El movimiento del turismo internacional volvió a resultar crecientemente deficitario para la Argentina, tanto en lo que respecta a personas, como más aún en términos de divisas, y contribuyó a alimentar las críticas de economistas y políticos de la oposición al Gobierno, porque aseguran que la causa primaria es cierto atraso cambiario.
Se sabe que un dólar bajo tiene como correlación inmediata un costo argentino alto, en particular de los salarios, fenómeno que afecta la competitividad y que alienta más el gasto fuera en el país, que internamente. Más aún, cuando a esa variable, aunque ahora es flotante, se le agrega una carga impositiva que se ubica entre las más altas del mundo, y en particular de la región.
Como ese escenario no cambia, al menos significativamente, con un Gobierno que ha decidido mantener el gradualismo como base de su política económica, no sorprende que mes a mes tanto la Encuesta de Turismo Internacional del Indec, como el balance de divisas que hace el Banco Central de la República Argentina, acuse sendos y crecientes déficit respecto de los que registraron en igual período del año anterior.
En personas mayo se cerró con un total de 169 mil llegadas de turistas no residentes, cifra que representó un crecimiento interanual de 3%; y 304,9 mil salidas de residentes a diferentes destinos, lo que significó un aumento de 15,4%. El saldo resultó negativo en 135,9 mil personas, se elevó más de 35 por ciento.
La estadía promedio de los turistas no residentes fue 11,6 noches, más larga por parte de los provenientes de Europa, 21,9 noches, seguida por Estados Unidos y Canadá, 15,5 noches, y países del Resto de América, 14,5 noches.
Los extranjeros vienen por menos de 12 días promedio, y los argentinos se quedan fuera del país más de 14 días
Mientras que el "dólar barato" hizo que fuera mayor la permanencia en el exterior de los argentinos que salieron: promedió 14,1 noches; más extensa en Europa, 21,4 noches; que en Estados Unidos y Canadá, 14,9 noches.
La concurrencia de más residentes en el país que viajan al resto del mundo que los que llegan de visita, y la mayor tasa de estadía de los primeros, explican que mientras la brecha entre los primeros es de un 60%, en términos de movimiento de divisas se amplía a más de seus veces.
En el acumulado de los primeros cinco meses, el Indec registró un saldo negativo en el flujo de poco más de 666 mil personas, 167 mil más que en igual tramo del año anterior, como consecuencia de ingresos que se incrementaron apenas 2,9% y salidas que crecieron 13,6 por ciento.
En tanto, en divisas, el Banco Central anotó un rojo de USD 4.734 millones, USD 1.230 millones más que en similar tramo del año anterior.
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