El dólar en la era Macri: de la megadevaluación al atraso cambiario

La liberación del cepo hace un año produjo un salto del dólar que le permitió recortar la brecha con la inflación. Pero en 2016 la divisa volvió a retrasarse frente al promedio de los precios

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El dólar se arrimó a
El dólar se arrimó a los 16 pesos, pero todavía no iguala el ritmo de la inflación (NA)

El gobierno de Mauricio Macri pudo identificarse en los primeros meses con políticas de "shock" desde el punto de vista económico. El fin de las restricciones cambiarias el 16 de diciembre de 2015, el pronto acuerdo con los holdouts y el retorno al mercado internacional de crédito definieron en poco tiempo una estrategia muy diferenciada de la de la gestión anterior.

Sin embargo, con el transcurso de los meses las limitaciones para profundizar las reformas, con una actividad económica deteriorada y enormes desequilibrios en precios relativos, pusieron freno a las iniciativas de Cambiemos. La inflación más alta desde 1992 –por el impacto de las tarifas y el arrastre de la emisión del año anterior-, la debilidad del empleo y las altas tasas de interés minaron cualquier atisbo de reactivación de la economía este año.

Así, el Gobierno debió resignarse a un "gradualismo" que no forma parte de sus convicciones, para mantener un déficit fiscal en torno al 7% del PBI, financiado con emisión de deuda.

En ese panorama negativo para la actividad general el valor del dólar quedó relegado a un segundo plano, aunque su nivel es trascendente para equilibrar la balanza de pagos (transacciones de comercio exterior, servicios y operaciones financieras con el mundo), en momentos en que el Gobierno enfrenta el dilema de encarar un giro en la política económica.

Con un mercado de cambios liberado de la represión de la administración de Cristina Kirchner el dólar aumentó con fuerza en diciembre del año pasado. A trazo grueso, la devaluación de diciembre de 2015 permitió a la divisa regresar al nivel de principios de de 2012, al reducir el atraso respecto de la inflación promedio, y quedar cerca del nivel de inicios de 2011.

Pero la suba de la inflación de 2016, por encima de 40%, volvió a postergar al dólar, que se encareció poco más de 20%, y ampliar la brecha, lo que varios analistas advirtieron como un regreso del atraso cambiario, explicado por elevados rendimientos en pesos promovidos por el BCRA y los volúmenes de dólares que llegaron con la emisión de deuda.

La divisa norteamericana aumentó un 64,7% en bancos al público, de $9,83 del 9 de diciembre de 2015 a $16,19 del miércoles último. En el mercado mayorista ganó 64,3% en el período, de $9,7375 a 16 pesos.

"El salto en el dólar que vimos lo entendemos como puntual y no como tendencia", sintetizó un reporte de Portfolio Personal, frente a "expectativas de inflación que se mantienen por arriba de las metas oficiales".

En cuanto a comercio de bienes y servicios con el exterior, al definir la "competitividad" del tipo de cambio en Argentina, es decisiva la evolución de la inflación y el dólar en los principales socios comerciales del país, como Brasil, China, Chile y bloques como la Unión Europea y el NAFTA. Si el movimiento de estas variables en el exterior convergen con las de la Argentina, la competitividad de la producción local puede resistir mejor el atraso del dólar respecto de la inflación doméstica.

Para Daniel Artana, economista jefe de FIEL, "la mezcla de dureza monetaria, blandura fiscal y atraso cambiario no dio los resultados esperados por el Gobierno en materia de actividad económica. Pero, a menos de un año de las elecciones de medio término, luce poco probable que se intente probar el camino alternativo de política fiscal más dura, acompañada de política monetaria más blanda", que a su entender, significará un "tipo de cambio más débil" en 2017.

El dólar debería subir un 26,6% para empalmar con el aumento promedio de los precios en los últimos 6 años

Si se analiza la evolución del índice general de precios y de la cotización del billete verde, en el período 2011-2015 la inflación acumulada fue aproximadamente de 247,8%, contra un aumento acumulado del dólar mayorista (referencia del comercio exterior) de 227,1 por ciento. Esa brecha de 20 puntos porcentuales implicaba que con un aumento extra de 8,3% el dólar hubiera regresado al nivel de "competitividad" que ofrecía al concluir 2010.

Ahora bien, al estimar la inflación acumulada en los primeros 11 meses de 2016 (+37,6%) y la ganancia del dólar mayorista en el período (+22%), la brecha entre la inflación acumulada y el avance del tipo de cambio se amplió a 79 puntos porcentuales en casi seis años.

Es decir que entre 2011 y 2016 la inflación acumuló un 378,6% (según el índice Congreso y el IPC de la Ciudad de Buenos Aires) frente a una suba del dólar de 299,1 por ciento. Hoy el dólar debería encarecerse un 26,6% para empalmar con el aumento promedio de los precios acumulado en los últimos seis años.

Charlie Supp, analista de mercados de BTL Plus, señaló que "volvimos a la zona de 16 pesos por dólar el dólar es un punto crucial, no solo en el espectro financiero argentino, sino para toda la sociedad y, por ende, siempre es un punto a hacer foco".

 
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