El mercado de capitales es al mercado bancario lo que Uber es al taxi

Por Alejandro E. Bianchi

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Las plataformas de inversión permiten reducir los spreads elevados en el mercado.
Las plataformas de inversión permiten reducir los spreads elevados en el mercado.

Los inversores en Argentina suelen temerle al mercado de capitales. Cada vez que menciono la posibilidad de invertir a través del mercado de capitales, la respuesta de la gente que menos sabe de inversiones suele ser una frase hecha que he oído miles de veces: "Pero… ¿eso no es una timba?".

Nada más alejado de ello. De hecho, el mercado de capitales es un ámbito que cumple funciones idénticas a las del mercado bancario, donde sí, el común de la gente está acostumbrada a operar y por ello no tienen tal prejuicio. Ambos mercados tienen la función de ofrecer alternativas de inversión a aquellas personas con excedentes de liquidez y dar alternativas de financiamiento a aquellas personas con necesidades de efectivo. Es decir, ambos arbitran entre la oferta y la demanda de dinero, cuyo precio, es la tasa de interés.

Sin embargo, el mercado de capitales es al mercado bancario lo que Uber es al taxi. Esto se debe a que el mercado bancario es un mercado de intermediación, mientras que el mercado de capitales es uno de desintermediación. Es decir, aquellos inversores que utilicen el taxi para viajar, o el banco para invertir, estarán pagando un spread o diferencia a la compañía de taxis dentro del precio de su viaje o al banco en la tasa de retorno de sus inversiones. Este spread puede ser sumamente elevado. Por ejemplo, en Argentina, debido a los más de dos dígitos de inflación que hemos tenido en 60 de los últimos 70 años, el spread bancario ha sido enorme. Para ponerlo en números, entre 1993 y 2015, ha promediado un 12,45% anual.

En cambio, el inversor, podría tomar un atajo y saltearse a la compañía de taxis que se queda con un porcentaje entre el taxista y él. Ese es el concepto de la desintermediación. El inversor podría ir por el Uber de las inversiones, que no es otro que el mercado de capitales o como se conoce en la Argentina, "La Bolsa". Con Uber, Usted puede tomar su teléfono y pedir un auto particular, que le cobrará menos por el mismo viaje que haría con un taxi. Le cobrará menos puesto que no tendrá necesidad de dejarle un porcentaje a la compañía de taxis que contrata al chofer. Es decir, Usted ha eliminado el intermediario que se queda con una diferencia de la tarifa, que en el caso del dinero es una parte de la tasa de interés. Así, en el mercado de capitales, el Uber de las inversiones, el inversor podrá elegir prestarle directamente al Banco Central con una LEBAC, al Tesoro con un bono, a una empresa con una Obligación Negociable, un cheque o un fideicomiso.

Tanto el mercado de capitales como el bancario arbitran entre oferta y demanda de dinero, cuyo precio es la tasa de interés

Entre el deudor y el inversor pactarán la tasa, en un ámbito de negociación, "La Bolsa", y el inversor deberá pagar una comisión a un bróker. Dicha comisión puede ser tan baja como el 0,7% del monto invertido. Es decir, sólo una fracción del 12,45% que ha sido el spread bancario en Argentina para los últimos 22 años, para lograr el mismo objetivo: invertir.

Es importante entender que, al tomar Uber, Usted también está asumiendo el riesgo de viajar con un particular. Exactamente lo mismo pasa en el mercado de capitales. Usted está contratando directamente con el acreedor, salteándose al banco, y Uber o un bróker son simplemente plataformas que le permiten hacer eso. Entonces, es Usted y no el banco quien en este caso deberá tomar el recaudo de analizar al deudor y decidir si viajar o no con él. Así, también, al igual que en Uber, donde el chofer que repetidas veces defrauda a sus pasajeros será mal conceptuado y ya nadie querrá viajar con él, en el mercado de capitales aquel acreedor que no cumpla tendrá una mala calificación y ya nadie querrá prestarle su dinero.

¿Por qué tomarse entonces la molestia de bajarse una aplicación como Uber o abrir una cuenta comitente en un bróker? El hecho de que ambas partes contraten directamente hará más beneficioso el negocio para ambos. El chófer podrá cobrar más que si trabajara para la compañía de taxis y el pasajero pagará menos por sus viajes. ¿Todos ganan? ¿Cómo es eso? Bueno, no exactamente todos. La compañía de taxis no estará muy contenta que digamos ya que el pasajero y el chófer se han dividido entre ellos su ganancia. Ese es el caso también en el mercado de capitales, donde el inversor tendrá una tasa más alta que en el plazo fijo y el acreedor podrá financiarse a menor tasa que la que cobra el banco por sus préstamos. Es decir, entre ambos, se han dividido la ganancia del banco.

 

(*) Alejandro E. Bianchi, CFA. Es Gerente de Inversiones de  InvertirOnline.com

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