Un estudio privado puso de manifiesto que la Argentina tiene mayor predisposición al uso de los más modernos sistemas de telefonía que se lanzan en el mundo que a operar con el sistema bancario, pese a que la experiencia internacional muestra que el camino para lograr el desarrollo de un país pasa en primer lugar por la inclusión financiera, y luego por la conectividad.
"Mientras sólo uno de cada dos argentinos tiene acceso a una cuenta bancaria, hay un celular y medio por persona. Es más: tomando en cuenta a los 16 millones de argentinos con menores recursos, sólo uno de cada tres puede acceder a algún servicio financiero básico, mientras que 9 de cada 10 es titular de una línea telefónica celular. Otra forma de mostrarlo es que el porcentaje de bancarizados se reduce al 28% en el caso del 40% de la población de menores ingresos. La paradoja es que si bien la bancarización avanza lento en nuestro país, el grado de penetración que tiene la tecnología es mucho mayor que la financiera, lanzando el interrogante sobre las posibilidades de lograr la inclusión financiera a través de la tecnología", se pregunta Raúl Zarif, CEO de Sos Móvil.
El experto destaca que esos números fueron confirmados por el Banco Mundial en su relevamiento para la inclusión financiera, y muestra niveles muy inferiores a los grados de bancarización que tienen lugar en otros países de América Latina, como Brasil o Chile. Por ejemplo en estos dos países, la bancarización se encuentra entre 60% y 70% y, según el Banco Mundial, muestra un fuerte crecimiento en los últimos años gracias a políticas como la cuenta gratuita universal, el cobro de planes sociales a través de tarjetas y la ampliación de sucursales bancarias y cajeros automáticos en regiones con escasa infraestructura financiera.
Raúl Zarif: “El porcentaje de bancarizados se reduce al 28% en el caso del 40% de la población de menores ingresos”
El fenómeno es conocido por las máximas autoridades del Banco Central de la República Argentina, y por eso, mientras avanza en el camino hacia a "normalización de la economía", con una política que induce a una sostenida desaceleración de la inflación a niveles de un dígito porcentual en un año, comenzó a tomar medidas orientadas a la extensión del uso del sistema bancario por la población en general y los chicos en particular, con la apertura de cuentas a nombre de menores y el uso de la denominada "billetera electrónica".
"La inclusión financiera es una parte fundamental en el camino para lograr un desarrollo sostenido. La falta de facilidades para acceder al servicio financiero afecta especialmente a los sectores más vulnerables, personas o familias que no pueden reunir garantías para asegurar el pago de sus créditos y que, sin embargo, suelen pedir montos pequeños que no producen niveles de rentabilidad aceptable para los bancos", resalta Zarif.
La inclusión financiera es clave para bajar la evasión y los impuestos
El gobierno nacional en un trabajo complementario, aunque por caminos diferentes, de la AFIP y del Banco Central, está abocado a elevar el bajo nivel de formalización de la economía, un 40% en el promedio nacional, con medidas que exigen el uso del POS en las transacciones de comercios e industrias, y también de servicios personales, sean profesionales u oficios, como que incentivan la generalización no sólo de las cuentas sueldos, sino también de los pagos de los servicios asistenciales a las familiar con acreditación bancaria y uso de la tarjeta de débito bancaria.
"Muchas veces, la falta de conocimiento y la carencia de confianza en los bancos, sumado a los muchos requisitos que le son solicitados, también implican una limitación para que crezca la participación en el sistema financiero formal", agregó Zarif.
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Pero tanto la AFIP como el BCRA se preparan para hacer campañas sobre los beneficios que traerá para la población excluida participar de la denominada "inclusión financiera", como para el Estado, que por esa vía podrá cerrar los canales de evasión y bajar la carga impositiva que afecta al conjunto de la economía.
"El impacto de la baja inclusión financiera no sólo se manifiesta en la falta de recursos para poner en marcha un emprendimiento o empresa. Es que, en términos económicos, la inclusión financiera contribuye a acrecentar el ahorro, fortalece la inversión y el desarrollo del mercado interno y asegura el crecimiento económico", dijo Zarif.
“El impacto de la baja inclusión financiera no sólo se manifiesta en la falta de recursos para poner en marcha un emprendimiento o empresa, también en el bajo nivel de ahorro en el sistema bancario”
Según el estudio de Sos Móvil, corroborados con datos del Banco Mundial, la Argentina tiene una relación de proporción de abonos al sistema móvil de comunicaciones y usuarios únicos de internet con el total de la población que supera entre 62% y 80% a la del promedio del planeta, mientras que, por el contrario, el grado de bancarización o inclusión financiera es entre un 30% y un 50% inferior.
De ahí surge que la Argentina está adelantada en la familiarización con el uso de la telefonía móvil y uso de internet, pero mantiene un notable rezago respecto del promedio mundial, e incluso con los vecinos Brasil y Chile, en la inclusión financiera. Se espera que tras el impulso que se alcanzó con el blanqueo de activos, y las últimas medidas del Banco Central, esta última brecha tienda a reducirse en los próximos dos años.