Aunque para algunos puede resultar alarmante, la llegada de una misión del organismo internacional debería ser leída como una buena noticia, según el economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica, que dirigen Mario Brodersohn y Juan Sommer.
En diálogo con InfobaeTV, Castiñeira resaltó que "La presión tributaria es lo que más complica la llegada de inversiones", pero consideró promisorio que después de 10 años vuelva una auditoría del FMI: "Significa volver al mundo, del cual nos fuimos solos. Desaparecimos del mapa de las inversiones y hora queremos gritarle al mundo que estamos volviendo", explicó.
"Sólo unos pocos países no reciben a la misión anual del Fondo en el marco del denominado artículo IV de su estatuo, entre ellos Venezuela, Siria o Corea del Norte. La Argentina claramente no quiere estar en esa lista".
“Desaparecimos del mapa de las inversiones y hora queremos gritarle al mundo que estamos volviendo”
"Cuando un inversor –agregó- piensa invertir en un país cuenta con la información del Fondo para poder decidir bien. Y la Argentina no tenía estadísticas confiables, pero ahora se está superando esa situación. Las medidas que toma el Gobierno buscan recuperar una economía de mercado".
El BALANCE DE NUEVE MESES
-¿Cómo evalúa la situación actual de la economía argentina?
– En muy poco tiempo se hizo mucho, pero falta un montón. Argentina estuvo cerrada mucho tiempo, sólo con abrirse un poco al país lo inundan de importaciones. Los desafíos pasan por darse cuenta cuáles son los números reales de la economía y hacer un diagnóstico. Obviamente, el plano fiscal y el energético son la esencia de los problemas macro. Y claramente la presión tributaria es uno de los aspectos que más complica la llegada de nuevas inversiones.
Ramiro Castiñeira participó en el Foro de Inversiones que realizó el Gobierno la semana pasada, conocido como "Mini Davos" y concluyó: "Los empresarios vinieron de todo el mundo para observar si realmente la Argentina está decidida a realizar el cambio hacia una política pro mercado", explicó, pronosticando además un repunte de la economía del orden del 3% para el año que viene.
"Un número de reactivación mucho más alto sería preocupante, porque significa que se adoptan políticas para darle demasiado impulso al consumo", alertó el economista que mira que no se repitan los errores del pasado, cuando se impulsó sólo una variable de la demanda agregada, y se afectó la inversión y las exportaciones.