El Indec midió una baja de la pobreza a 30,3% de la población y 21,5% de los hogares al cierre de 2016

Significó una baja de casi dos puntos porcentuales respecto de la primera mitad del año

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La pobreza afecta a poco
La pobreza afecta a poco menos de un tercio de la población

Sobre una población total en los 31 aglomerados relevados de 27.308.394 personas, constituida en 8.874.330 hogares, el organismo oficial de estadística estimó que durante el segundo semestre de 2016 se encontraban por debajo de la línea de pobreza 1.906.215 hogares, los que incluyen 8.277.085 personas.

En ese conjunto, 401.122 hogares se encuentran, a su vez, bajo la línea de indigencia (LI), que incluyen a 1.657.221 personas indigentes.

"Con estos resultados se reinicia la serie semestral de pobreza e indigencia. Los mismos no deben ser comparados con los del segundo trimestre de 2016 antes difundidos, dada la diferencia de los períodos contemplados –trimestre y semestre, respectivamente–. Aunque nominalmente el ejercicio arroja sendas disminuciones de 1,9 y 1,6 puntos porcentuales, respectivamente.

La medición del Indec se basa en el ingreso necesario de la población y de los grupos habitacionales para poder adquirir las canastas básicas de alimentos, para definir el umbral de indigencia; y la total, que agrega los servicios esenciales, para determinar el límite de pobreza.

A nivel nacional se estima que la pobreza afectó en la segunda mitad de 2016 a poco más de 13,2 millones de personas, de las cuales 2,7 millones estaban por debajo del umbral de indigencia

La extrapolación de los datos relativos que obtuvo la Encuesta Permanente de Hogares al total país determina que unas 13,24 millones de personas no fueron capaces en la segunda mitad de 2016 de reunir los ingresos necesarios para comprar la CBT, de los cuales unas 2,67 millones, no pudieron comprar la totalidad de la CBA.

En ambos casos se trata de niveles inquietantes, aunque inferiores a la estimación que con un relevamiento más acotado y con menor rigor metodológico hizo el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, que midió para el tercer trimestre de 2016 un nivel de pobreza en el 22% de las familias, con una población que representaba el 32,9% del total.

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Un mapa singularmente desigual

El relevamiento del Indec determinó que los índices de pobreza más elevados, en términos de población de cada región, se observaron en Santiago del Estero 44%; Concordia (Entre Ríos) 43,6%; Gran San Juan 43,5%;  y Gran Córdoba 40,5%; seguidas por Corrientes 39,5%; Viedma (Río Negro) -Carmen de Patagones (sur de Buenos Aires) 38,4%; Gran Catamarca 35,4%; Partidos del Gran Buenos Aires 34,6%; Neuquén-Plottier y Gran Resistencia 34,5%, entre otros.

En sólo dos regiones se estimaron índices en el rango de un dígito de la población en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 9,5%; y en Ushuaia-Río Grande 9,7 por ciento.

La pobreza por edad de la población alcanzó el pico de 45,8% en los menores de 14 años; y 36,2% en la franja de 14 a 29 años

Mientras que la mayor concentración de focos de indigencia los midió en Gran Córdoba 10,8%; Santiago del Estero-La Banda 8,8%;  y con 8,7% de los habitantes en Concordia; San Nicolás-Villa Constitución y Viedma-Carmen de Patagones.

El Indec agregó que por grupo de edad, la pobreza afectó al 45,8% de los menores de 14 años: 36,2% a la franja de 15 a 29 años y 25,8% en el segmento de 30 a 64 años, mientras que entre los de de más de 64 años la incapacidad de poder comprar la canasta básica total de alimentos y servicios afectó al 7,4% del total.

El gobierno nacional se fijó como meta reducir cada año la pobreza, a través del doble camino de encarar obras de infraestructura que garanticen la provisión de los servicios básicos de luz, cloacas, gas y agua fría y caliente a todos los hogares, y también a través de la reactivación de la economía y la generación de empleos.

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