Ya se otorgan $3.000 millones por mes de créditos hipotecarios ajustados por UVA

El Gobierno estima que para fin de año el flujo será de $5.000 millones mensuales. Por qué el índice de inflación nacional es buena noticia para los deudores.

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La banca oficial se muestra
La banca oficial se muestra muy activa en el otorgamiento de las líneas para la primera vivienda

Los préstamos ajustados por UVA (es decir de acuerdo a la inflación) aparecieron tímidamente en abril del año pasado, impulsados por el titular del BCRA, Federico Sturzenegger. Pero lo que nació como un producto que generaba muchas dudas se va afianzando en el mercado.

Según datos oficiales, en junio se otorgaron $2.621 millones en préstamos que indexan por inflación, en comparación con los $1.650 millones de mayo. Pero el dato más notable es que sólo en la primera semana de julio se otorgaron $850 millones, que extrapolados a todo el mes arroja más de $3.000 millones. La cifra sería un récord absoluto desde que arrancó en esta modalidad, donde se advierte el impulso que le está dando la banca oficial.

La principal ventaja que tiene para el público este tipo de líneas es que permite arrancar de una cuota mucho menor, con lo que el crédito se vuelve más accesible. Y en muchos casos también permite acceder a una vivienda más grande. Para el banco que otorga el préstamo también hay aspectos muy convenientes, porque al permitirse la indexación no corre peligro de una pérdida de capital por prestar a largo plazo en pesos.

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El Informe sobre bancos que divulgó el Banco Central también destaca que desde abril de 2016 se otorgaron $16.000 millones ajustados por UVA, pero una parte fue destinada a compra de autos o directamente créditos personales. El 68% del total, no obstante, tuvo como destino los préstamos hipotecarios.

Desde abril de 2016 se otorgaron $16.000 millones ajustados por UVA

El gran objetivo del Gobierno es que el otorgamiento de este tipo de líneas permita ir masificando el acceso a la vivienda, uno de los déficits más importantes de la economía argentina. Mauricio Macri había prometido en campaña otorgar un millón de  créditos hipotecarios, una promesa que podría cumplirse pero a lo largo de ocho años. Y es indudable que se trata de un factor no menor pensando en las próximas elecciones legislativas.

La baja de la inflación debería alentar un incremento en el otorgamiento de créditos ajustables por UVA

Los bancos públicos son los que se muestran más agresivos, especialmente con la nueva línea a 30 años. Pero la banca privada también está aumentando la cantidad de préstamos que otorga mensualmente. Claro que en este caso debe repartir más el juego con otro tipo de financiamiento, como préstamos personales y PYME. Un dato relevante es que ya en la ciudad de Buenos Aires el 22% de los inmuebles que se compran se pagan con créditos hipotecarios, cuando hace sólo un año ese porcentaje era ínfimo.

Una de las claves para que siga creciendo el crédito hipotecario ajustado por UVA es que la inflación mantenga un sesgo descendente. Esto provocaría que la indexación resulte menor. En otras palabras, que el capital del crédito aumente menos, aliviando la situación de los deudores.

La suba del dólar, como contracara, es una mala noticia, ya que pese a que volvió a bajar se ubica muy por arriba del nivel de tres semanas atrás. Se requiere de más endeudamiento en pesos para poder comprar el inmueble, que casi con seguridad está tasado en moneda dura.

Tanto la banca pública como privada están empeñadas en hacer crecer el segmento hipotecario. El Plan Procrear, que ahora deben financiar los bancos, también va en la misma dirección

La decisión del Gobierno de empezar a calcular la cláusula de ajuste según el nuevo índice de inflación nacional es una buena noticia para los deudores hipotecarios. Esto se debe a que no tendrán que estar asumiendo en la indexación del capital los aumentos de tarifas que exclusivamente sucedan en la zona metropolitana. Se supone que el índice de inflación nacional tendrá al menos en los próximos dos años de ajustes tarifarios un aumento menor que el correspondiente a Buenos Aires y GBA. En ese sentido, para el deudor implicaría un pago menor de las cuotas del préstamo.

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En el mismo trabajo se destaca que el crédito viene creciendo a un ritmo mucho más rápido en lo que va de 2017.

En mayo el saldo de financiamiento total al sector privado se incrementó nominalmente 3,8%, equivalente a 2,1% al ajustar por inflación, acumulando 37,9% interanual desde el punto de vista nominal y 10,7% real (es decir una vez descontada la inflación).

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