Pese a que la tasa de inflación se aceleró a un rango de 44% en los últimos doce meses, la AFIP percibió por la vía de las tres fuentes de recaudación tributaria: impuestos a cargos de la DGI, gravámenes sobre el comercio exterior, por parte de la Aduana, y aportes y contribuciones sobre la nómina salarial, en cabeza de la Anses, un aumento de apenas 24 por ciento.
Brecha negativa de 20 puntos porcentuales entre recaudación tributaria y alza de precios al consumidor
Los $174.596,7 millones que comunicó a la prensa el Administrador Federal de Ingresos Públicos se ubicaron a tono con las expectativas de las consultoras privadas que indicaban los efectos de una modesta recesión que en el segundo trimestre provocó un fuerte aumento de las tarifas de los servicios públicos, mientras que gran parte de los salarios no habían llegado a actualizarse, porque el centro de las negociaciones paritarias ocurrió entre mayo y junio, y aún hay varios casos que se encuentra en esa etapa de discusión. Además, se agregó un leve retroceso de la nómina de personal registrado.
Adicionalmente, recuerdan en la AFIP que con la suba del mínimo no imponible de Ganancias para los trabajadores de la cuarta categoría en marzo, pero con efecto retroactivo a comienzos del año, provocó un singular cambio en comparación con 2015, porque benefició a los asalariados de medianos a altos ingresos, y debilitó la caja del Estado.
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Y también se sumó, en el caso de los impuestos al comercio exterior, la apreciación del peso en los dos últimos meses, porque un menor tipo de cambio y mermas en las liquidaciones de divisas de los exportadores, hicieron que se redujera su contribución al total.
Mini recesión del mercado interno
Los percibido por IVA sobre la producción nacional cayó 3,8% en términos reales, y sobre los importados 14,6%, por la depreciación del peso
Los dos tributos directamente vinculados con el consumo de las familias, como IVA y débitos y créditos bancarios, acusaron en junio un leve rezago en comparación con la inflación de los últimos doce meses.
En el primer caso, el aumento neto fue de 40,5%, con avance de 38,2% en el caso de los productos que se fabrican en el país y 41,9% en el de los importados.
Mientras que en el segundo, por el contrario, el resultado neto fue levemente positivo, porque el incremento del 44,8% superó en casi un punto porcentual a la Inflación Congreso.