1.157 años después de su creación, Khizanat al-Qarawiyyin, la biblioteca más antigua del mundo, podrá visitarse luego de un arduo trabajo de restauración que se llevó a cabo a lo largo de cuatro años. Se encuentra en Fez, una de las ciudades imperiales de Marruecos, y es considerada como el centro religioso y cultural del país africano. Este edificio y sus contenidos antes eran sólo accesibles si uno era un investigador y académico, y sólo con cita previa y permiso expreso.
En la Medina, las callecitas plagadas de cúpulas y arcos remontan a los viajeros a épocas de la historia de la humanidad donde reinaban las dinastías y los que ocuparon Marruecos desde el siglo IX. En el centro de la plaza se encuentra la impresionante Khizanat al-Qarawiyyin, fundada hace más de un milenio.
Esta biblioteca tiene una larga y rica historia, y abrió originalmente en el año 859 d.C. como una mezquita. Fue construida por Fatima Al-Fihri, quien hizo uso de la herencia que le dejó su padre comerciante para financiar la Universidad de Qarawiyyin, la primera institución de educación superior del planeta y donde se encuentra dicha biblioteca, que incluye textos del Corán que datan del siglo IX. La restauración comenzó poco después de que el Estado Islámico y fanáticos yihadistas pusieran en peligro este patrimonio y de tantos otros en Siria, Irak y Mali.
En el 2012 el Ministerio de Cultura de Marruecos comenzó la restauración del edificio, que fue necesaria debido a que la vasta colección de textos religiosos y tratados filosóficos se estaban deteriorando debido al calor marroquí. La arquitecta a cargo del proyecto fue Aziza Chaouni, de ciudadanía dual canadiense y marroquí, famosa en el mundo por sus charlas TED sobre sustentabilidad y diseño.
"No quería que este edificio se convierta en un cadáver embalsamado", explicó la arquitecta. "Debe haber un balance armonioso entre el mantenimiento de los espacios originales de esta maravillosa biblioteca y el direccionamiento a las necesidades de los usuarios modernos, que incluyen estudiantes, investigadores y visitantes, y la adición de tecnologías nuevas y sustentables, como paneles solares".
Es por eso que Khizanat al-Qarawiyyin sigue manteniendo su esplendor de antaño, pero con unos toques del siglo XXI que sin dudas harán toda la diferencia. Las mejoras incluyen paneles solares para el uso de energía responsable y renovable, un nuevo sistema de alcantarillas, controles modernos de humedad, y aire acondicionado para controlar la temperatura que a lo largo de los años fue la mayor causal de deterioro del edificio en sí y de sus más de 4 mil manuscritos antiguos.
También se agregó un laboratorio ultra moderno y tecnológico en donde un staff especial se dedica a preservar y digitalizar los invaluables textos. Un sistema de seguridad computarizado y mejorado reemplazó, por otro lado, al tradicional método de llave y cerradura, para proteger a estas riquísimas piezas de la cultura e historia del mundo árabe.
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