En un día claramente dominado por las expectativas del resultado de las elecciones en los EEUU, por el impacto que un posible cambio de gobierno podría generar en la economía mundial en general, y más aún en la región, el Banco Central de la República Argentina sorprendió a los analistas locales con el reinicio del ciclo bajista de las tasas de interés de las Lebac.
"Las expectativas de inflación para el año próximo bajaron levemente. Además se observó una reducción mayor en las expectativas a 12 meses, debido, en parte, a que quedó atrás el incremento transitorio de la inflación de octubre asociado al precio del gas. Incremento, que tampoco modificó las expectativas de inflación para el último bimestre del año. Las estimaciones y los indicadores de alta frecuencia de fuentes estatales y privadas monitoreados por el Banco Central sugieren, para noviembre, una evolución en línea con el sendero de desinflación previsto por la autoridad monetaria", explicó el directorio del BCRA en el clásico comunicado semanal de Política Monetaria.
La sorpresa del mercado surgió porque horas antes legisladores de la oposición difundieron la bautizada Inflación Congreso de octubre, la cual arrojó una aceleración a 2,9%, por efecto del reajuste de las tarifas de gas domiciliario, similar al 2,8% que midió el Instituto Estadístico de los Trabajadores (CGT), aunque excluido ese impacto, la suba del índice general de precios al consumidor se hubiese ubicado en torno a 1,5% en el mes, a un ritmo levemente inferior al 20% al año.
La autoridad monetaria inyectó liquidez al mercado por poco más de $6.000 millones
En ese contexto, el BCRA decidió bajar su tasa de referencia de las Lebac a 35 días en 50 puntos básicos, a 26,25%. A su vez, como parte de la transición a la tasa de pases a 7 días como tasa de referencia, que se producirá en enero, el BCRA decidió alinear el centro del corredor de pases al mismo valor, de 26,25%, tanto para 1 como para 7 días.
LIBERACIÓN DE PESOS AL MERCADO
Aclara la entidad en que a la licitación de las Lebac se presentaron propuestas por un valor nominal de $86.892 millones, de las que aceptó $85.051 millones, lo que "implica la renovación parcial del vencimiento que era de VN $89.128 millones y una baja en el stock en circulación por VN $4.077 millones, generando una expansión de la base monetaria de $6.919 millones".
De este modo, el Banco Central se prepara para enfrentar la clásica demanda de pesos de fin de año con flexibilización de la política monetaria, sin resignar el objetivo que las tasas de interés se mantengan por arriba de la inflación proyectada a un año, para contribuir a recrear el ahorro en la moneda nacional, en detrimento del atesoramiento de moneda extranjera.
Al mismo tiempo, esa estrategia podría contribuir a poner freno a la acelerada apreciación del peso que inquieta a los exportadores de manufacturas, porque si bien saben que deben hacer esfuerzos para elevar la productividad para ganar competitividad sin depender del tipo de cambio, aseguran que los resultados no podrán ser inmediatos.