Las empresas tecnológicas son los grandes dioses del siglo XXI. Rocas y en continua expansión, las más exitosas como Apple y Google supieron posicionarse no solo como compañías imparables y gigantes techie sino como parte del nuevo "Sueño Americano". Millones de jóvenes a punto de graduarse o ya en la vorágine del mundo laboral sueñan con trabajar en ellas. Ser parte de un estilo de vida.
No extraña entonces que se construyan catedrales para sí mismas. Gigantes de acero y vidrio que se disparan hacia el firmamento en modo de rascacielos o que ostenten su poder con su ostentosa arquitectura. Un gran ejemplo es el nuevo campus de Apple. Ubicado en Cupertino, California, esta proeza arquitectónica se rinde tributo a sí misma con una estructura con la forma del botón de inicio del iPhone y más grande que el Pentágono. El diseño del Apple Park estuvo a cargo del prestigioso estudio Foster + Partners.
Según datos de Reuters, se cree que el costo de este monumento techie es de USD 5 mil millones, lo que lo convierte en la sede corporativa más costosa de todos los tiempos. Y alrededor de todo San Francisco y Silicon Valley se construyeron edificios imponentes que muestran el poderío económico de estas empresas, según reveló The Economist Son futuristas y excéntricos. Uber quiere convencer al mundo de su transparencia con un edificio totalmente transparente y con un parque abierto al público.
Pero más allá de los exteriores, los interiores de los espacios laborales juegan un rol más importante en el cambio de paradigma del diseño de oficinas. Edificios que todavía no están completamente terminados, como el de Apple, serán increíblemente innovadores en su disposición interior. Un motivo es crear un espacio ideal para los trabajadores, ingenieros y creativos brillantes que quieren atraer y mantener a toda costa. Quieren crear oficinas atractivas, y ambientes productivos.
Y la manera en la que diseñan los espacios laborales está también cambiando la forma en la que las personas se comportan en el trabajo. Todo esto se debe al concepto principal que transformó la oficina: ya no es un lugar apartado, con puertas y privacidad. Ahora reinan los espacios abiertos y colaborativos; escritorios que están para ser usados, pero que no se espera necesariamente que sean usados por los empleados, que pueden optar por trabajar en la terraza mientras toman sol, en la cafetería, o donde tengan ganas.
Como ya había explicado a Infobae CBRE, líder global de servicios de Real Estate e inversiones: "Si analizamos, por ejemplo, los últimos 20 años, los espacios de trabajo han cambiado de una forma vertiginosa en paralelo a los cambios culturales y estratégicos en las empresas, posibilitados por los avances tecnológicos y los cambios generacionales".
"Ya no estaríamos más atados una computadora imposible de mover y más tarde tampoco a un cable de red. Se empieza a hablar entonces de espacios colaborativos, de espacio por estilo de trabajo, por intereses comunes, buscando además una eficiencia en el costo del espacio. También movidos por lo sustentable y por el ahorro de energía hasta por la flexibilidad horaria, se incluye en la grilla de espacios el home office con más o menos aceptación desde lo cultural y lo comunicacional".
También hay "bibliotecas", donde pueden trabajar en silencio, espacios externos para tomar aire y lugares específicos para llamados y reuniones. Son espacios de trabajo "fluidos" que incentivan encuentros entre colegas, para la generación de nuevas ideas y un brainstorming casual. El edificio central de Facebook es la oficina abierta más grande del mundo. las áreas comunes están diseñadas para ser casuales y atrayentes. John Schoettler, el jefe de Real Estate de Amazon, aseguró a The Economist que él busca que estos lugares se sientan más como el living de casa. De esta manera, se completan con sillones cómodos, televisores y estantes con libros. Incluso algunos apuestan por fotos de los empleados, enmarcadas y con poses relajadas y sonrientes.
Según Randy Howder de Gensler, una firma de diseño, se cree que los trabajadores jóvenes son más productivos en ambientes como estos. Es que, al fin y al cabo, todo tiene que ver con la productividad. Si el empleado está cómodo, en un ambiente laboral relajado, que se siente como en casa, sin el estrés de reuniones incesantes, y una oficina fija con el jefe a la vista las 8 horas, baja la ansiedad y su productividad se dispara.
Pero como en todo, siempre hay desventajas. Si uno necesita localizar a un colega, tiene que recurrir a mensajes o mails, ya que no hay un espacio físico en el que siempre puede encontrarlo. También hay tensiones generacionales, según explicó Louise Mozingo,una profesora de Arquitectura en la Universidad de California, Berkeley. Los empleados de más de 40 sufren más la adaptación a este tipo de oficinas. Muchos de los empleados mayores de Facebook se quejan de que los espacios de trabajo son demasiado ruidosos y no pueden concentrarse, y varios de los empleados de Apple son reacios de mudarse a la nueva sede por el mismo motivo.
Las empresas, además, están ansiosos por probar sus propias tecnologías en sus oficinas. Nvidia Corporation instalará equipos para reconocimiento facial y cámaras que reconocerán la comida que los empleados toman de la cafetería. Inteligencia Artificial va a monitorear las idas y venidas, supuestamente con el objetivos de ajustar los sistemas de aire acondicionado y calefacción según la cantidad de personas.
Sin embargo, la información que las empresas podrán reunir de sus empleados, sus actividades y ubicaciones, será cada vez más detallada. Algunas de ellas se rehúsan a contar sus planes para el futuro debido a posibles preocupaciones acerca de la privacidad de sus empleados.
A fines de los '90, las empresas de la tecnología fueron pioneras en la incorporación de mesas de ping pong y ambientes de ocio. Hoy, la vida personal y la laboral parecen estar cada vez más conectadas, y la hipervigilancia está próxima de llegar. La oficina del futuro ya está en el horizonte, y, a pesar de su claro atractivo, queda esperar si sus desventajas superarán a sus desventajas.
LEA MÁS: