Para que quede claro de entrada: no creo que Trump sea el "cuco" que el establishment les quiso hacer creer a los norteamericanos, de hecho, no les creyeron. Mucha clase política estadounidense estaba aterrada de Trump porque él quizá venga a poner fin a tanto abuso gastador e improductivo. Ese mismo establishment dijo con el Brexit que los ingleses se habían equivocado, también en el referéndum de Colombia, dijo que los colombianos se habían equivocado y ahora ¿qué van a decir? ¿que los ciudadanos del país más importante del planeta con la democracia más sólida del mundo también se equivocaron? ¿Y saben una cosa que me parece maravillosa? Ni los políticos, ni la prensa, ni la religión, están pudiendo torcer la voluntad del ciudadano, este resultado me parece extraordinario, el ciudadano ya no le cree más a nadie y vota como lo siente en un acto de desesperada sinceridad, quizá. El "evento Trump" será oportunidad de compra en breve. Y ojo que en los próximos meses se vienen elecciones en Francia y Alemania. Ante este socialismo perdedor, ¿vuelve la derecha?
Son la 2 de la mañana del miércoles 9 de noviembre, un día histórico, con Trump sorpresivamente ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y yo con el honor de "tradear" junto a mis dos hijos este evento. Los saqué de la cama y les dije: ¿quieren 'tradear' el primer Black Swan de sus vidas? No acepté un "no" por respuesta, y aquí estamos los tres. Dado lo cansado y excitado que estoy no esperen una gran nota pero siento que no podía dejar de recibir a mis seguidores en la mañana de este miércoles históricamente caótico sin una reflexión breve e improvisada. Es más, este debe ser el séptimo u octavo Black Swan de mi vida, amo a cada uno de ellos porque la capacidad de enseñar que tienen es enorme, uno jamás se olvida de "tradear" un Black Swan y esto se lo digo a mucho académico que anda dando vuelta por el mundo diciendo que el active portfolio managementno sirve. A esa gente yo le respondo: ¿Qué le decís mañana a un cliente? ¿que ignoremos un S&P 5% abajo, total recuperamos a 30 años vista? Si hoy tu administrador de carteras te dice que no "hedgeó" nada, deberías despedirlo, así de simple. Por lo tanto, esta fue una noche de traders: los habladores, ya están durmiendo, como siempre.
Tengo la sensación de que Trump será mucho más coherente y moderado de lo que mostró en las elecciones y gobernará racionalmente, sin los muy criticables y nefastos sesgos con los que por momentos se mostró en la campaña, sesgos que aclaro, repudio y no apoyo. El sistema norteamericano, por ser robusto y formidablemente sólido, impedirá una locura "a lo Peronia". Lo cierto es, Trump es el resultado extremo de mucha frustración. Algo mal debió haber hecho la administración actual y las pasadas. No creo entonces que termine siendo el personaje odioso y altamente criticable que se mostró en campaña, sí creo que hoy es una incógnita formidable y por eso el selloff global. Por lo tanto, este artículo enfatiza más en el mensaje de frustración del ciudadano al status-quo actual, que en el personaje propiamente dicho.
Ni los políticos, ni la prensa, ni la religión están pudiendo torcer la voluntad del ciudadano
Vivimos en una sociedad en donde ir contra la hipocresía, contra la burocracia política y contra un statu-quo deficitario, holgazán, sin ideas y endeudado cae mal, porque corregirlo implicaría sacrificio, austeridad, sinceridad, trabajo y corrección. Ciertamente, nada de eso coincide con el espíritu nacional y popular de este mundo socialdemócrata y progresista en el que vivo. ¿Para qué corregir si podemos simplemente enchufarle el problema a la generación que viene? ¿Podremos alguna vez volver a observar democracias occidentales resolviendo sus problemas vía innovación, creatividad y aumentos de productividad en contraposición a aumentos de gasto público, deuda y déficit fiscal?
La victoria de Trump, ciertamente un candidato extremo y muy criticable por sus dichos y comentarios en varias dimensiones, es el resultado de la frustración que genera el gradualismo mentiroso y gastador, un gradualismo que caracteriza a casi todas las democracias occidentales con Estados Unidos y Europa a la cabeza del enguizgado. La crisis del 2008 nunca sinceró sus raíces originales. Lo único que ha hecho Occidente es tapar con una orgía monetaria un equilibrio real que no da para más. Y cuando digo "no da para más" no estoy insinuando una implosión inminente. Este desequilibrio ridículo de tasas negativas cortas y largas, de déficits fiscales inmanejables, desempleo crónico y bloques enteros endeudados al 200% del PBI puede perdurar por décadas enteras y esto es lo verdaderamente preocupante. Siempre detrás, una clase política haragana que genera en la ciudadanía la noción de una riqueza superior a la que se produce. Los mercados de renta fija son hoy la burbuja más enorme e incomprensible que pudieron observar los mercados mundiales: Suiza a 30 años rinde negativo y Japón hace lo propio a 16 años. Estamos en un mundo tan incomprensible por momentos que para ocultar lo indefendible los bancos centrales invirtieron el concepto mismo de valor presente. Pero cuidado, esto no fue gratis, hay mucha frustración social de una ciudadanía que observa a una clase política enquistada en el sistema que usufructúa del mismo sin resolver un solo problema de fondo. El Brexit y el "Trump event" no son casualidad: la inutilidad de la clase política actual es responsable de ambos eventos.
Vivimos en un contexto internacional mucho más peronista de lo que estamos preparados para aceptar. El gradualismo de Cambiemos es el reflejo de gran parte de las sociedades occidentales que, ante la opción: ajuste hoy o traspaso de los problemas hacia el futuro, votan y convalidan la segunda opción y más aún si son alimentadas por un Gobierno que promueve el gasto, el déficit y el endeudamiento por encima del trabajo y la productividad. Somos parte de una democracia occidental que se acostumbró a vivir por encima de sus capacidades, utilizando para ello dos artilugios familiares: política monetaria ultra laxa y endeudamiento a escala. Obviamente que la alquimia no existe en economía y alguien deberá pagar alguna vez los excesos de la generación actual. Hacer esto, es comerse la torta intertemporal y es hipotecar de deuda a la generación que sigue. Esta generación, la actual, prefirió monetizar el problema y disfrazarlo de deuda y tasa negativa ante la alternativa de resolver la misma vía incrementos de productividad y achicamiento de déficit. Pues bien, Reino Unido y EEUU, dos de los países de mayor liderazgo mundial, dijeron BASTA.
Este desequilibrio ridículo de déficits inmanejables y países endeudados al 200% del PBI puede durar décadas
Vivimos en una sociedad hipócritamente socialista y subsidiadora que olvidó la esencia básica de cómo generar riqueza. Nos acostumbramos a vivir por sobre nuestras capacidades y a ajustar nuestros problemas recurriendo a un Estado gordo, ignorante, deficitario, corrupto e ineficiente, como recurso de última instancia. Quizá para bien o para mal, estos dos eventos, intenten recuperar la esencia acuñada en la reducción del Estado, en el sacrificio y el trabajo como factor principal de generación de riqueza y en no desentendernos de nuestros problemas descargándolos en estados inútiles. El Estado no puede "taxar" al ciudadano a estos niveles, es absurdamente incomprensible. Quizá, lo que aconteció en Gran Bretaña meses atrás y lo de ayer en los EEUU, sea el comienzo de un proceso dolorosísimo de sinceramiento ante acuerdos políticos y económicos que no funcionan y sólo esconden burocracia, ineptitud e ineficiencia. Y no por ello estoy diciendo que Trump sea la decisión correcta. Lo que sí digo es que la absurda indecisión de las democracias occidentales desde hace décadas generan estos resultados políticamente extremos y ahora, con consecuencias impredecibles. La sociedad trabajadora y pagadora de impuestos en Europa, en EEUU, y en Argentina está harta de bancar siempre a los mismos inútiles que sólo saben resolver problemas gastando de más. Sería útil que Cambiemos, que el peronismo opositor y toda la sociedad argentina tomen nota del Brexit y el "Trump event". Algo está cambiando y nosotros ni nos dimos cuenta todavía. El mundo está empezando a decirle basta a un establishment político internacional responsable de un status quo que ya no da para más: si el Estado no puede mejorarle la vida al ciudadano, hay que cambiar. Cambiemos: ¿estás comenzando a entender?
(*) Germán Fermo. Ph.D. in Economics, UCLA, Máster en Economía CEMA. Actualmente se desempeña como como Head de Estrategia de Argenfunds, Director de MacroFinance y como Director de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella.