Luis Miguel Rodríguez continúa internado en terapia intensiva en el Hospital Padilla de Tucumán luego de haber protagonizado un fuerte accidente automovilístico en la mañana del domingo 30 de abril en la intersección de las rutas 157 y 308, a 120 kilómetros de San Miguel. Las imágenes del estado de la camioneta dan cuenta de la magnitud del siniestro vial y lo afortunado que fue el Pulga al haber salido con vida.
“Pasó muy bien la noche. Por suerte los riesgos fueron bajando porque tuvo un accidente impresionante. Gracias a Dios podemos saber que está bien”, afirmó Roberto San Juan, el representante del jugador de 38 años, quien se va recuperando de los traumatismos en el cráneo, rostro y tórax. El accidente del Pulga ocurrió horas después del partido que disputó Central Córdoba ante Instituto, en Córdoba. Una vez que el plantel del Ferroviario llegó a Santiago del Estero, Rodríguez abordó su camioneta para marcharse a Simoca, su pueblo, para ver a su familia.
“El accidente le ocurrió a 50 kilómetros de Simoca, en una curva en la que había neblina y un terraplén. Calculo que el cansancio por tantas horas de viaje pudo haber incidido, pero no puedo decirte con certeza por qué fue así”, continuó San Juan en su relato en Radio La Red (AM 910). Justamente, la irregularidad en la ruta pudo haber ocasionado el despiste.
“Salió despedido del vehículo y eso le salvó la vida, porque si se hubiese quedado en la camioneta no había chances de que se salvara. No sé si tenía puesto el cinturón de seguridad porque la camioneta lo despidió por el parabrisas y eso lo ayudó a salvarse. Si bien sufrió muchísimos golpes, la camioneta quedó destruida. La camioneta recorrió 3 mil metros y cayó en un río seco que es bastante profundo. La sequía también lo salvó”, continuó el representante del futbolista que pasó por Atlético Tucumán y Colón de Santa Fe.
Luego del vuelco, el Pulga Rodríguez pudo salir del lugar por sus propios medios y caminó por la ruta, aturdido por los golpes en su cabeza. “Salió caminando y fue hasta una casa, como perdido. Vio a unas personas y les pidió ayuda. Pensó que le habían robado, totalmente fuera de sí. No entendía nada. La gente lo reconoció pese a tener la cara destruida y lo ayudó”, remarcó San Juan.
Si bien el cuadro de salud del delantero es favorable, permanecerá bajo estricta observación hasta que se le permita un traslado a algún centro médico privado, para estar más cómodo, tanto él como su familia. “Su señora, Perla, está siempre con él en la terapia intensiva, es una leona. Está las 24 horas con él. Cuando se despierta la llama a ella. De a poco va a volviendo en sí... No sabía qué estaba haciendo en Santiago. Si sale todo bien, lo pasamos a un sanatorio privado y la otra posibilidad es la operación que sí o sí deberá realizarse. Lo primero que va a querer hacer es jugar al fútbol”, aportó.
Lo concreto es que el Pulga pudo esquivar una situación muy crítica tras el accidente vial, ya que terminó con sus dos pómulos fracturados y muchas lesiones en el rostro. “El tema puntual era un coágulo que tenía en la cabeza y gracias a Dios lo pasó muy bien y dejó de sangrar. Eso fue un tema muy positivo”, concluyó su representante.
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