Algunos prefieren bosque verde. Otros hablan de brotes del mismo color. No importa el sustantivo: el Gobierno asegura que los indicadores de la economía son más positivos que antes, que muestran una recuperación y que son cada vez menos los sectores que están en rojo.
Hay dos estudios importantes que utilizan los funcionarios y que incluso llegan al despacho del presidente Mauricio Macri cuando solicita un panorama de lo que está sucediendo en la economía argentina. Uno es el que coordina el ministerio de Hacienda, que analiza ochos sectores y que confeccionó por primera vez en mayo con datos de enero a abril.
El otro es el del ministerio de Producción, que realiza la secretaria de Transformación Productiva y es más conocido como el "monitor de la economía real".
Con un semáforo con más verdes que rojos, el último informe destaca una suba del 35% interanual de las importaciones de bienes de capital en marzo, una suba del 11% en la construcción luego de 14 meses de baja y un crecimiento del 15% en la producción de acero en abril. "El campo fue lo primero que comenzó a traccionar en agosto del año pasado, y ahora vemos que la industria está creciendo", aseguraron a Infobae fuentes del ministerio de Producción.
Pero el consumo no repunta y es uno de los indicadores que siguen de cerca desde el Gobierno de cara a las elecciones legislativas de octubre. El año pasado terminó con una caída del 4% y el primer trimestre continuó en rojo, en torno al 2% según las mediciones del sector privado.
Una caída sobreestimada
Más allá de que reconocen su descenso, el Gobierno hoy cree que existe una "caída sobreestimada" en el consumo, y ante todo consideran que hay un "collage de datos" que no siempre se corresponden con la realidad. Es por eso que ya se encuentra en conversación con equipos técnicos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) para ampliar la medición oficial sobre el consumo.
¿Esto qué significa? Por ejemplo, el instituto midió históricamente las ventas de supermercados y shopppings, pero no mide cómo se consume en los mayoristas, una tendencia que creció en los últimos años con la inflación y se afianzó este año.
"Hay más consumidores que van al canal mayorista y abandonan los hipermercados. Eso no está reflejado", aseguran desde el ministerio, basándose en los datos de la consultora Kantar Worldpanel: las compras por este canal aumentaron un 32% en el primer trimestre. En el caso de los supermercados, el Indec mide las superficies mayores a 1000 metros cuadrados, y allí es donde el Gobierno ve un dato sesgado.
Por ahora son conversaciones para ampliar la medición oficial, pero también se vienen cambios en las mediciones privadas. Fabián Tarrío, nuevo titular de Came, se acercó al equipo de Francisco Cabrera para saber cómo podían mejorar las mediciones en los centros de compra que monitorea la cámara, y que suele recibir críticas de economistas y especialistas del sector. Es que esos datos son claves para saber cómo está reaccionando el consumo en los comercios a la calle y pymes.
Con todo, el gobierno de Cambiemos no niega la caída del consumo y estima que la "fuerte reactivación" se verá en el segundo semestre, y parafrasean al especialista Guillermo Oliveto para describir la situación actual. "Seguimos con precios nuevos y salarios viejos. Hay que esperar a que cierren todas las paritarias para ver el impacto".
“Hay más consumidores que van al canal mayorista y abandonan los hipermercados. Eso no está reflejado”.
El camino que busca Macri para la economía es que haya un modelo más balanceado entre consumo, inversión y sector externo, y que no se dependa tanto del primer indicador para crecer. Pero el escenario en el corto plazo es más complicado: un 71% del PBI se explica por consumo.
También hay una visión de que "la población redirige su consumo hacia bienes durables", como los autos, las motos y las viviendas por el impulso que se ve en los créditos hipotecarios, aunque el dato de caída en el consumo de alimentos todavía le pega a los sectores bajos.
Alimentos, bebidas, productos de higiene personal y del hogar continúan con caída del 4 al 6%, y sin decir decirlo públicamente, las grandes empresas de consumo masivo aseguran que la caída persiste. Para poder acceder a todas las franjas de ingresos y sostener la producción, algunas compañías incluso tuvieron que abastecer el mercado con terceras y cuartas marcas.