Claramente, el mérito a tan brusco punto de giro corresponde en exclusiva al efecto del fallo de la Corte Suprema de Justicia de anular la suba de las tarifas de luz y gas hasta tanto el gobierno nacional cumpla con la formalidad del llamado a audiencias públicas, prevista para el 16 de septiembre en el caso del sector gasífero.
El director del Indec, Jorge Todesca, anticipó a la prensa que "en agosto la revisión del cuadro tarifario implicará una baja del índice general de 0,7 puntos porcentuales", por la proporción correspondiente a la segunda quincena del mes. De ahí que cabe esperar un efecto arrastre negativo de similar magnitud en el corriente mes.
Con ese efecto, el economista jefe de FIEL, Daniel Artana, anticipó a Infobae que "cuando restan cerrar los números de las variaciones de precios de la última semana de agosto, el pronóstico arroja deflación, alentada por factores estacionales. Excluida la corrección tarifaria, la inflación descendió a un ritmo de 1,5 a 2% por mes".
Daniel Artana: “cuando restan cerrar los números de la última semana, agosto nos da una tasa de inflación negativa y de 1,5 a 2% excluido el efecto de las tarifas”
De verificarse deflación, habría que remontarse a junio de 2003 para encontrar una tasa negativa de inflación.
Muy próximo a ese rango se ubicó la estimación de la consultora C&T Asesores Económicos: "Nuestro relevamiento de precios minoristas tuvo un alza mensual de apenas 0,3% en agosto, la menor desde noviembre de 2014. En parte, el resultado estuvo influido por la reversión del aumento del gas a partir del 18 de agosto, pero incluso sin ese cambio hay una reducción significativa del ritmo de aumento de precios, ya que sería de 1%, la menor tasa desde febrero de 2013″, apuntó el economista Camilo Tiscornia. Para los últimos doce meses C&T estimó una suba de 41,5 por ciento.
En el caso del Estudio Bein y Asociados, el sondeo de precios del último mes arrojó un "neto de 0,6% de alza, con el impacto de la marcha atrás de la suba de tarifas y 1,6%, si se excluye ese efecto", dijo a Infobae la economista Marina Del Poggetto.
También el economista Rodolfo Santángelo registró en su consultora una marcada desaceleración del ritmo de inflación, en línea con lo que observaron en la semana el ministro Alfonso Prat-Gay y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger: "Sin el efecto de las tarifas el IPC subió 1,4%, con alza en alimentos, principalmente lácteos, carnes y algunos productos industriales, y estabilidad en los vinculados con los servicios públicos y privados y la variación del tipo de cambio".
Nuevo ritmo crucero inferior a 2% por mes
Los economistas consultados por Infobae coincidieron en destacar que "más allá de la revisión a la baja de los cuadros tarifarios de luz y gas por parte del Indec, en la segunda mitad de agosto y primera parte de septiembre, y expectativa de suba en algún mes del resto del año, la inflación se ha desacelerado al ritmo que tenía antes del 10 de diciembre", cuando cambió el Gobierno.
Una tasa de inflación crucero de 1,4% a 1,9% por mes equivale a un ritmo anual de 17% a 25 por ciento
Marina Del Poggetto destacó que "en 2015 la suba de los precios estaba acotada a un rango inferior a 2% por el ancla de las tarifas y del tipo de cambio. Ahora vuelven a quedar fijas las tarifas de los servicios públicos y el tipo de cambio no se mueve por la llegada dólares financieros".
Cabe destacar que una tasa de inflación núcleo o subyacente, excluidos los factores estacionales y las variaciones de política sobre los precios regulados, entre 1,4 y 1,9% por mes, equivale a una tasa anualizada de 18% a 25%, muy próxima a la meta que se han fijado como techo para el año próximo el equipo económico del Gobierno y las expectativas del consenso de expectativas de mercado que recibe el Banco Central. Ese ritmo no se logra desde principios de 2009.