Descubrir una faceta nueva de un edificio antiguo y lleno de historia es una de las grandes alegrías para los curiosos que recorren el mundo en búsqueda de emociones. Desde la Torre Eiffel en París, el Castillo de Cenicienta en Disney o el Empire State en Nueva York, algunos de los
Una suite en la Torre Eiffel
Cuando Gustav Eiffel inauguró en 1889 la ahora icónica torre no fue para nada bien recibida por los franceses, que la catalogaron como un monumento al mal gusto. Hoy, como todos saben, la opinión es muy diferente, y las colas para subir a su cima parecen infinitas. Pero un lugar que no se pudo visitar hasta el 2015 es la suite secreta que incorporó Eiffel, que, con su cálido interior de madera y empapelado, ofrece un contraste severo con el exterior de hierro.
Un balcón prohibido en el Empire State
Con acceso restringido para casi todos los que llegan a visitar el Empire State, el edificio esconde un balcón privado secreto que ofrece vistas vertiginosas de la ciudad de Nueva York que yace debajo. Esta pequeña atracción es casi desconocida y llegan hasta allí personas que tienen un permiso especial. Generalmente se utiliza para guardar equipamiento electrónico, además de ser un acceso clave para tareas de mantenimiento. Lo cierto es que este pequeño lugar es bastante peligroso, ya que cuenta con una baranda baja que puede llegar a causarle vértigo hasta al más audaz. Se encuentra un piso por encima de la terraza de observación del piso 102.
Un cuarto secreto en Mount Rushmore
El escultor Gutzon Borglum creó el Mount Rushmore National Memorial para rendirles tributo a cuatro de los presidentes de los Estados Unidos: George Washington (1732–1799), Thomas Jefferson (1743–1826), Theodore Roosevelt (1858–1919), y Abraham Lincoln (1809–1865). Sin embargo, un dato sorprendente y poco conocido es que existe un cuarto escondido detrás de la cabeza de Lincoln llamado "The Hall of Records" donde se encuentra una bóveda de titanio que contiene retazos de la historia de Estados Unidos. La idea es que se pueda abrir dentro de miles de años para que "civilizaciones del futuro" puedan aprender sobre el pasado. No está permitido el acceso a turistas ya que es muy difícil de escalar.
Una habitación en el Castillo de Cenicienta
Starting off the week with some magic! #WaltDisneyWorld #MagicKingdom (Photo: @jhelms1)
Una publicación compartida de Walt Disney World (@waltdisneyworld) el
El Castillo de Cenicienta es la estructura más alta del Magic Kingdom y se alza 55 metros sobre la superficie. Tiene 30 metros más que el Castillo de la Bella Durmiente en el Disneyland de Anaheim, California. Además, el de Cenicienta esconde una suite secreta que no se puede reservar, sino que se usa como premio exclusivo en algún concurso muy ocasional.
Un club en la Grand Central Terminal
El techo del imponente vestíbulo de Grand Central en Nueva York es majestuoso. Puede apreciarse una obra basada en mapas astronómicos medievales, que fue pintada por el artista francés Paul César Helleu y el neoyorquino Charles Basing junto con un equipo de asistentes. Los signos del zodíaco, delineados en dorado, habitan sobre un fondo verde azulado que evoca los cielos otoñales e invernales de Grecia y el sur de Italia. Además, lo que muchos no saben es que en un rincón de este lugar abrió en el año 2010 el Vanderbilt Tennis and Fitness Club.
Un boliche en Pont Alexandre III
Debajo del célebre Pont Alexandre III, en París, Francia, se encuentra uno de los secretos mejor guardados. Los amantes de la noche y los aventureros pueden llegar a este ornamentado y fastuoso puente parisino y bajar por una escalera escondida que lleva a la disco Le Showcase.
LEA MÁS: