Mientras que miles de arquitectos intentan destacarse a nivel mundial por obras de gran impacto y futuristas, existen otros profesionales con sueños muchos más terrenales pero mil veces más profundos como es el caso del arquitecto Alejandro Aravena, reconocido a nivel mundial no solo por su capacidad en la construcción sino también por su compromiso con los sectores sociales más bajos.
Este destacado profesional chileno buscó una inspiración inusual cuando se lo convocó hace 10 años para la construcción de viviendas para 100 familias chilenas. Luego del diálogo continuo, ideó las casas solicitadas pero, con un agregado: construyó solo mitades de vivienda conocidas como "casas expansibles" e ideó perfectamente un plan para crecer a futuro en función de la propia evolución demográfica y económica de los moradores.
Pero esta innovadora idea no quedó trunca ya que, tanto él como su firma Elemental, decidieron reconstruir los hogares de Constitución, una de las ciudades más afectadas por el terremoto y el tsunami que en 2010 sacudió a Chile. Bajo la misma técnica, ofrecieron casas de dos pisos en las cuales en un lado estaban completamente finalizadas mientras que del otro yacía un lugar vació para su futura expansión.
Aravena explicó en una charla que en 2030 más de 5.000 millones de personas vivirán en ciudades, de las cuales aproximadamente 2.000 millones se encontrarán por debajo del umbral de la pobreza. Su estudio, Elemental, ha completado ya más de 2.500 viviendas sociales, principalmente en Chile y México, con el objetivo de poder hacer frente a esta problemática a futuro.
Su objetivo es tan claro que, luego de ser galardonado por la Fundación Hyatt con el "Premio Pritzker" en 2016 por su labor social, su principal y destacado accionar radicó en ceder absolutamente todos sus planos a carácter público y abierto, para que cualquier colega que desee seguir sus pasos lo pueda hacer.
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