Ubicada en la isla San Martín, a orillas del mar Caribe, 240 kilómetros al este de Puerto Rico, se erige una fastuosa propiedad que pertenece a la larga colección de Donald Trump. El presidente de Estados Unidos compró en 2013 la mansión llamada Le Château des Palmiers.
La propiedad de poco más de 2 hectáreas, que tiene una casa principal y otra de huéspedes comprende un total de 11 habitaciones, en las que se destaca el lujo. En su símbolo máximo de la opulencia, resalta el dorado de cada uno de los ambientes.
Le Château des Palmiers, que tiene salida al mar caribeño, pese a que figura en una lista oficial solo disponible a la venta por petición, en otro sitio que recopila anuncios exclusivos, figura un precio de 28 millones de dólares.
La villa ofrece una gran y variada cantidad de comodidades. Más allá de la cercanía al mar, posee una amplia piscina climatizada, rodeada de sillones, que se enciende por la noche. El huésped se encuentra con un gimnasio altamente equipado, una cancha de tenis, una mesa de pool y una sala de entretenimiento.
En su interior la casa cuenta con una decoración con acabados de alta gama, detalles en oro, muebles suntuosos y una chimenea imponente. Ofrece una cocina con todo el equipamiento necesario, aunque se invita a los huéspedes a no preocuparse y confiar en el talento del chef a cargo.
Pese a que Trump no se encargó de los detalles de la mansión, incluyó su impronta personal desde 2013. El propietario no utiliza sus instalaciones, ni siquiera como un hogar donde vacacionar, sino que la alquila a un precio que varía según la época del año y cuál de las casas se trate. Precios que van de 6 mil y 28 mil dólares la noche.
En la descripción de la villa, se destaca "la sensación de aislamiento" que ofrece. "Las playas de arena blanca de la isla, la vida nocturna ecléctica y el clima templado lo convierten en una escapada ideal en el Caribe", remarca el sitio que se encarga de su alquiler.
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