El crédito hipotecario cayó al peor nivel en más de 30 años

Al cierre de marzo el Banco Central de la República Argentina tenía registradas menos de 230.000 cuentas. En 1999 llegó a superar los 556.000 préstamos. La inflación, el principal enemigo

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Carlos Melconián mejoró la oferta de crédito del Banco Nación para la compra de la vivienda única (BNA)
Carlos Melconián mejoró la oferta de crédito del Banco Nación para la compra de la vivienda única (BNA)

El gobierno nacional está decidido a corregir un viejo déficit en la Argentina, como es la dificultad creciente del acceso de las familias a la compra de la vivienda propia, no sólo porque su capacidad de ahorro ha caído a niveles mínimos, sino porque el valor de la cuota inicial de un crédito para la compra de un departamento de hasta dos ambientes llegó a resultar equivalente a dos salarios promedio de la economía.

La principal causa de ese proceso fue el abandono de una política centrada en la estabilidad de precios desde los primeros años del nuevo siglo.

El flagelo de la inflación marginó a muchas familias del acceso al crédito para la compra de vivienda.
 
El pico del crédito hipotecario se anotó en 1998
El pico del crédito hipotecario se anotó en 1998

Así se desprende con claridad de las estadísticas del Banco Central con origen en 1998. En la última década del siglo veinte, cuando la inflación estaba en el rango de un dígito bajo, esto es menos de 5% al año, en el país se registraban más de 500 mil créditos hipotecarios, en su mayor parte destinados a la compra de una vivienda, a razón de un préstamo cada 70 personas, o si se prefiere cada 20 familias, aproximadamente.

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Pero desde el pico anotado en agosto de 1999, cuando ascendió a 556.550, equivalente a uno cada 65 residentes, se inicia una tendencia sostenidamente declinante, la cual se detuvo transitoriamente entre 2007 y 2012, pero con la aceleración de la inflación y el cepo cambiario, el proceso de declive se agudizó, hasta caer a un mínimo histórico de 229.728 cuentas hipotecarias activas al cierre del primer trimestre de 2016, a razón de una línea por cada 188 habitantes.

Con la aceleración de la inflación y el cepo cambiario, el proceso de declive se agudizó

Expectativas de punto de giro

Para comenzar a resolver el singular desfase entre el nivel de ingreso de los trabajadores y el costo de un crédito para comprar la primera vivienda, las autoridades nacionales se han abocado a trabajar en varios frentes simultáneos: planes de construcción de vivienda social para los sectores con carencias extremas y necesidades urgentes; el reimpulso del Procrear y el reimpulso del crédito hipotecario ajustable por la inflación o incluso por los salarios.

Con el Procrear, el director ejecutivo de la Anses, Emilio Basabilvaso había anticipado a InfobaeTV que "ya no será más por sorteo, sino que se evaluará a todos los interesados de acuerdo a las necesidades concretas. En el esquema anterior hemos detectado familias de clase media alta que se financiaron con Procrear e incluso se construyeron casas en barrios privados. Nosotros queremos privilegiar a quienes realmente lo precisan, en especial familias con chicos", detalló. A días de su lanzamiento formal se informó que el plan ofrecerá programas de financiamiento en cuotas fijas desde $5.000 mensuales, a 20 años de plazo.

Las cuotas iniciales del Procrear serán de $5.000 mensuales y a tasa fija. (Télam)
Las cuotas iniciales del Procrear serán de $5.000 mensuales y a tasa fija. (Télam)

Mientras que para los sectores de ingresos medios altos, a través del Banco Nación, ayer puso en vigencia el régimen de crédito hipotecario ajustable con novedosas variantes: combina una tasa fija inicial de 14% anual, para los primeros tres años del préstamo; y luego modificará la cuota para el año siguiente por el nuevo nivel de la tasa de interés promedio de todas las líneas de la entidad, o de la variación del índice de salarios en agosto de cada período, el que resultare menor.

El proceso de aumento del crédito hipotecario será gradual, hasta tanto la inflación retorne a niveles cercanos a un dígito porcentual, o al menos inferior a 2% por mes

Con estos instrumentos, a los que se sumarán las variantes que comenzaron a lanzar entidades financieras del sector privado, luego de que el Banco Central de la República Argentina reglamentara las UVI, se prevé que el crédito hipotecario comience a recobrar impulso, aunque salvo la línea subsidiada que puede ofrecer el Banco Nación, el proceso será gradual, hasta tanto la inflación retorne a niveles cercanos a un dígito porcentual, o al menos inferior a 2% por mes, que el Gobierno proyecta para el último trimestre del corriente año.

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