Las autoridades del Ministerio de Hacienda y del Ministerio de Energía y Minería evalúan terminar con una de las últimas trabas financieras del kirchnerismo. La intención del Gobierno, de acuerdo a lo que pudo investigar Infobae, es eliminar todas las trabas financieras y económicas para que las empresas petroleras y mineras no estén más obligadas a liquidar todos los dólares de sus exportaciones en la Argentina.
El decreto 1722/11 publicado el 26 de octubre de 2011 en el Boletín Oficial restableció la obligatoriedad de ingresar y negociar en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) local los dólares provenientes de las exportaciones de petróleo crudo, sus derivados, gas y de las exportaciones mineras como oro, plata y cobre. Ese decreto fue firmado por el entonces ministro de Economía, Amado Boudou, y la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont. En ese momento, las autoridades del BCRA consideraban que "la medida contribuye a descomprimir las tensiones en el mercado cambiario en el actual escenario de fuga de capitales y facilitará la acumulación de reservas ya que la medida provocará el ingreso al mercado de una cifra cercana a los 3000 millones de dólares adicionales por año".
Esa resolución fue la primera que tomó el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner luego de haber sido reelecta y volvió a estar vigente la obligatoriedad de liquidar la totalidad de las divisas en el MULC que había sido dispuesta en 1964 en el Gobierno de Arturo Illia. Luego, el 28 de octubre, anunció la prohibición a las compras de dólares de los ahorristas, medida conocida luego como el cepo cambiario. Desde ese momento, las empresas comenzaron a vender los dólares provenientes de las exportaciones en el MULC y también podían hacer frente a sus obligaciones con el exterior en la plaza financiera. Esa nueva legislación las habilitaba a la compra máxima de dos millones de dólares mensuales que luego se redujo. El Gobierno buscaba que las reservas internacionales no cayeran como producto de la fuga de capitales pero las reservas se redujeron desde el 2012 en adelante para llegar a unos USS 25.000 millones al final del 2015.
La decisión que anunciaría el Gobierno en las próximas horas va en dirección a eliminar todo tipo de trabas en el sistema financiero para que haya libre entrada y salida de dólares sin ningún tipo de restricciones, como fue la eliminación del encaje por 120 días a la entrada de dólares para inversiones desde el exterior que se publicó la semana pasada.
Ambos sectores, el minero como el petrolero, atraviesan etapas de cambio. El primero con la eliminación de las retenciones, el año pasado, que volverán ahora por la reforma de Impuesto a las Ganancias. El segundo, está en medio de modificaciones fundamentales como el fin a las retenciones a la exportación de petróleo y derivados y a la espera de grandes novedades para el futuro del yacimiento de Vaca Muerta.
En los primeros nueve meses de 2011, hasta que se puso en vigencia la resolución mencionada, la Argentina exportó petróleo crudo por unos USS 1.400 millones; gas de petróleo y otros hidrocarburos por otros USS 700 millones. En los primeros 11 meses de este año exportó unos 650 de petróleo crudo y 250 de gas de petróleo y otros hidrocarburos, según detalla el último informe de comercio internacional, y la demanda de dólares se mantuvo pese a los controles cambiarios. Con ese decreto del 2011 Cristina Fernández de Kirchner dejó sin efecto el decreto 753/2004 por el cual el ex presidente Néstor Kirchner había exceptuado a las exportadoras mineras y petroleras de liquidar obligatoriamente las divisas en el país.
En 1989, como parte del proceso de desregulación y privatización de la actividad petrolera, el gobierno de Carlos Menem estableció que las empresas del sector podían disponer libremente de hasta el 70% del valor de sus exportaciones. Fue una medida para permitirles a las nuevas empresas multinacionales que desembarcaron en el país que vendieran al exterior por 100 dólares, pero solo liquidaran 30 dólares de ese total en el mercado único de cambios local. El resto podía quedar en el exterior en las cuentas de las casas matrices en su lugar de residencia o en los distintos paraísos fiscales.
En ese entonces el sector exportador de hidrocarburos y de minería gozaba de un tratamiento diferencial para la liquidación de las divisas pero en la segunda etapa del kirchnerismo se decidió restablecer la obligatoriedad de liquidar esas divisas en el mercado local.