—Hay un tema que siempre preocupa en la Argentina, usted lo ha vivido como Director Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA) y supongo que como secretario de Industria también, que es el valor del dólar. ¿Es competitiva la Argentina con este tipo de cambio?
—Habló de costos no salariales.
—Sí.
—¿Se empieza a hablar de una reforma laboral parecida a la de Brasil? ¿Hay que plantear que son diferentes la Argentina y Brasil? Digo, ¿La reforma laboral figura en la carpeta de estos empresarios con los que se reúnen habitualmente?
—Yo diría que más que la reforma laboral lo que nos dicen los empresarios es la enorme preocupación que tienen por lo que tiene que ver con los juicios y por la litigiosidad que hay en el sector, en todo el sector empresarial, en el industrial en particular. Por eso el cambio que propuso este Gobierno para la Ley de Riesgos de Trabajo, que requiere la aprobación por parte de los gobiernos provinciales o la adhesión de los gobiernos provinciales, es central. Y hasta ahora se está demorando esa adhesión, por eso el Presidente está permanentemente y con el ministro Cabrera estamos permanentemente pidiendo esa adhesión. Porque tiene implicancias gigantescas. Porque hay cientos de este tipo de casos, un empresario, una empresa que pagaba 3, 4 por ciento de alícuota de ART por los juicios que se le hicieron, espurios muchos de ellos, 50 juicios juntos con la misma patología, una cosa que uno se da cuenta que hay algo extraño detrás, la alícuota le pasó del 4 por ciento a casi el 20. Es decir cuántos años de mejora de la productividad implica eso. Entonces nosotros estamos muy focalizados en resolver ese tipo de problemas porque son los que en última instancia le dan sostenibilidad en el tiempo.
—¿Cómo encontraron la industria argentina cuando asumió el gobierno de Mauricio Macri?
—Teníamos una industria que hace casi 3 años que no crecía. Si uno mira los indicadores, te diría fines del 2014, principios del 2013, la industria estaba estancada, venía con muy bajos niveles de crecimiento o directamente con caídas. Adicionalmente, en un contexto macroeconómico que todos conocemos, con cepo dólar desdoblado, con un conjunto de condiciones macroeconómicas que eran contrarias a un desarrollo de mediano plazo en el sector industrial, con imposibilidad de girar divisas, con dificultades para comprar insumos. Adicionalmente con un factor importante que es que con esta estructura de tipo de cambio desdoblado, que nos olvidamos -parece que hiciera 20 años pero hace nada más un año y medio.
—Claro, eso quería preguntar, esa estructura de tipo de cambio desdoblado cuando llegaron ustedes había un dólar de 9.50, un mercado oficial o el famoso dólar ahorro y por el otro lado un dólar en un mercado digamos paralelo llamado ilegal que estaba prácticamente en 15 pesos. ¿Cómo repercutió eso cuando ustedes asumen en el poder de capacidad de crecer de la industria argentina?
—Fue muy complejo. Con un elemento adicional que es que todos sabían que ese dólar a 9 con un dólar que en el mercado estaba a 15 pesos en ese momento era un mercado que tenía en algún momento ir a una situación de normalidad si el país salía realmente. Entonces lo que ocurría era una cuestión de que la gente compraba dólares a 9 pesos comprando bienes, o en el caso de los sectores industriales anticipando compras. Con lo cual hubo un proceso de sobrestockeamiento muy, muy fuerte en el sector y de adelantamiento de consumo por otro lado especialmente en los bienes durables. Entonces eso generó una situación en la primera mitad del año compleja porque al haberse reacomodado el tipo de cambio a un valor más realista, lo que hizo fue postergar decisiones de compra del lado del consumidor y también por el lado de los empresarios que recién ahora se comienzan a observar.
Teníamos una industria que hace casi 3 años que no crecía.
—¿El consumidor compraba un dólar de aproximadamente 9 pesos y por el otro lado el industrial se estaba también stockeando o adelantándose a una futura devaluación a lo mejor también a ese dólar también que podía comprar desde las autorizaciones de las declaraciones juradas de importación de 9 pesos?
—Absolutamente. Lo cual generó una distorsión muy, muy fuerte, y eso tuvo indudablemente un impacto cuando las variables se reacomodaron. Y bueno, eso como decíamos tuvo también un impacto en el nivel de actividad industrial yo te diría particularmente en el primer semestre del año. Por eso uno empieza a ver, si mira la serie estadística independientemente del dato del mes de junio que fue muy positivo, que la caída del sector industrial que fue pronunciada en el año 2016 se empieza a revertir en el mes de noviembre del año pasado. Nosotros ya empezamos a ver un cambio de tendencia en el mes de noviembre del año 2016. Ese cambio de tendencia pasa a signo positivo en el mes de mayo y se transforma en, yo diría, consolidándose positivamente en junio con un crecimiento del 6.6 por ciento.
—Eso explica que los famosos brotes verdes, esos que adelantó Alfonso Prat-Gay cuando era ministro, se retrasaran mas de un semestre.
—Si, en una gran parte la salida de la recesión se retrasó por ese problema. El EMAE de mayo que es el que mide la actividad económica, el PBI, fue del 3,3 %, el EMI que mide la producción industrial en junio aumentó un 6,6 % y hay que remontarse a unos 4 años atrás para ver un número de esa dimensión. Antes de hablar del dato específico, el gran desafío que tenemos en la Argentina, y en el sector industrial en particular que es el que me toca, que tengamos tasas de crecimiento del orden del 3, 4 por ciento en forma sostenida en los próximos 10 años. Este es el objetivo digamos. Y para eso tenemos que trabajar muchísimo y estamos trabajando mucho. Yo creo que el resultado para este mes es muy pero muy positivo. Hay un dato adicional que es que de los 12 sectores hay 11 que crecen y solo uno cae. Muchas veces las estadísticas esconden ponderaciones cuando vos tenés un sector que crece muchísimo y los otros no. En este caso la gran mayoría de los sectores, once de los doce sectores que mide el INDEC, crecieron.
—¿De esos doce sectores que nombra hay uno que le fue mal. ¿Qué sector es?
—Es el sector textil. Es al sector que más le está costando remontar la caída del año pasado, textil y calzado son los dos sectores que más les está costando. Fundamentalmente ahí hay todo un debate sobre si es el impacto de las importaciones, y la realidad es que lo que más está impactando es la caída del consumo. Esto es innegable, ha habido una caída del consumo de estos dos bienes. Nosotros estamos llevando adelante un conjunto de medidas en varias líneas para ayudar en esta situación; para activar la demanda sacamos un plan que es el Plan Ahora 3, Ahora 6, que está específicamente focalizado en estos dos sectores, que está dando buenos resultados y de alguna manera está sosteniendo la demanda. Lo que esperamos es que haya un cambio de tendencia en los próximos meses junto con alguna moderación de los precios también que es un factor importante.
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—¿Cuáles son los sectores que ven desde la Secretaría de Industria como los más dinámicos, como los que a la larga después llegan a mostrarse en el común de la gente digamos?
—Ya le digo cuáles pero antes te digo por qué, que me parece también importante. Yo creo que hay tres factores que están actuando y explican cuáles son los sectores que se están dinamizando. Tres cosas muy cortas; la primera, hay un reordenamiento de las variables macroeconómicas. Hubo incertidumbre el año pasado, este año esa incertidumbre se está empezando a disolver y esto afectó muy positivamente.
El segundo es un conjunto de medidas que se tomaron que van desde la Ley Pyme, que es reducción de impuestos concretos para un conjunto muy amplio de sectores, el aumento de los derechos de exportación, la eliminación de los reintegros, la eliminación o la ampliación del plazo para liquidación de divisas cuando exportás, el Plan Ahora 3, Ahora 6 y la obra pública. Estos son factores de decisión que tomó el Gobierno para ir no solamente motorizando en el corto sino mandando señales para el largo plazo. Y el tercer factor muy importante para mí es la detención de la caída de Brasil. Vos sabés muy bien que la industria tiene un grado de relación con Brasil muy, muy fuerte, cuando Brasil cayó y como sabés que ha tenido la crisis política-económica más importante de los últimos años, eso tuvo un impacto absolutamente en el sector industrial.
—Claro, eso por parte digamos de la obra pública que impacta en el sector privado. Pero digo, ¿en sectores que vos digas del sector privado?
—Maquinaria agrícola. El sector automotriz que está creciendo, después de un período de caída está creciendo y también se está reactivando con las nuevas inversiones que se están llevando adelante. Todo lo que tiene que ver con energía también está creciendo fuertemente. Hay un muy buen dato que es el crecimiento del sector alimentación, creció 3,2 por ciento pero con una característica que es que la molienda de soja que tiene un peso relativo sobre el sector muy fuerte tuvo una caída por cuestiones climáticas, que no pudieron llegar los camiones al puerto, y por cierta retención que hubo también por parte de los productores, con lo cual es muy probable que esto se empiece a recuperar a partir del mes de julio, agosto…
— ¿Cuándo se va a notar que la economía se está recuperando y que los números que da el Gobierno a mí me van a ayudar a crecer, a tener un mejor salario?
—Hay algunas cuestiones paradigmáticas, para llamarlo de alguna manera, porque uno ve algunos indicadores o la recuperación de algunos sectores como el sector de motos, que es un sector que está orientado a un segmento popular, está creciendo a tasas del 50 por ciento. Los créditos hipotecarios, que están creciendo a una tasa también muy pero muy significativa. Alimentación, que también está creciendo lo cual tiene un correlato también con el consumo. Digo, siempre hay si querés entre una situación de caída de consumo y de recuperación siempre hay como un gap, hay un tiempo en el cual esto empieza a, si querés, notarse desde el punto de vista más global. Yo creo que en la medida en que sostengamos este crecimiento, que seguramente vamos a sostener, esto se va a empezar a notar rápidamente.
—¿Cómo analizan desde su Secretaria lo que pasa con las importaciones en la Argentina desde que ustedes asumieron?
—Creo que hay que hacer referencia a lo que pasaba en el año 2015. En el año 2015 con restricción de divisas, con Declaraciones Juradas de Autorización de Importaciones (DJAI) para las casi 10 mil posiciones arancelarias que había en Argentina, hubo una restricción de importaciones muy pero muy fuerte. Nosotros tuvimos que salir de esa situación porque había un fallo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que obligaba a la Argentina a salir el 31 de diciembre del año 2015 de esa situación. Hubo un incremento de importaciones, es cierto, pero en la gran mayoría de los casos el impacto que tuvo ese incremento de importaciones sobre el total del consumo ha sido bajo.
Al sector textil es al que le está costando más remontar
—La Argentina tuvo en junio uno de los déficits comerciales más altos de la historia y en particular con Brasil, y eso dice mucho de lo que es el sector industrial y el déficit de la industria. ¿Cómo lo analizan ese problema?
—Una parte muy importante del déficit comercial con Brasil está dado por el sector automotriz. Si vos analizás los componentes, gran parte viene de ahí. Ahora, qué es lo que ocurre, ahí se están dado dos situaciones y te cuento qué es lo que estamos haciendo para resolver en el largo plazo. La Argentina especializó su producción automotriz de alguna manera, particularmente en autos de alta gama y en pick ups. La Argentina para es el séptimo exportador mundial de pick ups y creo que va a terminar siendo el quinto o el cuarto en los próximos años con las nuevas inversiones. Brasil deprimido que baja de casi 3 millones y medio de unidades a 2 millones y Argentina creciendo generó un desbalance, hoy las casi 800 u 850 mil unidades que se van a vender en la Argentina mucho tienen que ver con productos que no se fabrican en el país. Entonces esto genera un desbalance que es temporario. ¿Por qué? Porque desde el año pasado nosotros hemos impulsado el desarrollo de nuevas inversiones, están entrando a partir de fines de este año y el año que viene nuevos modelos producidos en la Argentina por FIAT, por Peugeot, por Renault Nissan. De manera tal que esta situación va a ir equilibrándose.
—¿Cómo están el resto de los sectores en general?
—Yo diría que obviamente la situación de Brasil complica pero no estamos notando particularmente en algunos sectores que puedan ser muy sensibles como por ejemplo el sector de maquinaria o maquinaria agrícola, una preocupación fuerte particularmente por lo que mencionaba hoy respecto al sector textil. Pero en la medida en que haya una buena demanda la capacidad de abastecimiento de Argentina se complementa con la de Brasil. Con lo cual no estamos viendo dificultades muy sustanciales.
—¿Cual es tu principal anhelo en esta gestión en la Secretaria de Industria? ¿Qué te gustaría ver que se hizo bien o que te parece que se necesita para que la industria reactive bien en la Argentina?
—Lo resumo, condiciones para que la industria se instale, se inserte en el mundo con un modelo de producción diferente. Y a qué llamo diferente, más allá de que hay muchas industrias en la Argentina que cumplen con estas características, si la Argentina no quiere ser un país de salarios bajos y creo que es el anhelo de toda la sociedad y es la decisión que ha tomado la sociedad, la única forma es que vos tengas una estructura productiva diferenciada, de alta tecnología, con incorporación de capital, con industrias 4.0. Es la única manera en la que nosotros vamos a poder competir con salarios altos en el mundo. Yo vengo de Europa, vengo del País Vasco, apellido Etchegoyen te imaginás que me tira un poco. Si nosotros logramos sentar las bases de política industrial y las instituciones que apoyen esta política para que la Argentina y la industria se encaminen hacia ese futuro, yo me doy más que por satisfecho por este paso por la función pública.