Abril no fue un buen mes en términos de inflación, porque si bien se desaceleró respecto de la tasa registrada un año atrás, mostró un inquietante impulso en comparación con el mes previo, al punto que llevó al Banco Central a elevar las tasas de las Lebac a 25,5% anual.
Pero, por el contrario, según los primeros datos agregados de actividad de la consultora Orlando Ferreres y Asociados, abril fue muy bueno, porque cerró con un alza de 3,3%, la variación más alta desde agosto de 2015, cuando el Gobierno saliente intentaba impulsar el PBI, como en todo año electoral.
De acuerdo con el IGA-OJF, la actividad confirmó su sendero alcista, sustentada en primer término en la entrada en régimen del plan de obra pública, el cual sumado a la tonificación del crédito hipotecario para la compra y construcción de la primera vivienda, determinaron un crecimiento del PBI construcciones de 16,5% respecto del muy bajo nivel de un año antes.
La construcción se expandió 16,5%; el agro 6,2% y la actividad financiera 5,5 por ciento
En segundo lugar, en abril también empezaron a notarse los efectos del mejor escenario para el agro que se abrió con la eliminación de la mayor parte de las retenciones sobre las exportaciones y la unificación del mercado de cambios que dispuso el actual Gobierno al asumir. El estudio privado registró un alza agregada de 6,2%, la cual se prevé se acentuará sobre el filo de este segundo trimestre y comienzo del siguiente, cuando se completa el ciclo agrícola-ganadero 2016/17.
Y en tercer orden, con un crecimiento del 5,5% se ubicó el sector financiero, como consecuencia del aumento de los agregados monetarios y también de la actividad bursátil.
En menor medida, la consultora que dirige el economista Orlando Ferreres midió modestos incrementos en la actividad del resto de los grandes sectores, en un rango del 2% al 3% para los servicios empresariales y de inmobiliaria, y la producción manufacturera; mientras que el comercio y el servicio de transporte se elevaron entre 1,2% y 1,7 por ciento.
Se estancó el sector público y los servicios sociales y de salud. Mientras que persistieron en terreno negativo, siempre respecto de los niveles de un año antes en la medición privada, la actividad minera y de extracción de combustibles, y más aún el consumo de energía eléctrica, gas y agua.
El primer cuatrimestre cerró con un modesto aumento del 0,6% del indicador general de actividad
Si bien el primer cuatrimestre cerró para el estudio privado con un modesto aumento del PBI del 0,6% en comparación con los valores de igual período del año anterior, los economistas de la consultora OJF observan que "la actividad económica afianza su crecimiento, ya con la mayoría de los sectores en terreno positivo y se espera que estos continúen de la mano de una recuperación parcial de la masa salarial".
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