Luego de los acuerdos con Vaca Muerta y la industria automotriz para aumentar la productividad, el Gobierno busca sumar nuevos sectores de la economía a una mesa de diálogo entre funcionarios, empresarios y sindicalistas para plantear objetivos de mediano y largo plazo.
El próximo turno será el de las motos, según anticipó el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, ante una consulta de Infobae en la conferencia de prensa tras la presentación del Plan 1 millón para autos. Tanto el acuerdo laboral por el yacimiento petrolífero como el plan del sector automotor fueron anunciados directamente por el presidente Mauricio Macri en Casa Rosada.
La Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam) ya avanzó en uno de los puntos más importantes, que es diferenciar los componentes nacionales de los importados por el arancel. Mientras que para las motos importadas el arancel se ubicaría en el 35%, para las autopartes que se compran en el exterior para armar las motos en el país sería 15 puntos menor, en un 20 por ciento. En la actualidad, los motovehículos que superen los 250 ccc pagan el 35% de arancel.
Gustavo Bassi, presidente de la división motovehículos de ACARA, aseguró a Infobae que ya se hicieron los primeros contactos con funcionarios del Ministerio de Producción para avanzar, pero que todavía no se hizo ninguna reunión por un acuerdo parecido al de los autos. "Desde las concesionarias siempre estamos pidiendo herramientas para fomentar el consumo", aseguró Bassi a este medio.
Entre los objetivos del sector, buscan mejorar la venta de unidades y colocarla por encima de las 500.000 motos por año. "Había una gran inquietud desde el sector porque el 2016 había arrancado muy mal, pero luego mejoró. Este año hubo un buen arranque", anticipó Bassi.
El 2016 finalizó con un total de 474.748 motovehículos patentandos, apenas un 0,5% menos que el año 2015, en el que había registrado 476.894 motos. De ahí que piden medidas para reactivar el sector.
El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), liderado por Ricardo Pignanelli, sería uno de los gremios involucrados en esta mesa de diálogo cuando se concreten las reuniones. Pignanelli ayer firmó el acuerdo automotor y aseguró, antes de salir por la puerta principal de Balcarce 50, que se uniría al paro general si finalmente se define una fecha.
Sin embargo, no todos se sintieron incluidos con estos acuerdos, y las pymes piden lugar. El presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (CAMIMA), José Luis Ammaturo, aseguró que es "es imprescindible que contemplen a las pymes para que se genere una sinergia que impulse el crecimiento de todos los sectores", y pidió que se traslade la política del "Plan 1 millón" a todos los sectores de la industria.
En diálogo con Infobae, Ammaturo dijo que la cámara agrupa a 600 pymes y que entre el 15% y 20% tienen alguna relación en la cadena de producción de autos. Con un acuerdo posible con las motos, pidió hacia delante ser incluido en la mesa de negociaciones. "Firmamos convenios salariales del sector por paritarias, queremos participar", concluyó.
El otro sector en la mira del Gobierno para avanzar con un acuerdo similar es el de la construcción, pero las reuniones están menos avanzadas que en el caso de las motos. Con todo, el sector es clave para la reactivación económica de este año y para la creación de nuevos puestos de trabajo.
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