Luis Etchevehere: "Fue una decisión irresponsable del embajador en los EEUU de irse 20 días antes del viaje del Presidente"

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Luis Miguel Etchevehere: “En el primer año con el nuevo gobierno el sector invirtió USD 58.000 millones” (Nicolás Stulberg)
Luis Miguel Etchevehere: “En el primer año con el nuevo gobierno el sector invirtió USD 58.000 millones” (Nicolás Stulberg)

El sector agropecuario fue uno de los sectores que más rápido respondió al cambio del clima de negocios que generó el nuevo gobierno para el sector, con la rápida eliminación de la mayor parte de las retenciones a la exportación, la unificación del mercado cambiario y la reapertura de ventas al resto del mundo de productos que estaban prohibidos, o exageradamente regulados, como el trigo o la carne bovina.

Sin embargo, próximo a cerrar el año agropecuario, que a diferencia del calendario ocurre en junio por los ciclos de la agricultura y ganadería pampeana, se advierten actividades que han mejorado notablemente, otras se sostuvieron y algunas, por el contrario, a las que les fue peor.

En busca de obtener un balance más fino, Infobae entrevistó al presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, recientemente llegado de un viaje por Reino Unido, luego Holanda, con la comitiva presidencial, y que extendió posteriormente a Nueva Zelanda.

–Antes de hacer un balance de la primera respuesta del campo a las medidas iniciales del Gobierno, en diciembre de 2015, surge la pregunta obligada: ¿qué reflexión hace de la renuncia de Martín Lousteau a la Embajada Argentina en los EEUU?

–Fue una decisión irresponsable de irse 20 días antes del viaje presidencial a un encuentro con Donald Trump, en una visita tan importante y estando pendiente el tema de las carnes, de los limones, y del biodiesel. Independientemente de eso, si ya producimos alimentos para 400 millones de personas y el potencial a 5 o 6 años es producir para 600 millones de personas y de la mano de eso generar un millón cien mil puestos de trabajo en toda la Argentina, la lógica es que abramos la mayor cantidad de mercados.

–¿Qué balance hace del primer año agropecuario bajo una política económica que es diametralmente opuesta a la de años anteriores?

–Hubo sectores que reaccionaron más rápido que otros. El campo demostró coherencia al coincidir los dichos en campaña con los hechos, en la medida que el Gobierno al asumir rápidamente unificó el tipo de cambio; eliminó y redujo retenciones; eliminó las prohibiciones de exportar que había en la Argentina y, el sector, sin esperar otra condición rápidamente salió a invertir, un total de USD 58.000 millones en todas las actividades productivas: casi 800 mil hectáreas más de trigo; 900 mil Ha adicionales en maíz; más área sembrada en girasol; retención de vientres; todo eso hizo, clima mediante, que tengamos una cosecha récord entre 120 y 130 millones de toneladas, frente a 107 millones de la campaña anterior.

–¿Qué efectos generó semejante salto de la producción agrícola pampeana?

–Por un lado significó una clara mejora de la actividad económica de miles de pueblos que dependen de la agroindustria en su movimiento comercial, y también trajo un incremento de la venta de todo lo que es directo, como maquinarias como tractores, cosechadoras, sembradoras; insumos como semillas y fertilizantes; y también indirecto que realimentó a otros sectores, al punto que el vehículo más vendido por el conjunto de las terminales fue la Hilux de Toyota. De esta forma, podemos decir que se estuvo a la altura del desafío. Va a haber, clima mediante también, mayores ingresos de divisas: el superávit del campo fue el año pasado de USD 28.300 millones y este año va a estar arriba de USD 30.000 millones; y en materia de empleos, ya en el último trimestre de 2016 el sector generó 25.000 puestos de trabajo registrado nuevos.

Miguel Etchevehere: “En el último trimestre de 2016 el sector generó 25.000 puestos de trabajo registrados nuevos”

–Con baja de precios internacionales…

–Sí, con baja de los precios internacionales de las materias primas. Hay que ver con cuánto termina la cosecha y a qué precio, pero estimamos que va a estar alrededor de USD 30.000 millones, o más; y al ser un actor mundial la producción de alimentos de la Argentina, en la medida en que tengamos condiciones similares a las de nuestros competidores, que es con quien nos tenemos que medir, porque independintemente de cualquier idea que haya internamente manda lo que haga nuestro competidor. Al tener productos en origen de altísima calidad, como la carne, los vinos, quesos, maní, cítricos, limones, dulces, frutas, cebolla, pimientos, cualquier producto del campo, en la medida que podamos competir en condiciones de igualdad vamos a llegar a mayor cantidad de góndolas en el mundo con trabajo argentino, generando más divisas y sobre todo arraigo en los lugares donde producimos.

El superávit de divisas del campo va a superar este años los USD 30.000 millones (Nicolás Stulberg)
El superávit de divisas del campo va a superar este años los USD 30.000 millones (Nicolás Stulberg)

–Se habla mucho de la mejora de la economía agrícola, pero ¿qué ocurrió con la ganadería y las actividades regionales?

–A eso voy. Hay sectores que reaccionan más rápido, otros que necesitan más tiempo para ganar en competitividad; y otros que atraviesan situaciones puntuales como la lechería.

“Hay sectores que reaccionan más rápido, otros que necesitan más tiempo para ganar en competitividad; y otros que atraviesan situaciones puntuales como la lechería”

Las definiciones de competitividad, según Etchevehere:

1. Moneda estable, que tienen nuestros competidores y nosotros necesitamos que siga bajando la inflación;

2. Infraestructura: Poder transportar de modo seguro a costos similares, o menos que nuestros competidores;

3. Financiamiento, algo bueno vimos en ExpoAgro con créditos cada vez a más largo plazo y menor tasa, pero tenemos que llegar a tasas de un dígito en pesos;

4. Acuerdos comerciales, viene bien que se haya retomado la negociación Mercosur – Unión Europea;

5. Seguros agrícolas, todos estamos viendo los efectos del cambio climático;

6. Sistema impositivo que estimule la inversiones.

Todas cuestiones que tienen nuestros competidores y que la Argentina tendría que lograr para poder estar en condiciones de igualdad, puntualizó el presidente de la Sociedad Rural.

– ¿En lo específico qué puede decir?

–Todavía hay cadenas que por diferentes motivos están con algunos inconvenientes. Una es la láctea, otra la del vino que tienen trabas de acceso a algunos mercados, como por ejemplo los EEUU que le pone un arancel del 35%, mientras que el chileno entra con 0% porque tiene un acuerdo comercial. Si hay algo en que debemos empezar a trabajar es ahora ser cada vez más específicos y ser concretos y profesionales en cada cosa. En la cadena de la leche hay una realidad compleja de algunos malos negocios y otros de estructura comercial que requiere un profundo análisis; mientras que la ganadería vacuna se viene recuperando a un ritmo de un millón de cabezas el año pasado y otro tanto este; y las exportaciones aumentaron 10% y en el primer bimestre lo hicieron 30% respecto de igual período del año anterior. Se abrió un frigorífico exportador en Azul por primera vez en muchos años, luego de que se cerraran más de 138 y se perdieran más de 10 millones de cabezas. Y como ha hecho toda la vida la Argentina, cuánto más se exporta, más carne queda acá de la que a nosotros nos gusta consumir, que es lo que no entendió nunca el gobierno pasado.

“La ganadería bovina se viene recuperando a un ritmo de un millón de cabezas por año”

–Se le critica del lado de la oposición, y más aún de los frentes de izquierda que el Gobierno haya eliminado las retenciones cuando en el país hay más de un 30% de pobres. ¿Cuánto de ese beneficio el campo le devolvió al fisco y a la sociedad a través del pago de impuestos con la mayor producción?

–Es una muy buena pregunta. Es un buen dato, aún no lo hemos calculado, pero seguro que lo sobrepasó, porque en los casos del trigo, maíz y girasol que se eliminó prácticamente no aportaban nada, porque no se podía exportar y los excedentes habían caído a niveles mínimos. Y ahora con mayor producción, seguro que aumentó. Además, en el caso de la soja no se eliminaron sino que pasaron de 35% a 30%. Estimamos que este año, con exportaciones de la oleaginosa le vamos a dar al fisco unos USD 6.000 millones, pese a que bajó el valor de la cosecha.

“Estoy seguro de que el cambio devolvió con creces lo que recibió con la baja de las retenciones” (Nicolás Stulberg)
“Estoy seguro de que el cambio devolvió con creces lo que recibió con la baja de las retenciones” (Nicolás Stulberg)

–¿Le preocupa la estabilidad nominal del tipo de cambio, con una inflación del 40% el año pasado y más del 20% que proyectan los economistas para el corriente?

–Sí, todo bien, pero no va a encontrar un archivo nuestro de ahora, ni con el gobierno anterior donde hablemos de devaluación, porque nos parece un atajo que siempre se vuelve en contra. Esta es una muy buena oportunidad para hacer reformas de fondo que nos den competitividad a largo plazo, como las que describí anteriormente, más acuerdos por cadenas productivas y comerciales, como hemos visto con Vaca Muerta, textiles y calzados, automotriz, porque eso da previsibilidad, independientemente de que el Gobierno tenga su política monetaria. Es un buen momento para que todos hagamos los deberes y cada uno, en nuestro sectores, ganemos competitividad, porque siempre habrá algo por mejorar.

–¿Cuánto perdió el campo con el paro que impulsó la CGT el 6A?

El campo no paró, sobre todo porque no encontramos razonabilidad en el paro que propusieron las centrales gremiales, teniendo un Gobierno de puertas abiertas, con vocación de diálogo y que demostró que rectifica las cosas que se puedan rectificar. Eso no se entiende. Nos pareció una medida sobredimensionada frente a la realidad que estamos viviendo.

–Con lo ya hecho y los pasos que restan por dar, ¿cuáles son las expectativas del sector para el próximo año agropecuario?

–Más allá de las condiciones climáticas, va a depender de las mejoras de la competitividad que estuvimos hablando, que se vayan abriendo más mercados, la tendencia se va a mantener y se puede incrementar. Por tanto hay una multiplicidad de factores: climáticos, medidas para la competitividad, situación de mercados externos y precios. Ha sido una buena señal la baja del gas oil porque revierte la tendencia, independientemente de su magnitud, sobre todo porque en fletes el sector paga el triple que un productor en los EEUU y el 70% más que en Brasil. El potencial es crecer entre un 40% y 50% en los próximos 5 años y llegar a una producción de 160 millones de toneladas, ya estamos relativamente cerca; y en ganadería se podría también entre 5 o 7 años recuperar las 10 millones de cabezas perdidas. Y en materia de empleos, en ese escenario estimamos que se pueden generar 1,1 millón de puestos de trabajo en total en todas las actividades, de los cuales sólo en el sector ganadero se podrán sumar 300 mil puestos de trabajo nuevos, para pasar en carnes bovinas de 3 a 5 millones de toneladas en producción.

“Estamos en un consumo promedio de proteína animal de 119 kilos por habitante por año, es muchísimo, por lo que todo el excedente se podrá destinar a mayor presencia en las góndolas del mundo”

–¿Y en términos de excedentes exportables?

–Este año tenemos una muy buena realidad: entre bovinos, cerdos, y las aves, estamos en un consumo promedio de 119 kilos por habitante, que es muchísimo de proteína animal. De ahí que todo el excedente de producción que se obtenga podrá ser destinado a mayor presencia en las góndolas del mundo.

–Finalmente, ¿qué evaluación hacen de los daños que se advierten en diversas provincias afectadas por las inundaciones?

Es ahí donde se advierte cómo la corrupción inunda, la corrupción incendia, la corrupción hace perder puestos de trabajo, porque esto hace mucho que se sabe: que el cambio climático, el calentamiento global, hace que los fenómenos Del Niño y Niña, que desde siempre están en nuestro planeta, sean cada vez más intensos y más seguidos. Está en nosotros hacer la infraestructura para mitigar los efectos de sequías o inundaciones y tener herramientas como los seguros multirriesgo para poder seguir adelante y seguir produciendo. Es evidente que va a ser un desafío producir alimentos con un clima loco. Y debemos tomar conciencia de haber tenido un gobierno anterior que mintió con la obra pública, al inaugurar cosas dos o tres veces que nunca se hicieron, porque hoy estamos sufriendo las consecuencias de esa corrupción y de esa indolencia.

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