El Gobierno de Cambiemos tiene un número en la mente. Los funcionarios hoy reconocen que la promesa de "lluvia de dólares" fue anticipada, y que la llegada de inversiones lleva tiempo. Pero el número está definido: se busca una inversión extranjera directa (IED) de 25.000 millones de dólares por año.
El objetivo no es menor. La IED en 2016 terminó por debajo de los USD 6.000 millones luego de poco más de USD 10.000 millones del año anterior, y esta caída se debió a la salida del cepo cambiario en diciembre de 2015. Es que como en años anteriores de restricciones, las empresas ya no estaban obligadas a reinvertir sus utilidades.
Con todo, los viajes al exterior y las visitas de otros gobiernos y empresarios al país son los principales escenarios donde se debe explicar de dónde viene la Argentina, dónde está parada y hacia dónde va. Las dudas de los empresarios y los inversores no siempre son las mismas, aunque hay preguntas en común que se repiten y marcan una tendencia.
Horacio Reyser es uno de los funcionarios que busca atraer inversores del exterior, y en sus viajes recibió una duda que trasciende nacionalidades: "¿está garantizada la continuidad de las políticas básicas?". El secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería responde esta inquietud política con las elecciones legislativas por delante. ¿Qué les contesta? "Con un Congreso en minoría en 2016, el oficialismo logró la aprobación de leyes importantes, como la Ley Pyme, la de Emprendedores y la Ley de Participación Público Privada".
Esta duda política sobre la continuidad en realidad encierra una inquietud económica. Los inversores lo que en el fondo le preguntan a Reyser es si el gobierno argentino podrá aplicar después de octubre la reforma integral que Cambiemos promete: bajar el déficit, avanzar con la reforma tributaria, abrir la economía y generar competitividad en las empresas locales, esa palabra que tanto obsesiona a Macri.
Reyser estaba al frente como socio del mayor fondo de inversiones en Latinoamérica, Southern Cross, y es uno de los funcionarios clave en la preparación de la visita de Macri a China en mayo. Estuvo en el gigante asiático la semana pasada, y la agenda está cargada. Las represas, las centrales nucleares y el Plan Belgrano formarán parte de las discusiones, con un gobierno al frente que busca el combo de ofrecer financiamiento a la Argentina atada a la participación de empresas chinas en los proyectos.
Lo que las empresas quieren
Las dudas que tienen los fondos de inversión en el país suelen coincidir con las de los empresarios, que son los que también deben decidir si traen su capital. "La ecuación riesgo/retorno está mucho mejor, pero aún el nivel de competitividad no es tan claro en el sector industrial", admite Reyser en reuniones con otros funcionarios del Gobierno.
La baja de la inflación y la posibilidad de que las empresas exporten con facilidad son para este funcionario claves para la economía, y sigue de cerca la puesta en marcha de la ventanilla única de exportación. Es que una inflación baja, por ejemplo, le permite a las empresas en cualquier país proyectar ventas, precios, inversiones: les da una previsión de lo que pasará en los próximos años.
El lazo de Reyser con el Ministerio de Producción está en la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional, a cargo de Juan Procaccini. La agencia comenzó a publicar informes sobre los últimos 15 meses, y el nuevo mapa de inversiones en la Argentina evidencia planes por USD 58.600 millones, aunque todavía es muy poco lo que se desembolsó.
Si bien en algunos sectores del Gobierno buscan quitarle dramatismo al resultado de las legislativas, en el Ministerio de Hacienda admiten que "hay que ganar estas elecciones". Su foco hoy está centrado en cumplir las metas de déficit fiscal y bajar el gasto público. Incluso manejan proyecciones que van más allá del mandato de Macri, con un objetivo de llegar a un gasto público equivalente al 35% del PBI en 2023.
Nicolás Dujovne, el ministro que tiene a su cargo tanto la reforma impositiva para 2018 como el cumplimiento de las metas de déficit fiscal, estuvo la semana pasada en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, donde recibió elogios de funcionarios de otros países sobre los cambios que aplicó la Argentina en el último tiempo.
"Es como un bálsamo", confió a Infobae uno de los funcionarios que acompañó al ministro en el viaje, aunque admitió que uno de los principales reclamos que escucharon es por qué no se avanzó más rápido con la reducción en los niveles de déficit.
Las inversiones en los sectores de agro y energía hoy están en marcha. Son justo los dos sectores donde se cambiaron las condiciones para que las inversiones llegaran. En el primer caso, se redujeron las retenciones y en el segundo, se estableció un horizonte de precio de gas y se cerraron acuerdos laborales -como el de Vaca Muerta– para bajar los costos. Para otros sectores, la reactivación (y la lluvia de dólares) tardará más en llegar.
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