"Va a ser como el blanqueo, que se jugaban a una cifra y terminó siendo mucho mayor", graficaba luego del anuncio un banquero de inversión que acompaña al Gobierno en estas colocaciones.
La intención de Luis "Toto" Caputo es acercarse y si es posible conseguir USD 10.000 millones. Quienes siguen de cerca a los grandes fondos de inversión de Wall Street aseguran que la cifra es posible. El ministro se planta así como un corredor, que se pone como meta correr los 5 kilómetros, pero que íntimamente sabe que puede llegar o incluso superar los 10.
“Va a ser como el blanqueo, que se jugaban a una cifra y terminó siendo mucho mayor”, graficó un banquero
En los próximos días comenzará la danza de plazos y tasas. Los inversores coinciden en que la demanda estará concentrada fuertemente en bonos que vayan de siete a diez años. Y la tasa de interés debería ubicarse levemente por arriba de 7% anual en dólares. Si bien son rendimientos todavía altos, lucen razonables teniendo en cuenta el cimbronazo que sufrió el mercado de deuda argentino hace apenas un mes.
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"Puede haber algún monto marginal que se coloque a plazos más largos, pero será más bien simbólico. No tiene sentido salir a pagar tasas mucho más altas", razonaba ayer un operador local.
Para el ministro es imperioso asegurarse la cifra más alta posible teniendo en cuenta las grandes necesidades de financiamiento que precisa la Argentina para este año: USD 20.000 millones por los vencimientos de deuda y otro tanto por el déficit fiscal.
La ventana que se abrió en las últimas semanas presenta una oportunidad ideal para salir a buscar este fondeo. Y la próxima asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos aceleró las decisiones. El temor es que aumente la volatilidad de los mercados y que la euforia que se vivió en Wall Street en las últimas semanas deje paso a nuevos signos de interrogación.
La próxima asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos aceleró las decisiones
Pero en medio de las incertidumbres hay una certeza: la Argentina precisa sí o sí los fondos frescos para seguir sorteando un ajuste más contundente en un año electoral. Esta ecuación parecía que peligraba luego de la victoria de Trump y sobre todo después de la suba de tasas de la Reserva Federal en Estados Unidos, pero finalmente volvió cierto clima de tranquilidad.
Las promesas del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que prometió esfuerzos para bajar el déficit fiscal previsto de este año (4,2% del PBI) fueron exactamente lo que el mercado quería escuchar.
El road show que está realizando Marcelo Mindlin, número uno de Pampa Energía, por Estados Unidos y Londres, trae buenas señales. En las distintas reuniones con inversores del exterior pudieron constatar el interés que existe por incorporar deuda argentina a sus portafolios.
Seguramente a fines de esta semana o principios de la que viene se conocerá el monto que consiguió la energética para salir a repagar el crédito otorgado por un grupo de bancos para la compra de Petrobras Argentina (la ex Pérez Companc). También en este caso salieron a buscar USD 500 millones, pero es un secreto a voces que en realidad van por los USD 1.000 millones. Tirarse a menos pasó a ser el nuevo deporte nacional a la hora de salir a financiarse a los mercados internacionales.