Edificios como la Torre Eiffel o el Empires State Building son parte del espíritu de las ciudades en las que se erigen. La arquitectura define el estilo de una urbe, su eclecticismo y vibrancia. A continuación, cinco edificios y estructuras que vale la pena ver en vivo y en directo al menos una vez en la vida.
Chrysler Building, Nueva York
A finales de los años 20, el magnate Walter Chrysler se reunió con el prestigioso arquitecto William Van Alen con una comisión para que diseñe la nueva base de operaciones de su compañía en el corazón de Manhattan, Nueva York. Quería construir el edificio más alto del mundo, título que por 40 años y hasta ese momento ostentaba la Torre Eiffel en París: la estructura resultante, que adorna el skyline neoyorquino hasta el día de hoy- es el brillante testamento Art Decó de la época, con su corona de hierro radiante, ventanas cuyos reflejos estallan con la luz solar y motivos de decoración automotrices. Por 11 meses fue el edificio más alto del mundo, con 319 metros, hasta ser destronado por el Empire State.
El Puente de las Cadenas, Budapest
El Puente de las Cadenas de Budapest es la estructura más antigua que une las ciudades húngaras de Buda y Pest, que hoy conforman de manera conjunta la capital del país europeo. Este puente colgante es un ícono de la ciudad y uno de los más famosos a nivel mundial que se erige sobre el río Danubio.
La Filarmónica del Elba, Hamburgo
Luego de casi una década de construcción y un presupuesto masivo de mil millones de dólares, el fantástico y flamante teatro de la ciudad alemana de Hamburgo al fin abrió sus puertas al público este año. Se trata de la Filarmónica del Elba (Elbphilharmonie), y hace 9 años que Herzog & de Meuron, arquitectos ganadores del Pritzker, se encontraban a cargo de este proyecto que transformó un depósito de ladrillos abandonado en el distrito comercial de Hamburgo en uno de los salones musicales más impactantes del planeta. Esta construcción se ubica junto al río Elba, tiene 26 pisos y su diseño está inspirado en el movimiento del océano, lo que refleja con orgullo la herencia marítima de la ciudad alemana.
La Pirámide del Museo del Louvre, París
Diseñada por I.M. Pei junto con su estudio Pei Cobb Freed & Partners, la Pirámide del Museo del Louvre se encuentra en la entrada del museo más famoso del mundo, y es reconocido por su estructura piramidal de 20 metros construida con 673 paneles de vidrio laminado transparente. En un principio, fue recibida con hostilidad y fue criticada por su radical modernismo. Nacida como parte de la misión del presidente François Mitterrand de modernizar el Louvre a principios de los '80, la Pirámide de Pei logró transformar y traer al siglo XXI al emblemático e increíble palacio de más de 800 años.
Estación de Amberes Central, Amberes
Sin dudas, una de las terminales más impresionantes del mundo entero. La edificación de la Antwerpen-Centraal Station fue finalizada en 1905, y su estructura está adornada con más de 20 tipos de mármoles y piedras diversas. Pero quizás sus rasgos más distintivos sean sus ventanas arqueadas que hacen que la luz natural atraviese las plataformas e ilumine con gracia la terminal entera. Fue restaurada en el año 2009, respetando la integridad del proyecto original.
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