El Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzó el 2017 como todos los años. Antes de que termine enero, el organismo publica el primer informe con las previsiones de cómo se desempeñará la economía del mundo, con un foco especial en algunas regiones y países en su reporte de Proyecciones Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés).
Con la lupa sobre la Argentina, el escenario que proyectó el FMI para este año es peor al esperado, pues estimó una "menor expectativa de recuperación a corto plazo" en referencia al crecimiento económico, según advirtió en un informe que actualiza las perspectivas a nivel global.
El documento que emitió el organismo presidido por Christine Lagarde en el marco del Foro de Davos ubicó a la Argentina en el mismo grupo que Brasil, ya que son dos economías en recesión dentro de América Latina. Además, aseguró que el segundo semestre de 2016 no fue bueno para ninguna de las dos naciones, pues en ese periodo las cifras de crecimiento no estuvieron a tono con las expectativas.
El panorama del Fondo para el país es peor al esperado y es un giro en tan sólo tres meses. En octubre del año pasado, el organismo tenía una visión optimista y había estimado un crecimiento del 2,7% para el país en 2017.
Había destacado "las medidas adoptadas para corregir los desequilibrios macroeconómicos y las distorsiones microeconómicas" más allá de la "recesión leve en 2016". Este informe no publicó cifras actualizadas de crecimiento de la Argentina, pero con este panorama el número podría ser a la baja.
De déficit fiscal y más
La baja del déficit fiscal y la eliminación de los subsidios a la energía fueron las últimas recomendaciones que había dado el Fondo al país hacia delante. Las dos decisiones están en la agenda del Gobierno, aunque el primero fue difícil de cumplir en 2016, y el segundo tomó más gradualismo luego de que las boletas de luz y gas comenzaran a llegar a los hogares con fuertes aumentos.
Por su parte, la economía mundial crecerá un 3,4%, mientras que América Latina tiene una previsión general hacia la baja. Según el FMI, la región deberá crecer en 2017 un 1,2%, 0,4 punto porcentual por debajo de lo previsto en octubre pasado, y 2,1% en 2018.
Más allá del efecto de Argentina y Brasil sobre este número, se consideró también las "vientos en contra más fuertes" que enfrenta México a raíz de la incertidumbre por las políticas económicas del futuro presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
El bajo crecimiento de Brasil es un factor preocupante para la Argentina, ya que el país vecino es el principal socio comercial. El Fondo proyecta un crecimiento de sólo un 0,2% para 2017, contra el 0,5% que pronosticaba en su informe anterior.
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