El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Ciudad de Buenos Aires, elaborado por la Dirección General de Estadística y Censos porteña, retrocedió un 0,8% durante agosto, con motivo de la decisión de la Corte Suprema de frenar la suba de la tarifa del gas. Sin embargo, sin esa decisión, se hubiera registrado un alza del 0,9 por ciento. La posibilidad de deflación fue anticipada por algunas consultoras privadas, por efecto de la revisión del cuadro tarifario del gas.
En este sentido, de todas las categorías medidas, el único sector que registró una caída fue Vivienda, agua, luz y otros combustibles, que retrocedió un 9,5 por ciento.
En el acumulado anual, la inflación se ubicó en el 31 por ciento. En tanto, en los últimos doce meses, el índice avanzó un 43,5 por ciento.
La tasa de variación estuvo afectada por el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que resolvió que las tarifas residenciales de gas por red debían retrotraerse a los valores vigentes al 31 de marzo, dejando sin efecto el aumento que había entrado en vigencia a partir del 31 de abril. Al tratarse de una medida retroactiva, se aplicó para todos los días de agosto el cuadro tarifario de marzo.
Si se excluye el impacto de la caída en las tarifas de gas por red, la variación del Nivel General alcanza 0,9% mensual, marcando así una desaceleración respecto de los meses previos y siendo el menor registro desde la publicación de este indicador (julio de 2012).
En tanto, diputados del Frente Renovador-UNA y aliados informaron que, de acuerdo con sus equipos técnicos, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue en agosto del 0,5%, pero la interanual trepa a 43,5% y registra una evolución del 30,8% entre enero y agosto, el doble que el año pasado.