Para Gustavo Verón y Andrés Haupt, la propuesta de hacerse cargo de la coordinación de las Divisiones Inferiores de Deportivo La Guaira, de la Primera División de Venezuela, representaba una gran oportunidad. En agosto del año pasado, en las redes del club, brindaban detalles de su proyecto. Pero todo se desmoronó el 27 de febrero, y el sueño se transformó en calvario.
Es que en un amistoso ante Unión Central de Venezuela se desarrolló una pelea entre los planteles, de la que fueron acusados de participar. Y tras el partido terminaron detenidos e incomunicados en una Unidad Policial, situación que se extiende hasta hoy. Se los acusa de “lesiones” y de “incitación al odio”, cargos que ellos desmienten.
El relato de ambos dista mucho de la versión que sostiene la Justicia local. Verón asegura que intervino en la gresca para sacar a su compañero, porque estaba siendo golpeando entre varios integrantes de la delegación de UCV. En ese choque se dio una agresión a una de las autoridades del club rival, a quien señalan de tener fuertes vínculos con el gobierno de Nicolás Maduro. De hecho, se constató que las lesiones denunciadas no revistieron gravedad. Al otro día de los hechos, a Verón lo citaron a declarar, mientras que Haupt resultó detenido en su domicilio. Infobae tuvo acceso a parte de las imágenes de la pelea que derivó en la odisea de los argentinos. El conflicto comenzó tras una serie de discusiones junto al portón de acceso al campo de juego. Hacia allí se ve que corren las dos plantillas instantes después de que vuelan los primeros golpes.
Los argentinos poseen el carnet profesional de entrenadores que entrega la ATFA (Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino), y cuentan con la licencia de Conmebol. Hoy sus familias solo pueden contactarse con ellos vía mensaje, ya que no les permiten comunicación por videollamada. La respuesta inicial de La Guaira, el club que los contrató, fue activa, con promesas semanales de que iban a ser liberados, aunque con el correr de las semanas su asistencia se fue raleando.
La audiencia preliminar por el caso fue postergada dos veces. La última vez estaba pautada para el 9 de mayo, pero después resultó aplazada para el 21. Son todas señales que incrementan la preocupación de su entorno.
“Este caso está directamente vinculado a un tema político. Nuestros defendidos hoy quedaron como rehenes de la pelea entre los gobiernos de Argentina y Venezuela. Tanto Gustavo como Andrés tienen una conducta ejemplar desde el primer día que llegaron al país. Fueron a trabajar junto a sus familias y jamás tuvieron un problema. Esto fue una riña típica de un partido de fútbol y hoy llevan tres meses detenidos, una injusticia total que solo puede analizarse de un modo político y no jurídico”, subrayó Matías Morla, cuyo estudio de abogados se hizo cargo de la representación de los entrenadores.
“Nosotros estamos trabajando junto a varios organismos internacionales, acompañando a la familia y poniendo todo lo que el estudio jurídico tiene a su alcance para que sean liberados y regresen a Argentina. Las lesiones de quien denuncia fueron menores y en todo caso si hay un proceso el hecho en sí hace que ambos lo esperen en libertad”, añadió.
“Seguimos apostando por el desarrollo de nuestras categorías formativas”, celebraba Deportivo La Guaira en Instagram cuando se incorporaron los profesionales argentinos. “El reto, el objetivo que tenemos aquí, es tratar de formar y potenciar. Estamos preparados”, anunciaba Verón en el video que aún hoy puede verse en las redes sociales. “Estamos ilusionados de estar acá, con muchas ganas de trabajar para que los juveniles el día de mañana puedan integrar el plantel profesional”, sumaba Haupt. Todas esas expectativas hoy mutaron en pesadilla.