Un sondeo realizado por el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) durante el primer trimestre del año, en comparación con el 2016, asegura que hay una desaceleración en la caída acompañada por una importante modificación en las conductas de los consumidores, que ahora eligen las bocas de proximidad y las superficies mayoristas. También destacan un fuerte crecimiento en la elección de segundas marcas y en las compras por reposición sobre las adquisiciones por stock.
Miguel Calvete, presidente del organismo de estadísticas, detalló que el relevamiento se realizó entre el 1 de enero y el 31 de marzo, tomando como referencia el mismo periodo del año anterior, sobre un total de 723 comercios, entre los que se destacan los grandes supermercados, autoservicios de proximidad y las principales superficies mayoristas en el ámbito geográfico de la Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires (GBA), Rosario, Córdoba, Mar del Plata, Salta, Mendoza, San Juan y Neuquén.
El trabajo destaca que, si bien sigue habiendo una caída pronunciada del consumo en general, la medición marcó que la caída acumulada en el primer trimestre de este año se ubica en el 2,9% contra una caída del 4,3% en el primer período del 2016.
Los evaluación puede resultar positiva si se toma en cuenta que en las mediciones de febrero y marzo de 2017 se profundizó la tendencia a la desaceleración de la pérdida de ventas: en el segundo mes de año la caída fue del 2,5% interanual, mientras que en el tercero, se ubicó en 1,1%, registrando una mejora de 1,4 puntos.
Además, el estudio refleja claramente que "hay mucha gente está optando por los canales mayoristas, que registran un crecimiento interanual en las ventas del 2,7%" y agregó que "conjuntamente se esta dando un fuerte crecimiento de las ventas de las marcas sustitutas".
En el primer trimestre, las ventas en autoservicios crecieron 1,6%, y en mayoristas, un 2,7%
Al respecto, INDECOM detalla que en esos canales de ventas hay mucha participación ganada de segundas marcas "en distintas categorías de productos como ser artículos de limpieza, tocador, cervezas, condimentos, barras de cereales, harinas, detergentes y jabones para lavar la ropa". A su vez, en otros rubros como puré y salsas de tomate, conservas, pastas frescas y aceites, las ventas mayoristas crecieron entre el 4 y el 13,4 porciento en los canales mayoristas, mientras decrecieron en porcentajes similares en los grandes supermercados".
Por su parte, el trabajo también señala que "se observa una importante transferencia de ventas hacia los autoservicios de proximidad, habiendo mejorando las ventas en esos canales un 1,6% con respecto a los últimos 12 meses". Según el estudio, hoy el total de las ventas se realizan en un 48% en los puntos de cercanía, en un 17 % promedio en los súper e hipermercados, un 11 % en almacenes barriales y el 24% restante en superficies mayoristas".
Según Calvete, "ahora las compras de productos no perecederos se hacen por reposición y no por stock" y explicó que "eso se debe, en primer término, a que la gente esta tendiendo a comprar sólo para reponer lo que le falta en la alacena, y, en segundo lugar, por otros factores como lo son la falta de tiempo, la comodidad por cercanía, los precios más bajos y la mayor oferta de productos de segundas y terceras marcas".
Además, el especialista dijo que "este cambio de conducta es mucho más acentuado en el interior del país y en el Conurbano bonaerense que en aquellos locales ubicados en Capital Federal".
Debido a la inflación se esta dando un fuerte crecimiento de las ventas de las marcas sustitutas
Por su parte, el informe también señaló que en GBA el consumo cayó 2,7% más que en Capital Federal, en donde se ubicó en el 1,3%, mientras que la mayor caída se dio en el interior, en donde trepó al 3,1 por ciento. Según el organismo de estadísticas "esto se da por el menor poder adquisitivo que existe entre los consumidores del interior del país por sobre los de Capital Federal".
El relevamiento también detalló que en las provincias de Salta, Jujuy, San Juan, Mendoza y Neuquén se registran grandes caídas por los tour de compras a países como Chile y Paraguay. Según el estudio, "si bien en esos puntos se compran bienes durables, eso también repercute fuerte en el consumo masivo porque se reducen las compras de bienes de consumo para destinar ese dinero a ropa y electrónica, entre otros productos".
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Además, el informe concluyó que "se esta dando una equivalencia entre los productos que más incrementaron sus precios y los que menos se venden, porque la gente está comprando mucho menos aquellos artículos que más han aumentado". En ese sentido, Calvete afirmó que "los consumidores optan por comprar alrededor de un 26% menos aquellos artículos que subieron más del 40% (vinos finos y comunes, aceites, manteca, crema de leche) y cayó alrededor de un 12% la venta de los que subieron menos de un 20% (enlatados, pastas frescas, yerba, carne, fideos secos, snacks, artículos de higiene para el bebe e infusiones). Es decir que se venden alrededor de un 14% más los productos en los que menos se sintió la inflación del último año.
Finalmente, Miguel Calvete consideró como algo muy positivo el cambio en los hábitos de los consumidores, que han comenzado a mostrar una conducta de sustitución de productos y puntos de venta porque eso "permite el posicionamiento de nuevas empresas y favorece la competencia". Agregó que "en ese contexto, la proyección marca que el consumo podría recuperarse hasta un 2% más hacia fin de año".