Atlántico, se considera que hay una población más estable pero predicen una amenaza latente por la cifra de tortugas laúd (Dermochelys coriacea) que mueren al ser capturadas accidentalmente por embarcaciones de pesca y porque el aumento del nivel del mar -cambio climático mediante- destruye sus nidos.
Gorila de montaña
El de montaña (Gorilla beringei beringei) es una subespecie de gorila en peligro crítico de extinción, con apenas 720 individuos en su hábitat natural. Los científicos pronostican que podría desaparecer completamente para 2025. Sólo se encuentran algunas poblaciones cerca del Río Congo: 200 ejemplares viven en el Parque Nacional Virunga, en la República Democrática del Congo, en la frontera con Ruanda y Uganda. La razón de su posible extinción es fundamentalmente la caza furtiva. En segundo plano, la desaparición de su hábitat natural por responsabilidad de la acción de las madereras.
Elefante
Quedan aproximadamente 600.000 elefantes (Elephantidae) distribuidos en 37 países de África y Asia. Están en peligro por la deforestación del hábitat natural que ocupa y por la caza comercial, deportiva y furtiva que pugna por obtener el preciado marfil de sus colmillos. Aunque actualmente está prohibida su comercialización, se sigue practicando en el mercado negro.
Tigre
Pese a que en el último censo se registraron más de estos fascinantes felinos en estado salvaje, los estudios indican que en cien años la población mundial se redujo significativamente: de 100.000 tigres actualmente quedan tan sólo 3.890. Esto se debe a la acelerada deforestación de su hábitat natural, el cual ha disminuido un 40% en los últimos diez años, y a la caza desmedida: la alta cotización de sus pieles y algunos fines medicinales de la cultura china amenazan la extinción de los tigres salvajes (Panthera tigris). El tigre de Java y el tigre de Bali ya se extinguieron por tales efectos.
Oso panda
Menos de 2.500 ejemplares. Este símbolo internacional de conservación y de lucha contra la deforestación y la caza ilegal enfrenta un futuro incierto y un presente descorazonado. Originario de las montañas sudoccidentales de China, el hábitat natural de los osos pandas o pandas gigantes (Ailuropoda melanoleuca) se ha corrompido generando un cruel detrimento poblacional. Recientemente el gobierno ha comprendido la situación crítica y accedió a diseñar un plan de acción para su cuidado a través del establecimiento de reservas protegidas.
Rinoceronte de Java
Considerado el mamífero más grande en peligro de desaparecer a nivel mundial por su población total de apenas 60 animales. La mayor amenaza para esta especie es la demanda de sus cuernos, con principal foco en Sudáfrica. En estado crítico adjunto a la Lista Roja del IUCN -el inventario más detallado del conservacionismo de especies de animales y plantas a nivel mundial-, también es cotizado para su uso en la medicina tradicional de China. La población de rinocerontes de Java disminuyó su población incluso por el reemplazo de su hábitat de bosque a campos de cultivo. En otras cifras, los rinocerontes blancos y negros disminuyeron su cantidad un promedio del 63% entre 1980 y 2006.
Yaguareté
El felino más grande que habita las selvas sudamericanas es también el animal más perseguido por los cazadores furtivos en la región sur del mundo. Las dos razones que están haciendo desaparecer a la especie son motivadas por el accionar humano. Su piel es un preciado trofeo cotizado en el mercado negro. Y por fruto de la deforestación, se reducen las fronteras naturales entre en hombre y el felino: los ganaderos expanden su territorio acercándose al yaguareté (Panthera onca), un cazador por naturaleza, y en procura del cuidado de su rebaño exterminan a la especie depredadora.