A sus 40 años, Manu Ginóbili es un ejemplo de profesional y competitividad. El escolta de los San Antonio Spurs, pese al paso del tiempo, continúa vigente y es una de las piezas vitales dentro del equipo comandado por Gregg Popovich.
En una nota concedida a Básquet Plus, el bahiense explicó cómo su obsesión por superarse día a día lo "alimentó" para ser el profesional que es en la actualidad; aunque reconoció que esta manera de ser también le trajo algunos inconvenientes.
"No estoy seguro de dónde salió esa competitividad porque la tengo desde muy chiquito. Lo de los boletines lo cuento hace mil años y no es normal. Yo tenía ese instinto de competir, de compararme, de querer superarme. Cuando no era más Leandro (su hermano), era Juan (Espil) y Pichi (Campana). Después, a los dos años, era Danilovic o Rigaudeau, o Hugo (Sconochini), que estaban más o menos en mi posición. Era obsesivo, muy poco sano, pero indudablemente me alimentó en lo profesional", confesó el '20' del conjunto texano.
Esa filosofía de vida lo ayudó a escalar. De dejar atrás la Liga Nacional para triunfar en Europa y luego convertirse en una estrella de la NBA. Pero también le trajo complicaciones de salud; algo que debió modificar con el tiempo.
SEGUÍ LEYENDO: Manu Ginóbili figura entre los 100 mejores jugadores de la historia de la NBA
"Desde 2013 empezó a haber un cambio. Empecé a modificar mi manera de pensar, mi competitividad y demás. Por momentos la pasaba mal porque era un poco angustiante y no tenía paz. Lograr un gran éxito era simplemente lo que tenía que hacer. Y dura muy poco, no dura nada. Perderlo o hacer una macana sería una frustración, entonces pocas veces ganaba", reconoció el oriundo de Bahía Blanca.
Aunque afirma que de vez en cuando se despierta ese "león herbívoro" que tiene adentro, #Elpibede40 o Grandpa Juice, como es apodado actualmente, sostiene que la frustración que vivió en 2013 con los Spurs fue lo que le llevó a hacer un click y lograr extender su carrera.
Manu también se refirió al atípico presente que vive en San Antonio, donde puja por adjudicarse un boleto a los playoff. Tras caer al puesto 10, las victorias ante Orlando Magic y New Orleans Pelicans colocaron a los de Gregg Popovich en el octavo lugar en el Oeste.
Aunque quedar fuera de la competencia de manera tan rápida le significaría un golpe fuerte a la franquicia, el argentino sostuvo: "Trato de mantener el equilibrio y la verdad que estoy en la posición de que si entramos, entramos y si no entramos, no entramos. Nadie a este punto de mi carrera me puede discutir o negar que doy todo en la cancha, que hago todo lo que puedo para que el equipo gane. Si no alcanza ya está, mala sangre no va más".
SEGUÍ LEYENDO: Por qué se rompió el pacto entre Manu Ginóbili y Gregg Popovich
Pese a sus palabras, Ginóbili esbozó que el panorama para sus compañeros debe ser otro. "No trato de contagiarlos. No creo que sea positivo. Ellos tienen tiempo de hacerse mala sangre, ellos que no duerman, que no coman, que sufran, que compitan y disfruto yo", comentó entre risas.
El escolta afirmó que "estamos para estar ahí donde estamos sin Kawhi Leonard" y que "si no estamos para estar terceros como esperábamos, no estaremos".
Para graficar la situación que viven actualmente los Spurs, utilizó lo sucedido con la Selección argentina de básquet como ejemplo: "Si en un momento no nos daba más para pelear por la medalla como en el 2016, pelearemos por estar entre los ocho. Y si no te alcanza vas y te rompés el lomo y peleas por el doce". Y agregó: "Uno pelea para ser el mejor que puede ser. No podés hacer que Golden State no tenga a esos tres que tiene jugando. Listo, vos hacés el mejor juego que podés hacer".
"Ni salir campeón ni quedar eliminado va a variar en absoluto lo que va a pasar después. Es cuestión del día a día, de cuántas ganas tenga de ponerme a hacer el bolso y viajar. Que cada vez son menos, vienen cayendo de a poco", concluyó Ginóbili sobre su futuro.
SEGUÍ LEYENDO: