El anuncio del ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, sobre el nuevo cuadro tarifario del servicio eléctrico que comenzará a regir a partir del 1° de febrero trajo al debate la posibilidad de una inflación por encima de lo previsto para 2017.
Un informe de la consultora Ecolatina, conforme a lo mencionado en la conferencia de prensa, señaló que el incremento estará dividido entre febrero y marzo y que en conjunto las tarifas de luz costarán 79% más (aproximadamente 35% en febrero y 34% en marzo). Así, el nuevo cuadro anunciado sumaría en total a la inflación 1,5 puntos porcentuales (0,65 puntos en febrero y 0,85 en marzo).
Ecolatina consignó que aunque esta alza ya estaba prevista desde fines del año pasado, "el incremento no es menor, sobre todo teniendo en cuenta que se agregan las subas en otros rubros, como Prepagas (+6%)".
"Teniendo en cuenta la dinámica de las últimas semanas (en particular, el incremento de las naftas de la segunda quincena de enero, que tendrá impacto pleno sobre el índice de precios en el mes entrante), para febrero proyectamos una inflación de 2,2% mensual, lo que implicaría una aceleración respecto del registro del mes anterior (+1,7% mensual en enero según a nuestra estimación)", indicó el análisis.
De esta manera, comienzan a tener lugar los primeros incrementos de precios regulados previstos para el año. Junto al incremento de la luz, este año también habrá subas en el servicio de gas (superaría el 100%), transporte (+25% anual), y nuevos aumentos en prepagas y naftas (25% en total para el año, en ambos casos).
Ecolatina prevé una inflación de 24% para todo 2017, por encima del techo fijado por el BCRA, de 17%
De concretarse, estas subas agregarían aproximadamente 7 puntos a la inflación de 2017. "Estos ajustes estaban contemplados en la estimación anual de Ecolatina, que se mantiene en torno del 24%", completó el informe.
El anuncio oficial referido a las tarifas eléctricas para los usuarios de Edenor y Edesur, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y partidos del conurbano bonaerense, estableció un aumento entre febrero y marzo entre el 61 y el 149 por ciento, mientras que la tarifa social para sectores de menores recursos se incrementará un 35 por ciento.
El ministro Aranguren afirmó que el incremento de la electricidad está contemplado en el objetivo inflacionario de entre el 12 y 17 por ciento para todo el año, junto con un déficit fiscal del 4,2% del PBI. Sin embargo dejó abierta la posibilidad para un nuevo incremento para este año, al remarcar que la suba anunciada hoy corresponde al período febrero-octubre.
Aranguren especificó que el valor de la tarifa eléctrica está compuesto en un 27% por el precio de generación (de la energía), el 47% por el valor agregado de distribución, que incluye transporte, transformación y distribución, y que el 26% restante corresponde a cargas impositivas.
SUBSIDIOS ECONÓMICOS EXPLICAN EL 70% DEL DÉFICIT
Un estudio sobre la ejecución presupuestaria de la Administración Pública Nacional elaborado por ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública) explicó que a lo largo del año 2016, "los subsidios económicos para empresas públicas, fondos fiduciarios y el sector privado (concentrados principalmente en las áreas de energía y transporte) totalizaron la suma de $290.800 millones, un 45% más que en igual período de 2015".
Este monto significó el 70% del total del déficit financiero de la administración nacional, que según el relevamiento de ASAP alcanzó los $412.000 millones en 2016, un 5,2% del PBI.
Aranguren aspira a reducir el subsidio eléctrico del 70% de la facturación a 45% este año
El aumento estuvo así por encima de la tasa de inflación del período, en una reversión de la tendencia observada en el 2015, cuando crecieron un 11% interanual, frente a una inflación del 27%, según cálculos privados.
ASAP añadió que "en particular, se destaca la notable reactivación de los subsidios energéticos", de 53% interanual en 2016, en comparación al 8% interanual en 2015. La entidad puntualizó que la expansión estuvo motivada, entre otros factores, "por la interrupción de los aumentos en los cuadros tarifarios de los servicios públicos dispuestos en el mes de marzo de 2016, así como por el impacto de la devaluación monetaria producida a finales del año 2015".
Aranguren subrayó la intención oficial de ir reduciendo paulatinamente la carga de los subsidios en el déficit fiscal. "En el caso del servicio eléctrico residencial, sin incluir la tarifa social que tiene un tratamiento aparte, el año pasado el 30% fue lo que pagó la demanda y el 70% estuvo subsidiado. Y previmos para este año que en el curso de todo el año la intención es que la demanda pague el 47% del costo y el resto siga subsidiado", expresó el funcionario.