El sinceramiento cambiario, con la unificación de los mercados en diciembre de 2015, no cambió el flujo negativo del turismo internacional, el cual acumuló en enero 2017 doce meses seguidos con saldo negativo, tanto en cantidad de personas, como más aún en varias centenas de millones de dólares.
Los datos del Indec, con información del Ministerio de Turismo de la Nación dieron cuenta de que "en enero de 2017 se estimó un total de 232.300 llegadas de turistas no residentes, cifra que representó un incremento interanual de 1,8%. Las salidas al exterior de turistas residentes alcanzaron 325.900 personas, lo que significó un aumento de 12,5% con respecto al mismo mes del año anterior".
En el primer caso sumó seis meses consecutivos de crecimiento interanual; mientras que en el segundo el ritmo de aumento respecto de igual mes del año previo totalizó 23 meses seguidos.
De ahí surgió un saldo negativo en 93.600 personas, como consecuencia de la diferencia entre el flujo de llegadas de turistas no residentes y las salidas al exterior de turistas residentes. En ese caso el desequilibrio se agudizó en poco más de 52 por ciento.
Los ingresos de extranjeros acumularon en enero 6 meses de aumentos, mientras que las salidas de residentes crecieron 23 meses seguidos en comparación con el año previo
La proporción de residentes que optaron en enero último tomar vacaciones fuera de la Argentina fue equivalente a 7,4 de cada 1.000 habitantes; mientras que por el contrario, el país recibió apenas 3,2 personas de cada 100.000 residentes en el resto del planeta; aunque si se considera, sin entrar en detalles, que el país compite con otras 220 naciones que tienen desde menos de 100 mil habitantes hasta más de mil millones, como China e India, y que en conjunto suman unas 7.300 millones de personas, el ingreso de extranjeros fue de 7 por cada 1.000 habitantes.
En enero salieron del país 7,4 personas por cada 1.000 habitantes, mientras apenas ingresaron 3,2 por cada 100.000 residentes en el resto del planeta
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En términos de divisas, los datos complementarios a los del Indec que aportó el Banco Central de la República Argentina, a partir de procesar el movimiento del balance cambiario, que incluye tanto las ventas de divisas para turismo, como a los proveedores de servicios de esparcimiento fuera del país revelaron que enero ingresaron por parte de ventas de extranjeros apenas USD 167 millones, en tanto salieron por compras de residentes USD 1.423 millones. De ahí surgió un rojo para el país de USD 1.256 millones.
Las ventas de cambios de no residentes aumentaron 26,5%, menos de la mitad del crecimiento de las compras por parte de habitantes en la Argentina (55,5%), de ahí surgió que el saldo negativo se agravó en un 60%, y fue equivalente a 12 veces el desequilibrio que acusó el comercio de bienes.
Si bien gran parte de los paquetes turísticos fueron comprados con notable anticipación, especulando con la unificación cambiaria que finalmente se confirmó en diciembre de 2015, no parece menor la proporción de divisas que fueron adquiridas en los últimos meses y otras que efectivamente se liquidaron por consumos hechos en el exterior entre noviembre y diciembre de 2016 y se pagaron en enero pasado, con ingresos que se incrementaron en pesos entre 20 y 40%, frente a una paridad cambiaria que se elevó menos de 5 por ciento.