Encumbrados funcionarios, desde Federico Sturzenegger hasta Mario Quintana, pasando por Nicolás Dujovne, incluso el presidente Mauricio Macri, salieron a aclarar que no estaban preocupados por la escalada del tipo de cambio. La suba de la divisa era una condición necesaria, de hecho, para salir del atraso cambiario. No obstante, el viernes hubo distintos contactos cruzados entre el BCRA, jefatura de Gabinete y el ministerio de Hacienda para evaluar el recorrido del tipo de cambio. No pasó desapercibido en los despachos oficiales que aun con una tasa de interés más alta en pesos o incluso con mayor volumen de liquidación de divisas de los productores sojeros, el dólar continúa su escalada.
Con la inflación acumulada en los últimos 12 meses, no debería sorprender un dólar cercano a $ 17,50, nivel que rozó el mayorista sobre el cierre de la semana. El minorista tocó los $ 17,60 y en algunos cambios se llegó a operar a $ 17,70. El "blue" también tomó cierto impulso y cerró a $ 18. El impulso reflejó lo que en el mercado ya denominan "dólar Cristina". Es decir la búsqueda de cobertura ante encuestas que dan cada vez más firme la posibilidad de una victoria de la ex presidenta en la Provincia de Buenos Aires. Todo indica que es la que mejor posicionada está al menos para triunfar por estrecho margen en las elecciones primarias. El escenario podría variar hasta octubre, pero ya representaría un llamado de atención para los inversores, que masivamente decidieron poner el freno de mano. Y esperar hasta que aclare.
No es el valor de la divisa lo que preocupa en la Casa Rosada, sino la aceleración. En las últimas cinco semanas subió 9,3%. En el mercado ya lo denominan “dólar Cristina”
La suba del dólar acumuló en 5 semanas, desde el 14 de junio hasta el viernes último, un 9,3%. El problema no es el récord nominal que acaba de tocar, sino la velocidad del incremento. Sería un error desestimar el impacto que semejante salto podría tener en la inflación, en medio de las dificultades del Central para conseguir resultados concretos. Hay un aumento de los insumos en dólares y podría esperarse algún impacto en la tasa de los créditos, ante las pérdidas que tuvieron los bancos posicionados en Lebac y otros activos en pesos.
Desde el Banco Central ya dejaron en claro que no intervendrán en forma directa para frenar la suba de la divisa. Y que en todo caso lo que les preocupa es bajar la inflación y no el tipo de cambio. Pero dejar que el tipo de cambio siga su camino alcista por la incertidumbre electoral resultaría peligroso incluso para el propio resultado que precisa Cambiemos. Si además de las dificultades para reactivar el consumo y bajar la inflación se suma cierta sensación de descontrol cambiario, el efecto podría ser todavía más negativo. Todos los estudios de opinión muestran que la economía será un factor central en esta elección.
Por eso, la idea del Gobierno es ponerle un freno a esta escalada del tipo de cambio aún sin la ayuda del Central, que no saldrá a vender reservas ni piensa subir más la tasa de interés. La única opción por el momento, entonces, es aumentar la oferta de dólares para hacer frente a la mayor demanda por parte de inversores que quieren esperar la elección sin sobresaltos.
YPF saldrá a vender los dólares de su última emisión de bonos en el mercado cambiario. Son USD 750 millones que ayudarían a frenar la divisa.
Esas divisas que se sumarán a la oferta del campo provendrán de la colocación realizada por YPF a mediados de la semana pasada, por USD 750 millones. Los fondos entrarán esta semana al mercado local y la previsión es que a partir del martes empiecen a ser vendidos en forma gradual en el mercado oficial. Sería entre USD 50 y 100 millones diarios, según como venga la demanda. Pero la expectativa es que esta oferta adicional de divisas alcance como mínimo para ponerle un freno a la divisa e incluso hacerla bajar un poco hasta llegar a los comicios del 14 de agosto. YPF es una compañía pública con mayoría del Estado nacional. Y aunque se maneja como una compañía privada, al menos en este caso el interés de la petrolera estará más que alineado con las urgencias de la Casa Rosada.
A última hora del viernes los principales operadores de divisas en los bancos ya habían sido informados sobre esta oferta adicional de divisas que tendrá el mercado en los próximos días. Una suba del dólar de 10% fue lo que ocurrió durante el Brexit en agosto del año pasado. Y luego retrocedió casi hasta el nivel previo.
Ahora nadie espera que el dólar baje nuevamente, pero al mismo tiempo sería inconveniente que continúe escapándose, al menos hasta las PASO.
Desde del 14 todo dependerá del resultado de las primarias y qué lecturas haga el mercado. Pero posiblemente nada resulte tan contundente como para sacar grandes conclusiones. En definitiva, seguirán los altos niveles de incertidumbre que tanto inquietan a los inversores y a los empresarios.