El ranking de Abeceb.com sobre competitividad sectorial de Argentina analizó el comportamiento de 22 sectores de la industria según su posición competitiva. Entre los de mejor desempeño en 2017 se destacan Alimentos, Bebidas, Insumos Básicos, Farmacéutica, Productos de Petróleo y Productos Químicos.
En contraste, Calzado, Indumentaria, Madera, Maquinaria de Oficina, Autopartes y Aparatos Eléctricos integran la lista de los menos competitivos. Automotriz y Caucho y Plástico sobresalen en el centro del ranking, ostentando niveles intermedios.
"Aun en este contexto de baja competitividad nacional, algunos sectores presentan una mayor potencialidad, ya sea por sus ventajas comparativas, su capacidad de inserción en las cadenas globales de valor, o su aporte en términos de producto, empleo o divisas", explicó Alberto Schuster, director de la Unidad de Competitividad de Abeceb.com.
Abeceb.com estableció una medición con un piso de 0 para las actividades menos competitivas, y de 1 para el máximo de competitividad. En cuestiones metodológicas, el estudio refirió que "el buen desempeño de los sectores de mayor competitividad se explica en gran medida por factores de carácter sectorial, ya sea relativos al capital y el trabajo, el acceso a los insumos/materias primas o la estructura particular de la industria". En cambio, "los aspectos sistémicos, como el ambiente macroeconómico, el marco regulatorio e institucional, la estructura de base y aquellos relativos a la innovación, no contribuyen positivamente".
"Los que compiten en la realidad no son los países sino las empresas; ellas son las que, insertas en el país, manejándose en base al ecosistema competitivo y con las características particulares de su sector, materializan esta competitividad", puntualizó Alberto Schuster.
ARGENTINA, PAÍS LÍDER EN ALIMENTOS
En el tope del ranking de competitividad se ubica la industria de Alimentos (0,763 sobre 1). "La abundancia de materia prima ha tenido un rol preponderante en el desarrollo de una industria con base tanto en un amplio mercado interno, como una profunda inserción internacional", consideró Abeceb.com.
La producción de alimentos involucra a carne, pescado, fruta, legumbres y hortalizas, grasas y aceites, productos lácteos, productos de molinería, alimentos preparados para animales, entre otros.
El informe destacó que el sector Alimentos se caracteriza por un robusto mercado interno, gran inserción internacional y una elevada diversificación de sus destinos comerciales. "Argentina resulta en este rubro un jugador relevante a nivel internacional, erigiéndose como el tercer abastecedor de alimentos del mundo. La ventaja comparativa del país en recursos naturales juega un rol preponderante para explicar su desempeño", apuntó.
Argentina es el tercer abastecedor de alimentos del mundo, con la ventaja de sus recursos naturales
También contribuye a la competitividad del sector que industrias afines, como la molienda o los lácteos, se localizan en las cercanías de los centros de producción primaria, "lo que permite minimizar los costos de la materia prima, en especial los logísticos".
Abeceb advirtió que el sector aún tiene materias pendientes, que incluyen aumentar las exportaciones de productos procesados, como golosinas, bebidas, preparados de fruta y carne, "con mayor valor agregado y mejor precio relativo que los commodities industrializados". Así lo hacen otros países con una matriz productiva similar, como Brasil y Australia.
"Nuestro país tiene un bajo porcentaje de exportaciones en alimentos de alto valor agregado: un 62% de las mismas corresponden a derivados de soja", argumentó la consultora que dirige Dante Sica.
Otros rubros de buen desempeño en 2017 son Bebidas (0,728), Insumos básicos (0,668), Farmacéutica (0,660), Productos de Petróleo (0,654) y Productos Químicos (0,647). "El buen desempeño de los sectores de mayor competitividad se explica en gran medida por factores de carácter sectorial, ya sea relativos al capital y el trabajo, el acceso a los insumos/materias primas o la estructura particular de la industria. En cambio, los aspectos sistémicos, como el ambiente macroeconómico, el marco regulatorio e institucional, la estructura de base y aquellos relativos a la innovación, no contribuyen positivamente", describió el informe.
LOS MENOS COMPETITIVOS
En el extremo opuesto se encuentran Calzado (0,422), Indumentaria (0,489), Madera (0,498), Maquinaria de Oficina (0,508), Autopartes (0,537) y Aparatos Eléctricos (0,546), los menos competitivos de la economía argentina.
"Los rubros Calzado e Indumentaria resultan los menos competitivos del país, dando cuenta de deficiencias en materia de informalidad y productividad, así como en indicadores de capacitación de personal, inversiones y acceso a financiamiento", explicó el reporte. La debilidad de estas producciones frente a la competencia internacional implica, según Abeceb, la necesidad de contar con la protección de la política comercial para su supervivencia.
Agregó que "la baja escala de la industria argentina también juega en contra, en un sector caracterizado por una alta tasa de renovación". Por otro lado, Calzado e Indumentaria son sectores sensibles "dada su elevada participación en el empleo privado: consideradas conjuntamente, estas dos ramas emplean casi 200.000 personas, 11% del empleo industrial total".
El sector Automotriz y Autopartes tienen enorme peso en la industria nacional. Sin embargo, sus puntuaciones de competitividad son mediocres. Son muchos los factores que afectan al desempeño de la industria Autopartista. Desde el punto de vista sectorial adolece de "altos costos laborales y logísticos, una escala ineficiente que incrementa la incidencia de los costos fijos y precios de insumos por encima de los internacionales".
"A nivel sistémico impactan la falta de acceso al financiamiento y una estructura impositiva que aplica impuestos en cascada (Ingresos Brutos), encareciendo el costo de la producción local versus el de los componentes importados", determinó Abeceb.
Calzado e Indumentaria son producciones poco competitivas, pero sensibles por su mano de obra intensiva
Las terminales automotrices, en contraste con las autopartistas, se ubican en una posición intermedia en cuanto a competitividad. "En este caso, los elevados costos laborales unitarios y una escala ineficiente también inciden negativamente, pero estos factores poseen un menor peso, en el marco de una larga experiencia productiva que brinda know how, especialmente en los segmentos de pick-ups, donde Argentina es un importante jugador global", rescató el estudio.
Para Abeceb, el esfuerzo del Gobierno para mejorar el marco regulatorio con la Ley de Autopartes de 2016, que promueve la utilización de partes e insumos nacionales, beneficiará a las autopartistas a través de una mayor escala, y a las terminales abaratando con una reducción de costos. También el Gobierno se enfocó en abrir nuevos mercados, más allá de Brasil, con un impacto positivo en los volúmenes exportados.
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