Las cifras del resultado fiscal de noviembre reflejaron dos conclusiones contrapuestas: por un lado en noviembre fue un aliciente el repunte de casi 50% en los ingresos a las arcas públicos, que redujo en forma sensible el rojo del período. Sin embargo, para el cierre del año el déficit sostiene un ritmo de aumento acumulado del 56%, que implica una notoria expansión de más de 10 puntos porcentuales por encima de la inflación.
El Estado nacional registró en noviembre un déficit fiscal primario sin rentas financieras de 14.061 millones de pesos (equivalentes a USD 894 millones), informó el Ministerio de Hacienda y Finanzas. El resultado representa una reducción del déficit primario, previo al pago de deuda, con respecto a noviembre de 2015 de $8.481,4 millones o un 37 por ciento.
Los ingresos primarios del mes pasado fueron de 145.023,9 millones, frente a gastos de 159.084,5 millones de pesos. Por ello, el punto más alentador fue fue el incremento de de los ingresos primarios a una tasa de 49,4% interanual ($47.948,3 millones más que el año pasado), claramente superior al 33% de suba del gasto primario ($39.466,9 millones más).
La Secretaría de Hacienda especificó que en términos acumulados, el resultado primario sin rentas financieras entre enero-noviembre ascendió a $300.083,6 millones, esto es $108.355,2 millones ó 56% más que el desequilibrio registrado en igual período de 2015, que había acumulado en once meses 191.128 millones de pesos.
Este fuerte aumento del déficit primario a lo largo de 2016 se explica por un incremento de los ingresos inferior de los gastos (28% anual frente a 32,2%), aunque en ambos caso la expansión fue menor a la inflación.
"Hoy tenemos una política fiscal gradualista combinada con una política monetaria mucho más dura. Eso genera inconsistencias que no se pueden sostener indefinidamente. Hay que elegir un camino", Rafael Flores, presidente de presidente de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
"Si se compara el resultado con el objetivo asumido al inicio del año de reducir el déficit primario al 4,8% del PBI en 2016 -equivalente a $378.000 millones- el resultado primario sin rentas financieras de los primeros 11 meses del año se mantiene cerca del 79% del objetivo asumido para todo el 2016″, indicó el informe oficial.
El gradualismo fiscal, en un año recesivo y con alta inflación, potenció el desequilibrio de las cuentas públicas
Al analizar el Presupuesto 2017, Rafael Flores, de ASAP, expresó que "los supuestos macroeconómicos que plantea el Gobierno son alcanzables, y eso marca una diferencia con lo que venía pasando en los últimos años".
"El Gobierno apuesta a contener el gasto público casi exclusivamente por la baja en los subsidios económicos, particularmente los energéticos. Hay que destacar que si se analiza la evolución de 2005 a 2016 esta partida creció 165 veces, algo inédito en la historia presupuestaria de la Argentina", agregó.
En ese sentido, el gasto primario sostuvo su aumento en 2016 por la movilidad de los haberes jubilatorios y el pago de sentencias previsionales; gastos con finalidad social como la Asignación Universal por Hijo y por diversas coberturas asistenciales como las subvenciones al transporte automotor y al suministro de energía.
También incidieron los aumentos salariales en el sector público y las transferiencias a provincias, algunas de las cuales también atraviesan un acuciante déficit.
Gabriel Caamaño, economista Jefe de la Consultora Ledesma, expresó que en el período enero-noviembre de 2016 "el gasto corriente primario del Sector Público Nacional No Financiero no ajustó en relación al PBI y creció 10 puntos porcentuales más rápido que el ingreso genuino". Agregó que "las Transferencias Corrientes al Sector Privado, que incluyen subsidios, crecieron versus el PBI. En cambio, el que si ajustó fue el gasto de capital", como inversiones en infraestructura, que implican grandes desembolsos para obras de largo plazo.
En cambio, apuntalaron los ingresos "los mayores recursos por Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social", por los "impuestos a la Exteriorización de Tenencias de Monedas y Bienes", es decir el blanqueo de capitales aún en curso. También los fondos recaudados por IVA, impuesto a las Ganancias y las retenciones al Comercio Exterior.
RESULTADO FINANCIERO
Al contabilizar las cancelaciones de deuda pública, el déficit financiero de noviembre se duplicó: fue de $19.858,1 millones, un 115% o $10.643,3 millones superior al registro de noviembre de 2015. En este ítem, el Palacio de Hacienda contempla también las rentas financieras originadas en las utilidades distribuidas por el BCRA y las producidas por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSeS.
El resultado financiero acumulado en los primeros once meses de 2016 alcanzó la suma de $281.318,8 millones, un 68,9% o $114.790,9 millones más elevado que en igual período del año anterior.