A pesar de los cambios dispuestos por la Secretaría de Comercio en el sistema de Precios Transparentes, faltó uno muy esperado. La reaparición de las seis cuotas sin interés para sectores "sensibles", como el calzado y la indumentaria. Pese a que se había negociado el retorno de este esquema para los sectores más afectados por la caída de ventas en los últimos dos meses, un detalle no menor retrasó los anuncios: quién se hace cargo de pagar la carga financiera que no se aplicaría al público.
Al principio, el rumor era que sería el propio Banco Central el que se haría cargo, a través de una baja de encajes para "devolverles" a los bancos el costo de financiar las cuotas sin interés. Pero el titular del BCRA, Federico Sturzenegger, no aceptó que sea el Estado el que se haga cargo de un nuevo subsidio, en este caso a favor de los compradores. Los locales que estarían incluidos en la medida son los de indumentaria y calzado.
La sugerencia por parte del Gobierno a los bancos es, por lo tanto, que sean ellos mismos quienes se hagan cargo de no traspasar el costo financiero a los clientes. Para que el impacto no sea tan grande, una posibilidad que también se discutió era que ese financiamiento sea una parte del cupo destinado a la línea de financiamiento productivo. Se trata de crédito al sector PYME para impulsar la inversión o el capital de trabajo a una tasa del 17% anual. Sin embargo, en este caso directamente los bancos pasarían a percibir 0% por el monto financiado. El impacto por supuesto es mucho mayor en los bancos que tienen emitidas una gran cantidad de tarjetas.
Desde la Secretaría de Comercio, a cargo de Miguel Braun, buscan llegar a un acuerdo lo antes posible ante las fuertes críticas recibidas por la implementación del plan Precios Transparentes.
Para reanimar el consumo quieren que el regreso de las seis cuotas sin interés la subsidien directamente los bancos.
En la práctica, el objetivo final ya terminó completamente tergiversado. El propio Gobierno dispuso que ahora los comercios que así lo deseen puedan ofrecer cuotas sin interés si son ellos los que se hacen cargo de absorber el costo financiero. El peligro es que una vez más este costo adicional se termine trasladando al precio del producto. Así se terminó diluyendo el objetivo oficial, que era reflejar los verdaderos precios por pago al contado, recargándose un interés si el pago se realiza en cuotas. En la práctica los precios por pago en efectivo o en una cuota con tarjeta no bajaron, pero sí aumentaron al estirarse los plazos. Esta situación perjudicó al consumidor y produjo una caída de ventas especialmente en febrero pero también en marzo.
“El Central se negó a bajar encajes a bancos que acepten financiar en seis cuotas sin interés. Es lo que hacía con el Ahora 12.
Los bancos, por su parte, se quejan de una importante caída de la rentabilidad desde el segundo semestre del año. Esta situación obedece a distintos motivos, en especial la baja de las tasas de interés (las Lebac en las que invierten pasaron del 38% al 23%) pero en particular el aumento de los costos. Con esta bajada de línea oficial de subsidiar la compra en cuotas de indumentaria y calzado el efecto sobre los balances puede ser aún mayor. Además, los banqueros tienen temor de que una vez alcanzado este acuerdo se empiecen a incorporar otros sectores que también se ven afectados por la crisis.
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